Mario Conde, entre la espada y la pared

Mario Conde ha regresado al lugar donde juró no volver a pisar: la cárcel. Pero saldrá. Al menos por una horas, si finalmente se decide a dar el difícil paso que podría empañar (mediáticamente hablando) el día más importante de uno de sus nietos, que este sábado recibirá su primera comunión. Se trata del hijo de Alejandra Conde, también acusada del blanqueo de 13,06 millones de euros procedentes de delitos por los que el exbanquero, que fue presidente de Banesto, ya fue condenado. Mientras que ella se encuentra bajo arresto domiciliario, su padre espera el juicio entre rejas. Sin embargo, este jueves conocíamos la decisión del juez de la Audiencia NacionalSantiago Pedrazde permitir que Mario Conde esté presente en la ceremonia religiosa de su nieto y abandone las instalaciones de Soto del Real. Ahora bien, ¿irá? Desde su entorno no lo tienen tan claro.

Fuentes consultadas por Vanitatis de su entorno más directo mantienen en vilo esta cuestión. Unos aseguran no tener constancia fiable sobre la intención o no de Mario Conde de asistir a la ceremonia, mientras que otros directamente prefieren no abordar estos asuntos con los medios de comunicación al tratarse de un acto estrictamente familiar. Sin embargo, el exbanquero sabe a la perfección lo que supondría su presencia en el Colegio Nuestra Señora del Recuerdo de Madrid, donde tendrá lugar la comunión de su nieto mayor.

Ingentes medidas de seguridad integradas por agentes del Cuerpo de Custodia Nacional serían los invitados sorpresaa los festejos. No estarían ahí para velar por la seguridad del clan Conde, sino para asegurarse de que el reo vuelva ese día a prisión. El juezasegura que“existe un riesgo de fuga razonado y razonable teniendo en cuenta su alta disponibilidad económica”. Eso sí, tratarán de no entorpecer el rito en el cual también participan los compañeros de colegio del nieto mayor de Mario Conde.

No es el caso de su hija Alejandra, que espera enclaustrada en su casa a que la justicia se pronuncie sobre su futuro por ayudar presuntamente a su padre a blanquear el dinero que salió en su día de las arcas de Banesto. Ella lo tendrá más sencillo. Al menos en lo que a la comunión de su hijo se refiere, que no a cuestiones judiciales. Será por el hecho de que ha decidido emplazar el correspondiente banquete familiar una vez finalizada la ceremonia religiosa en su propia casa, concretamente en la urbanización La Quintaleja de Madrid. Un lugar que mantendrá la atención mediática a las puertas de la finca y no en su interior, donde los Conde volverán a estar felices y unidos, aunque seatan solo por unas pocas horas.

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