Condenan a Josele Roman con 20.000 euros por afirmar que Espartaco Santoni la violó

Ocurrió el 19 de enero de 2003. En esa fecha, en el programa de Antena 3 'Tal cual lo contamos', la actrizMaria José Peralt Román, nombre real de Josele Román, afirmó que había sido violada por Espartaco Santoni hacíamás de 40 años. La entrevista televisiva se produjodespués de que Santoni hubiera fallecido en1998, 12 años antes de estas manifestaciones de la actriz.

Este lunes, la Sala I del Tribunal Supremoha condenado a Josele Román, aldirector del programa y a la productora por intromisión ilegítima en el derecho al honor de Espartaco Santoni, al afirmar la actriz que este la había violado hace más de 40 años, según la sentencia a la que ha tenido acceso Vanitatis.

La indemnización es para la hija de Espartaco

El Supremo ha desestimadolos recursos de Maria José Peralt Romány los otros condenados contra la sentencia de la Audiencia Provincial de Madridy destaca que el requisito de veracidad que se exige en el ámbito de la libertad de información no se cumplió en este casoy que no es discutibleque la violación, además de constituir un delito de agresión sexual, despierta un especial rechazo o repulsa social, por lo que la ofensa al honor de Espartaco Santoni era objetivamente grave por sí misma.Los condenados deberán pagar solidariamente una indemnización de 20.000 euros por daño moral aPaola Borga Villar, hija de Santoni.

La sentencia es clara: "No existió ninguna neutralidad por parte del programa de televisión.Antesbien, las voces en 'off' y las sobreimpresiones en pantalla amplificaron las declaraciones de la Sra. Peralt Román en la parte referida al episodio con D. Espartaco Santoni, llamando la atención del telespectador. Hubo, pues, una edición o montaje del programa, grabado antes de su emisión, que desmiente cualquier atisbo de reportaje neutral”.

Explican los magistrados que la condición de personaje público de Espartaco Santoni“no le exponía sin embargo a cualquier imputacióny menos a la de haber cometido una violación, por más que hubiera publicado un libro sobre sus múltiples relaciones amorosas y cualquiera que sea el juicio que pueda merecer el contenido de ese libro, en el que no aparecía mencionada la Sra. Peralt Román”.

Por último, conrelación a los argumentos fundados en la escasa credibilidad de la Sra. Peralt Román sonpara el Supremo“inaceptables e, incluso, redundan en la ilegitimidad de la intromisión, porque apenas cabe mayor falta de diligencia en un medio de comunicación que la de entrevistar a una persona poco creíble que acusa a un personaje público ya fallecido de haberla violado, emitir la entrevista después de grabarla, conociendo por tanto su contenido, e ilustrarla con comentarios y rótulos propios, aumentando así la gravedad de la intromisión”.

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