Antonio Costa, el cura que se convirtió en maquillador de Armani

Su evolución no puede ser más sorprendente. El cubano Antonio Costa se ha hecho famoso en su país por una conversión que lo ha llevado de ser sacerdote a maquillador de la firma de Giorgio Armani. Sus colegas de profesión lo conocen como el Virtuosoy comentan su increíble historia. Antonio sintióla llamada de Dios con apenas 18 años, momento en el que entró en el seminario para convertirse en sacerdote. Siete años estuvo estudiando las leyes de Dios hasta que un día, cuando viajó a Puerto Rico, decidió pedir asilo político a otro sacerdote, Wilfredo Peña. A partir de ese momento se decidió a llevar a cabo otro sueño mucho más pretérito que el de la religión.

Años atrás, cuando era apenas un niño, Costa maquillaba a sus amigas a escondidas, ya que temía que sus padres lo descubriesen. Sin embargo, con el paso del tiempo sepultóaquellas pretensiones infantiles, los pintalabios y el rímel de ojos, para centrarse en un mundo muy diferente: el de la religión. Sin embargo, su traslado a Puerto Rico y poco después a Miami le hizo tomar la decisión que le cambiaría la vida, la de dejar los hábitos y convertirse en maquillador. "Cuando cumplí los 32 años decidí dedicarme por completo al maquillaje (...) Conocí la línea Armani, entré un día a trabajar y fue amor a primera vista, sin pensar que ocho meses después de estar trabajando detrás del 'counter' tendría la oportunidad de ser considerado para ser el Premier Face Designery representar la línea en Estados Unidos", afirmó en una entrevista para 'Elnuevodia.com'.

Ahora, disfruta de cierta popularidad y se dedica a lo que más le gustaba cuando era un niño. Un ejemplo de que los sueños infantiles no siempre son los más difíciles de realizar.

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