El emotivo reloj que Alfonso Díez ha regalado a Carmen Tello por su cumpleaños

Carmen Tello, la gran amiga, confidente y "hermana pequeña" de la duquesa de Alba, como ella decía, celebró este sábado su cumpleaños con su grupo de amigos y algunos de sus hijos en el restaurante Bajo Guía de Sevilla. En total eran 23 personas, entre las que se encontraban el político Javier Arenas y su mujer, Macarena Olivencia, el periodista Antonio Burgos y su esposa, Isabel Herce, el duque de Segorbe, los doctores Muniainy Trujillo, Rafael González Serna, Juan Ruiz Espartaco y su pareja, Macarena Bazán, que quisieron compartir la fiesta de aniversario con Carmen y Curro Romero. Y por supuesto no faltó, aunque ya no viva en Sevilla, Alfonso Díez, que sigue manteniendo una gran amistad con los que siempre fueron la guardia de corps de la duquesa de Alba.

El viudo se siente arropado en Sevilla y se instala en casa del duque de Segorbe cuando viaja a la que durante un tiempo fue su ciudad. No volvió a pisar Liria “porque yo allí ya no tengo nada que hacer”, dijo cuando falleció su mujer. Ese capítulo de su vida ya está cerrado, pero no por eso cortó con Carmen Tello, quien ha sido y será su protectora. “Le queremos mucho. Es un hombre muy cariñoso y muy generoso. Ha sido un detalle precioso el que viniera. Me ha regalado un reloj de pulsera antiguo que es una preciosidad. Era de su madre y para él tieneun valor sentimental muy importante. Ha sido un gesto precioso”, explicaba Carmen Tello a 'Vanitatis'.

De hecho, a Cayetana también le regalóotro que también había pertenecido a la madre y que fue una de las pocas cosas que Alfonso Díez quiso recuperar. La duquesa de Alba tenía una colección magnifica de relojes. Verdaderas joyas con un gran valor en el mercado. En cambio, el obsequio que Alfonso le hizo a su mujer era solo afectivo y con poco recorrido en cualquier firma de subastas enlas que en un futuro cercano se ofrecerán lotes de la Casa Alba.

Los amigos fueron llegando al restaurante que regentan Juan y César alrededor de las dos de la tarde. Primero se sirvió un aperitivo a base de tortillitas de camarones, gambas y langostinos de Sanlúcar, jamón, cazuelitas de garbanzos, judías y papas aliñás. Después se ofreció un pescado o una carne, dependiendo del gusto de cada comensal. Carmen sopló su vela de cumpleaños y disfrutó al máximo de una fiesta donde en todo momento estuvo presente la duquesa de Alba, a la que se echó de menos.

Alfonso Díez pasó ese fin de semana completo en Sevilla y por el momento no hay movimiento de fichaspara solucionar el tema de la herencia que aún sigue sin resolverse. Al viudo le corresponde por ley una parte de esas ultimas voluntades que no formaban parte de la donación que en su día repartió la madre entre sus descendientes.

Alfonso tiene ya poca relación con los hijos de Cayetana. Con algunos, como Alfonso, Jacobo y Fernando, el contacto es prácticamente nulo. Dejaron de verse tras el funeral oficial en Madrid, hace ya un año y medio. Con el primogénito y actual duque de Alba, Carlos Fitz-James Stuart, todavía hay alguna conversación telefónica. Cayetano es el único con el que de vez en cuando se ve y acuden al cine. “Sí o sí, el tema debe resolverse ya”, comentaron ese día.

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