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Risas, espantadas y lipotimias en la boda de la hermana de Verdasco con un Ketama
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ANA BOYER Y ROSARIO, INVITADAS AL ENLACE

Risas, espantadas y lipotimias en la boda de la hermana de Verdasco con un Ketama

Se casaban la hermana del tenista y novio de Ana Boyer con el hijo de Juan Carmona. Rosario, Bibiana Fernández o Simoneta Gómez-Acebo, entre los invitados

Marcaban las 6 de la tarde y 29 minutos cuando el novio, Juan Carmona, llegaba a la parroquia de los Santos Apóstoles (Boadilla del Monte, Madrid) en un Rolls Royce granate descapotable. Junto a él, la madrina, vestida de Rosa Clará, diseñadora oficial de la ceremonia. El novio, hijo del cantante Juan Carmona, apenas podía articular palabra ante las preguntas de los periodistas. "Estoy un poco nervioso", acertaba a decir.


No debió llevar nada bien, por tanto, la eterna espera en el altar. La novia, Sara Verdasco, llegaba 15 minutos después. Lo hacía arropada por su padre, que se detuvo ante los medios para decir que "de momento, no estaban nerviosos".

Sara, con un vestido clásico de Rosa Clará, entraba en la iglesia arropada por aplausos y una música instrumental. "Juan iba muy guapo, pero de la novia me esperaba otra cosa la verdad", se le oye decir a una de las invitadas a la ceremonia. Sin embargo, como en todo, no todas las opiniones eran unánimes y sí hubo a quien le gustó mucho el vestido.

Conscientes de la expectación que generaba su enlace, Sara y Juan atendieron a los medios e incluso habilitaron un cordón de seguridad para que los fotógrafos pudieran trabajar cómodamente. Una armonía entre los reporteros que se rompió cuando llegaron Fernando Verdasco y Ana Boyer, los otros protagonistas, que no solo no respondieron a las preguntas de los periodistas, sino que nisiquiera posaron unos segundos para las cámaras. No hacerlo dificultó mucho el 'modus operandi', ya que la mayoría tuvo que echar a correr tras ellos para conseguir la ansiada foto.

Más sonrisas que lágrimas

Nada que ver con la cordialidad con la que atendieron a los periodistas Rosario Flores, que llegó con su hija Lola, Elena y Guillermo Furiase o Bibiana Fernández. Todos coincidían en que el enlace prometía. "Los Carmona y los Flores cuando se juntan se arma", decía la hija de Lolita.


A la salida de la iglesia se repitió prácticamente lo mismo que a la entrada. Rosario charló con Vanitatis de lo emocionante que había sido la ceremonia, mientras que Verdasco y Boyer abandonaban el recinto sin mediar palabra con los medios y generando un caos entre los fotógrafos que llegó a crear una fuerte discusión entre dos de ellos.

"Bueno, hay que entenderlos a ellos también", dice a Vanitatis una de las invitadas, la misma que nos desvela que la pareja se ha sentado con el resto de testigos a la izquierda del altar y que los dos hermanos de la novia han comulgado. "¿Ha habido lágrimas?", pregunta este medio. "Qué va, se han reído mucho con el cura", responden. Eso sí, el susto llegó cuando un invitado sufrió una lipotimia por el calor que hacía en la iglesia. Muchos invitados se salieron por este motivo, ya que los novios no querían que se abriesen las puertas para evitar fotos de la ceremonia.

Más de 300 invitados

Entre los 320 invitados que acudieron a la boda de Sara Verdasco y Juan Carmona destacó la presencia de Dafne Fernández. La actriz acudió con su actual pareja, Mario Chavarrría, y en la ceremonia se reencontró con su ex, Fernando Verdasco, con el que mantuvo un romance entre los años 2000 y 2005. Su ruptura dio paso a una amistad que a día de hoy conservan y Dafne no ha roto los lazos familiares que un día la unieron a la familia Verdasco, de ahí que Sara, la hermana de tenista, quisiera invitarla a su boda.

También acudieron al enlace Emiliano Suárez y su novia Carola Beleztena, que ya no ocultan su noviazgo; Rafael Amargo, Elsa Anka y Simoneta Gómez-Acebo, que colaboró en la organización nupcial y fue de las primeras en entrar a la iglesia.

Parte de esa organización eran los autobuses que fletaron para el traslado delos familiares del novio. En la luna delantera llevaban un cartel que rezaba "Boda de Juan y Sara" y que no dejaba lugar a dudasde cuál era el destino.La primera parada era la iglesia de los Santos Apóstoles de Boadilla del Monte y la segunda el restaurante La Cañada, el lugar escogido para el convite y que es propiedad de la familia de la novia. Allí la fiesta se alargó hasta la madrugada, tal y como esperaba la propia Sara, que, en conversación con algunos medios de comunicación horas antes del enlace, confesaba que esperaba que los invitados aguantasen para tomarse el chocolate con churros que les tenían preparado. Al contrario que otras novias famosas, la hermana de Verdasco no tuvo problemas en adelantar algunos detalles de su boda, esos que luego se venden a golpe de exclusiva en las revistas. Una pena, teniendo en cuenta ese detalle, que su hermano Verdasco ni siquiera lanzase una sonrisa a los fotógrafos.Su gesto terminó desluciendoun enlace muy flamenco.

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Marcaban las 6 de la tarde y 29 minutos cuando el novio, Juan Carmona, llegaba a la parroquia de los Santos Apóstoles (Boadilla del Monte, Madrid) en un Rolls Royce granate descapotable. Junto a él, la madrina, vestida de Rosa Clará, diseñadora oficial de la ceremonia. El novio, hijo del cantante Juan Carmona, apenas podía articular palabra ante las preguntas de los periodistas. "Estoy un poco nervioso", acertaba a decir.

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