La muerte de la joven promesa del fútbol Arnold Peralta paraliza Honduras

Honduras es uno de los países más violentos del mundo. Miles de personas mueren al año en el país centroamericano, y de vez en cuando una paraliza la vida de los hondureños. Este jueves, el futbolista Arnold Peralta era acribillado a balazos en el aparcamiento de un centro comercial en La Ceiba, una ciudad al norte del país. Según recoge la prensa nacional, el asesino iba en motocicleta y le disparó variasveces.

Peralta era la gran promesa de la selección hondureña y tras probar suerte jugando en Escocia, había vuelto a su país a principios de este año. Mantenía una relación con Vanessa Oliva, su novia de toda la vida, y hace apenas cuatro meses que nació Camila, su primera hija, para quien había ido a comprar ropa al centro comercial.

Su padre, Carlos Peralta, aseguró que era "lindo conmigo" y que "ese carro que andaba era demasiada tentación", en referencia al Porsche con el que había llegado al centro comercial junto a unos amigos. Sin embargo, la Policía Nacional de Honduras ha lanzado un comunicado en el que descartael robo como causa del ataque, ya que tanto el automóvil como todas las pertenencias del futbolista (joyas y teléfono móvil) estaban junto al cuerpo.

"Nuestro compromiso con el pueblo hondureño es poner fin a la impunidad que nos ha golpeado por muchos años", indica el texto, lo que ha llevado a muchos periodistas a pensar que la línea de investigación se centra ya en un ajuste de cuentas entre bandas rivales, especialmente por el ensañamiento del asesino, que disparó su arma hasta 18 veces sobre el cuerpo del jugador.

No es la primera desgracia que afronta la familia Peralta. El pasado mes de junio asesinaban con la misma sangre fría a Bayron, primo de Arnold, a quien mataron en el interior de su vivienda a tiros. Entonces, los investigadores lo calificaron de "hecho confuso" y terminaron por determinar que se había tratado de un crimen personal por la cantidad de disparos (7) encontrados en el cadáver. Ambos jóvenes estaban muy unidos, ya que habían comenzado a jugar juntos al fútbol, si bien Arnold había logrado triunfar mientras su primo jugaba en los ratos libres que le dejaba su trabajo de carpintero.

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