Cayetano Rivera y Eva González ya son marido y mujer. La pareja salía de la iglesia Nuestra Señora de la Asunción del pueblo sevillano de Mairena del Alcor sonriente y radiante, evidenciando que este 6 de noviembre ha sido para ellos un día muy especial. Nada hacía sospechar que solo 48 horas antes el clima en el mismo altar en el que este viernes la pareja se daba el 'sí quiero' era de completa hostilidad. Aquella iglesia engalanada con flores blancas para la boda había sido el escenario de un enfrentamiento entre los futuros contrayentes y el párroco. Un enfrentamiento que ha sido vox pópuli en los corrillos vecinales de Mairena del Alcor, el pueblo natal de Eva.

Según ha podido confirmar 'Vanitatis', el problema se produjo cuando, al reunirse los novios y el párroco en los días previos al enlace para ultimar los detalles de la decoración de la parroquia, Cayetano se quejó por la imagen que preside el altar. Desde el pasado 31 de octubre, en homenaje a los muertos, es el Misterio de la Piedad de la hermandad de las Ánimas el que está situado al frente de la iglesia. Una imagen que, rindiendo homenaje a su nombre, simula al Santísimo a los pies de María Madre tras la crucifixión.

Las lágrimas de Eva González

Pues bien, aquella estampa religiosa no era del gusto de Cayetano, que no dudó en exigir que la cambiasen. El diestro no estaba de acuerdo ni con la imagen ni con la cruz con el sudario que se puede ver detrás de la Piedad. Pero las quejas del hijo de Paquirri no dieron sus frutos. El párroco se negó en rotundo a cambiar la imagen y no quiso aceptar las peticiones de Cayetano, que incluso amenazó con casarse en Sevilla, ante la Virgen de la Esperanza de Triana, donde se casó su hermano Francisco, si no cambiaban el Misterio de la Piedad.

Fue entonces cuando Eva, invadida por la presión que se respiraba en la parroquia, rompió a llorar ante la atenta mirada de algunos vecinos que se encontraban en las inmediaciones de Nuestra Señora de la Asunción y que relatan a 'Vanitatis' la historia.

Al final la sangre no llegó al río y el párroco y los futuros contrayentes pudieron llegar a un acuerdo. Las flores que iban a decorar la iglesia tenían que ser moradas y rojas, tal y como manda la tradición en los días que siguen al día de los Santos en Nuestra Señora de la Asunción, pero la hermandad terminó aceptando que fueran blancas. Así lo quería expresamente la novia y así ha sido. Eso sí, el Cristo no se cambió.

A pesar de todo, las relaciones entre la iglesia y los novios no han terminado del todo bien y, según cuentan los vecinos, ha sido necesaria la mediación de la concejala de Cultura, íntima amiga de Eva, para intentar que las consecuencias del enfrentamiento no fueran a más. La misa fue oficiada, como estaba previsto, por Ignacio Jiménez, un sacerdote cercano a los novios.

El error de 'protocolo' de Julián

Sea como fuere, Eva y Cayetano han tenido la boda de sus sueños. Así lo confirmaba el propio Julián Contreras, hermano del novio, a 'Vanitatis'. “Ha sido una boda muy emotiva, muy bonita y muy íntima a pesar de que había muchas personas. Han tenido la boda que ambos querían tener”, decía el hijo pequeño de Carmina al abandonar la iglesia.

Además, Julián también ha comentado su incidente con el chaqué, ya que él fue el único que no acudió al enlace tal y como indicaba la invitación: “Ha sido la cosa más torpe del mundo. Como estamos en familia, yo confirmé la asistencia en su día pero no abrí la invitación y no me enteré. Ahora todos están de cachondeo y a mí me toca aguantar el tirón”.