El motivo del embargo de Rocío Carrasco: una documentación mal presentada

“¿Problemas económicos Rocío Carrasco y Fidel Albiac? Ya me gustaría a mí atravesar esa 'falta de liquidez'. Si algo tienen Rocío y Fidel es solvencia económica, no solo un gran patrimonio”, indica a Vanitatis un amigo de la pareja. “Para Rocío Carrasco esos 55.000 euros no suponen ningún problema. De existir esa deuda sus motivos tendrá para no haberla saldado todavía”, insiste. Eso sí, esta persona no sabe decir cuáles son esos motivos.

Este miércoles, el kiosco rosa amanecía con la noticia de que la hija de Rocío Jurado había sido embargada por una deuda de 55.238,87 euros con Hacienda. Según la revista 'Lecturas', los bienes que le fueron intervenidos a Rocío como garantía de pago en noviembre de 2014 fueron “seis fincas que posee en Chipiona ‒una de ellas de tres hectáreas y tasada en unos 187.000 euros‒ más la mitad del piso, de la plaza de garaje y del trastero que tiene en Sevilla al cincuenta por ciento con Fidel Albiac”.

La información no refleja el origen de la deuda, pero según cuentan a Vanitatis fuentes no oficiales, el motivo es un antiguo contratiempo con la agencia tributaria. El asunto se remonta a cuando murió Rocío Jurado. Según indican a este medio, Rocío Carrasco, “entre todo el papeleo que tuvo que presentar en los años después al fallecimiento de su madre, presentó mal un documentoy varios años después Hacienda llamó a su puerta”. Desde Vanitatis nos hemos puesto en contacto con Rocío Carrasco para corroborar esta información, pero no ha querido realizar ninguna declaración al respecto.

Un mayúsculo patrimonio

Rocío Jurado nombró a su hija primogénita heredera universal, lo que significaba que era la beneficiaria del patrimonio musical y de los derechos artísticos de 'la más grande': desde sus canciones, vídeos y películas a programas de televisión y derechos de imagen, además de sus joyas, de su extraordinario vestuario (el privado y el artístico) y de la rentabilidad del museo dedicado a la artista en Chipiona. A todo esto hay que sumar un apartamento en Miami, una finca situada en Chipiona que tiene viñedo propio, la mitad de un piso que compró con Ortega Cano, y un tercio de la casa de La Moraleja, al margen de una fortuna en metálico.

Al margen de la herencia de su madre, hay que tener en cuenta los bienes que la pareja ha adquirido en sus años de relación, como la casa en la que residen, un gran chalet en la localidad madrileña de San Agustín de Guadalix, y el piso de Sevilla que ahora está embargado. Sin duda alguna,un mayúsculo patrimonio, al que hay que sumar los beneficios que les generan sus negocios,que empequeñece una deuda que para el resto de los mortales sería un auténtico quebradero de cabeza.

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