La invitada inesperada en la primera comunión de la hija de Luis Alfonso
Esta cita consiguió lo imposible. Que los padres de Margarita volvieran a coincidir en el mismo lugar tras una polémica separación. Él, además, iba acompañado
La primera comunión de Eugenia, la hija de Luis Alfonso de Borbón y Margarita Vargas, celebrada el sábado pasado en el monasterio de las Descalzas Reales, reunió a casi toda la familia Franco y también a los Vargas Santaella. Los abuelos maternos de la comulgante, María Leonor y el multimillonario y propietario del Banco Occidental de Descuento (BOD), Víctor Vargas, estaban invitados, como no podía ser de otra manera. Lo que no se esperaba era que el banquero volara de Caracas a Madrid acompañado de su segunda mujer y sus dos hijos y asistieran todos juntos a la celebración. Una aparición que parte de la familia Franco y otros invitados no esperaban, ya que parece que la propia Margarita tuvo conocimiento unos días antes de esa decisión.
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Eugenia no solo era la primera nieta en la familia venezolana que cumplía con la liturgia religiosa, sino que además era la excusa perfecta para que los padres de Margarita coincidieran en un acto familiar después de una complicadísima separación. Los padres de Margarita Vargas estuvieron casados 34 años. En Venezuela hay que acreditar cinco años sin convivencia matrimonial para conseguir la sentenciay Leonor consideraba en aquel momento que no había pasado ese tiempo cuando el banquero pidió el divorcio. No facilitó las cosas hasta que ya no hubo vuelta atrás. Víctor Vargas había iniciado una nueva vida con la joven María Beatriz Hernández (30 años menor), con la que actualmente tiene dos hijos, Víctor (de cinco años) y María Guadalupe (de tres).
La relación entre los padres de Margarita ha sido nula durante estos años y en las celebraciones importantes se turnaban. Si asistía uno, no acudía el otro. Así fue en el décimo aniversario de boda de Luis Alfonso y Margarita, festejado el año pasado. Los duques de Anjou lo celebraron por todo lo alto convocando a 400 invitados, entre los que se encontraban el banquero y María Beatriz. Ni rastro de Leonor. Y lo mismo ocurrió en verano cuando se vieron imágenes de Luis Alfonso, Margarita y los niños compartiendo jornadas de polo en Sotogrande (Cadiz) con Víctor Vargas y su nueva familia.
Cordialidad ante todo
La madre, Leonor, una mujer muy religiosa cercana a los Legionarios de Cristo, entendió que sus dos hijas tenían que reencontrase afectivamente con su padre, como así fue. Ella mantuvo la lejanía de su exmarido hasta el día de la primera comunión de Eugenia, donde no tuvieron más remedio que encontrarse todos.
Primero en la iglesia de las Descalzas Reales y después en el chalet de La Finca, donde viven los duques de Anjou, lugar en el que se organizó el convite posterior. Desde el primer momento, se esperaba la asistencia de Víctor Vargas, pero no así de su esposa, aunque todo se resolvió con educación y buen talante por parte de todos.
A diferencia del resto de sus compañeros de colegio, Eugenia tomó la comunión en solitario. Luis Alfonso quiso rendir un homenaje a su familia. En la cripta de la iglesia están enterrados el duque de Cadiz, su hermano Fran y su tío Gonzalo de Borbón.
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