Mariano Rajoy y Viri Fernández: historia de un beso viral tras la victoria en las elecciones
La actitud de la mujer del presidente contrastó con la del resto de las mujeres fuertes del PP cuando salieron al balcón de la sede del Partido Popular en la calle Génova de Madrid
"A mi mujer". Así, y con un beso algo precipitado y forzado, finalizaba Mariano Rajoy un victorioso discurso tras el éxito de su partido en las elecciones generales de este 26 de junio. La respuesta de Viri Fernández, siempre discreta y en un segundo plano, era aún más tímida de lo que lo había sido minutos antes, cuando tanto ella (en primer lugar) como el resto de las mujeres fuertes del PP, salían al balcón de la sede del Partido Popular en la calle Génova de Madrid. Mientras que Cristina Cifuentes, Soraya Sáenz de Santamaría o María Dolores de Cospedal se mostraban efusivas, la primera dama del gobierno aparecía algo tímida y esbozaba una discreta sonrisa que se mantuvo cuando Rajoy le dio un beso que incendió las redes sociales. La aparente timidez también estuvo presente durante aquellos momentos en los que el presidente del gobierno en funciones botaba al ritmo del 'Que viva España' para deleite de sus votantes.
[Vea aquí cómo vistieron las 'primeras damas' en el 26J]
Si en el momento de acudir a las urnas Elvira Fernández fue la más formal en lo que a atuendo se refiere, a medianoche eligió una blusa de manga corta con el cuello abierto y textura aparentemente liviana. Su sencillez, de hecho, contrastaba con la rigidez y planificación del vestuario de las 'baronesas' del PP, especialmente el de Cospedal. Elvira Fernández nunca ha sido un dechado de expresividad o de muestras públicas de afecto. Quizá por eso, algunos espectadores del beso que le dio su marido en público, aprovecharon ese carácter hermético para parodiarlo en las redes sociales.
[Vea aquí cómo votaron los famosos en las elecciones generales]
Un apoyo para un resultado decepcionante
En otro lado de Madrid, en la sede del PSOE situada en la calle Ferraz, Pedro Sánchez hablaba ante sus votantes minutos antes de que el Partido Popular celebrase su victoria por todo lo alto. Aunque el esperado 'sorpasso' que anunciaban las encuestas no se produjo finalmente, el líder socialista no se mostró especialmente victorioso. Reconociendo la derrota pese a conservar la segunda posición entre los partidos más votados, Sánchez tuvo el apoyo, minutos antes de hablar ante la prensa, de su mujer: Begoña Gómez, sonriente entre los militantes del Partido Socialista. En este caso también hubo beso, aunque menos sonado que el de Rajoy. Este no tuvo tanta repercusión en las redes sociales ni fulminó dispositivos móviles a base de ser reproducido.
Algo más solo frente a la derrota y los malos resultados electorales estuvo Albert Rivera, que hizo todo lo posible por sacar algo positivo de los malos resultados de Ciudadanos sin tener cerca a Beatriz Tajuelo. Por su parte, Pablo Iglesias y Alberto Garzón animaron, mano a mano y en mitad de una fiesta multitudinaria para sus votantes, a aquellos que vieron con frustración cómo Unidos Podemos se quedaba como tercera fuerza política en nuestro país, una posición muy por debajo de lo esperado en las encuestas. Sin embargo, ni Iglesias y Garzón ni Gómez y Sánchez pudieron superar en viralidad a ese beso entre el presidente del Gobierno en funciones y su esposa; un tímido 'pico' que algunos llegaron a comparar (desfavorablemente y con algo de sorna) con el de Iker Casillas y Sara Carbonero en la final del Mundial 2010. Y eso que entonces Twitter aún estaba en pañales...
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"A mi mujer". Así, y con un beso algo precipitado y forzado, finalizaba Mariano Rajoy un victorioso discurso tras el éxito de su partido en las elecciones generales de este 26 de junio. La respuesta de Viri Fernández, siempre discreta y en un segundo plano, era aún más tímida de lo que lo había sido minutos antes, cuando tanto ella (en primer lugar) como el resto de las mujeres fuertes del PP, salían al balcón de la sede del Partido Popular en la calle Génova de Madrid. Mientras que Cristina Cifuentes, Soraya Sáenz de Santamaría o María Dolores de Cospedal se mostraban efusivas, la primera dama del gobierno aparecía algo tímida y esbozaba una discreta sonrisa que se mantuvo cuando Rajoy le dio un beso que incendió las redes sociales. La aparente timidez también estuvo presente durante aquellos momentos en los que el presidente del gobierno en funciones botaba al ritmo del 'Que viva España' para deleite de sus votantes.