Estos son los testimonios contra el psiquiatra de la jet sevillana que ya no se investigarán
El doctor Criado recibió ayer una grata noticia de los tribunales. Los hechos de los que le acusan varias mujeres sevillanas, sus clientas en el diván, han prescrito. Les contamos los testimonios que las víctimas se atrevieron a denunciar
El auto dice lo siguiente: “Los plazos que transcurren entre la fecha en que los hechos se habían producido –entre 1979 y 2008– y los de la interposición de la denuncia rebasan los periodos de 3, 5 y 10 años de prescripción prevista para los delitos objeto de la denuncia (…) Incluso los delitos de abusos sexuales más gravemente penados que se habrían cometido se han prescritos al haber transcurrido más de diez años desde su comisión”. Pero no todo está perdido para estas mujeres. Inmaculada Torres, la abogada de la acusación, ya ha anunciado que interpondrá recurso de reforma en el plazo de cinco días y preparan otros testimonios con los informes psicosociales preceptivos. Entre ellas, dos adolescentes que podrían sumar un nuevo delito contra el psiquiatra, el de abuso a menores. Queda abierta también la vía civil para las mujeres que se sientan perjudicadas, además de que el Colegio de Médicos puede seguir adelante con el expediente disciplinario abierto contra el doctor, que podría acabar con su suspensión.
Matilde Solís, la primera en dar el paso
El caso que ya se conoce como el del 'psiquiatra de la jet sevillana' saltó a los titulares mediáticos por el horrible testimonio de Matilde Solís, exmujer de Carlos Fitz-James Stuart, actual duque de Alba. Ella se atrevió a dar el primer paso contra el médico publicando una carta en su Facebook que dio pie a que muchas otras siguieran sus pasos desde el anonimato. Hoy ella se siente “desolada”, nos confirma un portavoz. La mayoría son esposas de políticos, altos cargos o empresarios muy conocidos en las altas esferas sevillanas con las que se codeaba el médico. Hemos hablado con algunas de ellas. Nos han confesado la tristeza y desolación que ha causado la decisión judicial ante unos “hechos que todas conocíamos, pero de los que no nos atrevíamos a hablar”, explican. El testimonio de Matilde Solís es uno de los que el juez ha rechazado. Pero hay otros, a los que ha tenido acceso Vanitatis, que ustedes no conocerán y que dibujan cómo actuaba supuestamente el psiquiatra. Se los vamos a contar obviando los nombres de las víctimas por respeto a su intimidad. Solo hechos.
Sepan ustedes que, antes de encontrarse ligadas al psiquiatra, estas mujeres no se conocían entre ellas. Sepan también que son unas cincuenta, pero de momento son ocho las que se han atrevido a poner su experiencia en un escrito judicial. Establecemos el inicio de los hechos en 1979. Una menor acude a la consulta del doctor Criado en búsqueda de la ayuda de un experto. Lo que ocurre en aquella habitación no lo esperaba. “¿Te gustan los orgasmos? Anda, túmbate y te hago el amor ahora mismo”, le espeta, siempre según recoge el texto en manos de la juez. La chica sale huyendo.
Tienes que follar. No me extraña que estés loca. Teniendo oportunidad de acostarte conmigo, me rechazas
Seguro que ustedes ya habrán arrugado el ceño, pero sigamos. Una chica rubia y muy atractiva se sienta ante el médico. No es capaz de describir el motivo de su visita. Solo llora. Así una sesión tras otra. Criado le concede tiempo y opta por abrirse a ella para ganarse su confianza. Le habla de su vida: de su casa en la playa, los coches que guarda en su garaje, su barco, de cómo es ser cofrade en la Hermandad de la Pasión… También del reconocimiento que ha conseguido como profesional, del éxito logrado con otras pacientes o de los artículos que le pedía el diario 'ABC' o sus apariciones televisivas. Consigue que la joven hable. Ha logrado derribar el muro. Según la demanda, le habla de sexo, la besa, le toca su cuerpo de “forma morbosa” y la obliga a hacer lo mismo. “Me sentía culpable, sucia. Me abordaba el pánico, pero él era mi salvador y me convenció de que solo a través de la práctica sexual con él mis males tenían remedio”.
Logró supuestamente que accediera a mantener relaciones sexuales mientras le decía que la culpa era suya porque “le excitaba”. Ella adoptó un papel pasivo, pero al médico no le importó. Incluso la dijo que se casara con su novio: “Despósate con él, mujer. Luego ya te dejaré yo embarazada. Cuando nazca no podrás decirle a nadie quién es el padre”. Las visitas duraron varios años, hasta que ella, sin más, no regresó. Tampoco buscó otro médico. Ni que decir tiene que los trastornos psicológicos que la habían llevado a buscar su asesoramiento persisten ahondados por el daño que le causó Criado.
“Le empujé y me fui como pude”
¿Qué pasaba si sus pacientes se rebelaban? Una de las denunciantes le amenazó con contárselo a su marido. “Si se lo confiesas, perjudicarás a tus hijos. ¿No son lo que más quieres? Se hará público y os rechazarán en vuestro entorno a ti y a toda tu familia”, contestó. El miedo, la humillación que sentía, hizo que la paciente intentara cortarse las venas. Su marido la abandonó. Una de las cartas que jugaba contra ella era la culpa. ¿Quién iba a creer que las relaciones no eran consentidas?
Según obra en las actuaciones, Criado no tuvo el menor reparo en echar a una paciente con depresión por no ser de su agrado. “¿Tú has nacido para tocar las pelotas o qué? Anda, lárgate. Ni se te ocurra volver a tocar a mi timbre. Que te aguante tu marido, pesada”. Y la echó de su consulta. Aquel portazo fue un golpe a su dolencia. A otra chica, prima de un paciente, la citó en la clínica, tal y como se recoge en el texto de la querella. Quería que fuera sola y ella pensó que sería para comentarle algo del tratamiento de su primo. “Te he citado para decirte que tu primo evoluciona mal”, le explicó. “Me eché a llorar. Él se levantó del sillón y se acercó a mí. Me cogió de los hombros para consolarme, pero me encontré con que sus labios casi se incrustan en los míos. Lo empujé y me fui como pude. Me asusté y me puse muy nerviosa”. Tuvo ataques de ansiedad durante un tiempo. Todos los testimonios coinciden en que el psiquiatra les hacía proposiciones deshonestas una vez se ganaba su confianza en su consulta o en su casa, situada en un piso superior, cuando no estaba su mujer o, incluso, en un bar.
En 2005 hubo una denuncia contra Criado que se archivó por desestimiento de la víctima. Sin embargo, el médico la denunció por injurias. En la demanda se detallaban las terapias del doctor. “Tienes que follar. No me extraña que estés loca. Teniendo oportunidad de acostarte conmigo, me rechazas”, le decía. Criado no se presentó al acto de conciliación. Tampoco su abogado. Lo mismo ocurrió cuando otras seis mujeres ratificaron su testimonio este verano. Criado amenazó con interponer una querella por injurias después de que las mujeres lo denunciaran en el Colegio de Médicos y ratificaran sus testimonios ante el juez. Este verano se han celebrado actos de conciliación en los que tampoco compareció. “Son actos previos a la querella en los que se pide que se rectifique. Ninguna lo hizo y se archivó”, nos cuenta Manuel Seco. La querella aún no se ha interpuesto. Según fuentes jurídicas, no creen que se formalice ya que ello posibilitaría que las mujeres narraran lo que ocurrió y el juez podría verse obligado a investigarlo.
De momento, la juez acuerda continuar la investigación para esclarecer los hechos ocurridos en uno de los casos, en 2015, por un presunto delito contra la integridad moral y ha ordenado que se practiquen cuantas diligencias sean necesarias para aclarar los hechos, incluidos el testimonio de la mujer y del propio psiquiatra. La consulta del célebre doctor parece vacía. Nadie coge el teléfono. Dicen que tampoco se le ve en los saraos que solía frecuentar. Quizás sea este el ocaso del psiquiatra de la jet.
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El auto dice lo siguiente: “Los plazos que transcurren entre la fecha en que los hechos se habían producido –entre 1979 y 2008– y los de la interposición de la denuncia rebasan los periodos de 3, 5 y 10 años de prescripción prevista para los delitos objeto de la denuncia (…) Incluso los delitos de abusos sexuales más gravemente penados que se habrían cometido se han prescritos al haber transcurrido más de diez años desde su comisión”. Pero no todo está perdido para estas mujeres. Inmaculada Torres, la abogada de la acusación, ya ha anunciado que interpondrá recurso de reforma en el plazo de cinco días y preparan otros testimonios con los informes psicosociales preceptivos. Entre ellas, dos adolescentes que podrían sumar un nuevo delito contra el psiquiatra, el de abuso a menores. Queda abierta también la vía civil para las mujeres que se sientan perjudicadas, además de que el Colegio de Médicos puede seguir adelante con el expediente disciplinario abierto contra el doctor, que podría acabar con su suspensión.