Ana Capel, la guardián de los armarios de Inma Cuesta, María León o Angie Fernández

En la agenda de Ana Capel figuran actrices como María León, Inma Cuesta, Silvia Alonso, Verónica Echegui o Angie Fernández y cantantes como Vanessa Martín. Ella diseña sus estilismos en la alfombra roja, estrenos, galas, fiestas y promociones de películas o discos. Sus clientas marcan tendencia y Ana las 'marca' a ellas. Esta estilista sevillana pisa con fuerza su propia alfombra roja; la de la moda. Forma parte de las influencers que convierten sus looks en objeto de copia gracias al perfecto binomio de atención mediática y redes sociales.

Entrar en la tienda de Ana Capel en el madrileño barrio de Conde Duque es entrar en un torbellino. Ella misma es uno. “¿Tu sabes? Estoy atacada”, dice con acento andaluz mientras coge un teléfono que no para de sonar. El representante de María León está al otro lado de la línea. La estilista habla sobre los diseños de Juan Vidal o María Escoté que ha elegido para el Festival de Cine Europeo que se celebra el próximo fin de semana en Sevilla, al que acudirá la actriz. Estilista y representante cierran el envío y Ana pasa a otra cosa. Tiene un viaje previsto para esa misma tarde a Barcelona. La espera una producción para una revista chilena y aún debe ir a recoger en su pequeña moto unos trajes en al showroom de otra diseñadora. En este caso, la imagen que debe cuidar en el reportaje es la del portero del FC Barcelona, Claudio Bravo.

Actores, actrices, cantantes… Su agenda echa humo. Le manda un whatsapp a Inma Cuesta: “Necesito los pendientes que te presté para otro evento”. Inma la llama poco después y le describe el look que le va a enviar también para el festival de Sevilla. No tiene tiempo para las pruebas. “Generalmente quedamos, probamos los outfit que he elegido y decidimos entre las dos”, dice. Un ir y venir. Mensajes, llamadas, vistazos a colecciones para descubrir piezas exquisitas, diferentes, curiosas o simplemente el complemento perfecto para el look.

Su Facebook también quema. Mensajes de diseñadores que quieren que mire y opine de sus colecciones; fotógrafos, encargos, y, cómo no, clientas de su pequeña y exquisita tienda en la que cuelgan algunos diseños traídos de París o de su propia colección, porque Ana aún tiene tiempo de diseñar algunas prendas para pequeñas cápsulas etiquetadas con la marca Capellier que lucen muchas de sus clientes en los eventos más glamourosos y que cualquiera podemos comprar para lucir –por qué no–, en nuestras sencillas fiestas o en la noche madrileña.

La marca la produce ella misma en Asia y trabaja junto a su madre, también diseñadora y al mando de los patrones. Entre trapos y modelos ha crecido esta sevillana locuaz, espontánea, salerosa y creativa que puede presumir de marcar tendencia con cierta rebeldía y cierto “rollo” que dista mucho de las it girls a las que estamos acostumbrados.

Un premio de María León le llevó

En Capellier todo sabe a autenticidad y cara lavada. Natural como los vaqueros, la camisa de cuadros que viste y su largo pelo con flequillo. Auténtica como la vida que comparte con el ilustrador Sete González que ha creado la línea de camisetas What the fuck is fashion? y que visten algunas de sus amigas actrices. Fue una de ellas, María León, quien tomando un mojito en una playa gaditana, la convenció hace tres años para que volviera al barro de la moda. Llevaba dos años desligada por el exceso del mundillo en el que había empezado como ayudante de una estilista y acabó en la vorágine de producciones de moda televisivas. “¿Por qué no me vistes para el Festival de Cine de San Sebastián?”, la pidió. Y lo hizo. María ganó el premio a la mejor actriz y su estilismo fue destacado por periodistas y especialistas en moda. “Quería volver a trabajar en moda pero no a lo de antes. Quería hacer algo creativo”.

Después llegó Inma Cuesta. Y la lista engordó con muchos nombres del panorama cinematográfico y musical nacional. El boca a boca en el mundillo funcionó y de qué manera. La semana pasada el look que lucía Silvia Alonso en los premios Neox Fan Awards mereció otra hondonada de buenas críticas. Muchas son clientes ocasionales, pero es la responsable de imagen de las que citábamos al inicio del reportaje.

Conoce sus defectos, sus gustos, caprichos… “A Inma la gusta vestir casi siempre diseñador nacional, sobre todo si son eventos en el extranjero. Defiende mucho lo suyo. María se enamora del vestido. Luego mira el diseñador”, dice. Ana no estaba en la producción para la revista dominical del diario El Periódico que motivó quejas de la actriz por los retoques de Photoshop. El comentario que escribió en su Instagram lo dice todo: “No entiendo por qué las revistas tienden a sacar imágenes de mujeres con retoques que quitan la verdadera belleza de la misma. ¿Por qué cambiar su cuello, su cara, su piel? Ella es actriz y no modelo. Te apoyo en tu enfado”.

Su encuentro con Antonio Banderas

Ana reivindica su trabajo como estilista. Aún recuerda los tiempos en los que los representantes eran quienes acudían a los showroom de las marcas para elegir ese diseño con el que las celebrities querían deslumbrar. “Nuestro trabajo redunda en la imagen de las actrices. Hay quien va muy bien maquillada y fatal vestida, y otras, y eso se nota, deciden invertir en sus estilismos y requieren de alguien quien como yo se dedica al estilismo”. Ahora, la “amenaza” procede de ciertas blogueras de moda que surgen y de las que piensa que tienen un recorrido corto. “Sólo quedarán las buenas. El resto, sólo es marketing de las marcas”, confiesa.

Observadora privilegiada de acontecimientos como aquel desfile de John Galiano en París o la próxima gala por el sida a la que ha sido invitada por Dolce Gabbana no pierde autenticidad en su día a día. Recuerda cuando tuvo que hacer una producción con Antonio Banderas. Él llegaba con su séquito de Los Ángeles. Ana se sintió pequeña. No sabía cómo tratarle. “El estaba en el vestuario y yo le pasaba la ropa que teníamos a través de la cortina. Me dijo: 'Pasa al probador'. Ahí estaba él, en calzoncillos, uno de los hombres más guapos del mundo y a mí lo único que se me ocurrió decir fue: ¿Qué tal Stella del Carmen?”. Esa es Ana Capel: autenticidad y cara lavada en la alfombra roja.

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