Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa, tarde de sol y sombra con José Tomás
La 'socialite' y el nobel serán algunos de los privilegiados que vean 'in situ' al diestro en Alicante. Ya tienen reserva incluso en un restaurante de la ciudad para ir a cenar después
La afición de Mario Vargas Llosa por el mundo taurino es de sobra conocida. Cuando se encuentra en España durante la Feria de San Isidro es raro no verle en Las Ventas alguna de las tardes. De hecho, incluso si se tercia, viaja a Sevilla para acudir a La Maestranza o a cualquier otra plaza donde el cartel sea interesante. Y en su afición por la llamada fiesta nacional ha arrastrado a Isabel Preysler, que hasta que se ennovió con el nobel nunca se la había visto en un tendido. Y eso que su amiga Nuria González la ha invitado en muchas ocasiones a su abono en Las Ventas. Ella siempre dijo que no. La razón que daba era que no disfrutaba con las faenas de los diestros y que lo pasaba mal. Pasó algo parecido con el fútbol, cuando apareció un par de veces en los partidos en los que jugaba el Real Madrid y se llegó a rumorear una posible amistad entrañable con Florentino Pérez, presidente de los blancos. Fue una historia que interesó poner en circulación y que se desinfló rápidamente. Nunca más se la ha vuelto a ver en un estadio.
Pero como el amor lo puede todo, la 'reina de corazones'se ha adaptado a las aficiones y gustos de su novio. Se les vio juntos hace unos meses en Las Ventas en un cartel donde toreaba David Mora y el peruano Andrés Roca Rey, una de las promesas del mundo taurino.
Ahora, si no hay cambios de última hora, la pareja mediática reaparecerá la tarde de este viernes en la plaza de Alicante. Hasta esa ciudad se han desplazado Mario e Isabel para disfrutar de las faenas de José Tomas y los hermanos José Mari y Manuel Manzanares en la FeriaHogueras de San Juan. Es tanta la expectación que la reventa superaba días antes los 2.000 euros y dicen que ha podido alcanzar hasta los 3.000. El nobel y su novia no tienen problemas en este aspecto porque las entradas estaban en su poder desde hace tiempo.
Después, Vargas Llosa y Preysler tienen intención de cenar en el restaurante Nou Manolín, que además de ser un clásico de toda la vida en Alicante se convierte en el centro de reunión tras las corridas de los aficionados.
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La afición de Mario Vargas Llosa por el mundo taurino es de sobra conocida. Cuando se encuentra en España durante la Feria de San Isidro es raro no verle en Las Ventas alguna de las tardes. De hecho, incluso si se tercia, viaja a Sevilla para acudir a La Maestranza o a cualquier otra plaza donde el cartel sea interesante. Y en su afición por la llamada fiesta nacional ha arrastrado a Isabel Preysler, que hasta que se ennovió con el nobel nunca se la había visto en un tendido. Y eso que su amiga Nuria González la ha invitado en muchas ocasiones a su abono en Las Ventas. Ella siempre dijo que no. La razón que daba era que no disfrutaba con las faenas de los diestros y que lo pasaba mal. Pasó algo parecido con el fútbol, cuando apareció un par de veces en los partidos en los que jugaba el Real Madrid y se llegó a rumorear una posible amistad entrañable con Florentino Pérez, presidente de los blancos. Fue una historia que interesó poner en circulación y que se desinfló rápidamente. Nunca más se la ha vuelto a ver en un estadio.