Las más que movidas vacaciones de Carmen Martínez Bordiú

Una de las cualidades de Carmen Martínez Bordiú es la facilidad que tiene para hacer y deshacer las maletas. Entre etapa y etapa viajera, con parada en Madrid, se fue de cena con su exnovio y ahora amigo entrañable Luis Miguel Rodríguez, dueño de Desguaces La Torre. Eligieron el restaurante El Trasgo, en Torrelodones, a 30 kilometros de Madrid. El empresario y 'La Bordi', como él la llama, disfrutaron de una noche de verano. Hace tiempo que dejaron de ser pareja, pero se entienden en todos los sentidos a la perfección. De hecho, Carmen confesó en la entrevista televisiva a Bertín Osborne que "solo he estado enamorada de Luismi. A mis 60 años puedo decirlo así de claro". Una vez que se terminó la historia ambos siguen manteniendo una relación importante.

Carmen no es mujer de estarse quieta. Como si quisiera emular a Phileas Fogg, este verano no ha parado, desde que a finales de julio viajó a Islandia con un grupo de amigos, entre los que se encontraba Fiona Ferrer. Esa vez tuvo tiempo para desplazarse por tierra (coche), mar (ferry) y aire (avión privado y helicóptero). Pasó por Madrid para cambio de equipaje y volar a Palma. Esta vez con su hija Cinthya. Fue un plan solo para chicas, porque su yerno, médico de profesión, no tenia días libres. Hizo poca vida social y ninguna de las dos se dejó ver por la Copa del Rey de Vela. Madre e hija tienen su caché y, por lo tanto, "ir por ir" no entra dentro de sus planes veraniegos.

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Tras estos días con su hija en Palma, de nuevo pasada por la Villa y Corte para, otra vez, realizar un cambio de vestuario y poner rumbo a Santander, donde aún tiene la casa que compartió con su cuarta pareja y tercer marido, José Campos. Es con el único con quien Carmen no mantiene contacto. No acabaron bien e incluso hubo cruce de acusaciones por temas relacionados con la economía doméstica. El cántabro solicitaba determinadas cantidades y su exmujer otras bien diferentes. Como dice la nietísima, "mientras me deba dinero no hablo. No tengo problemas con nadie, pero idiota tampoco soy".

La cuarta parada ha sido Sotogrande, invitada por su hijo Luis Alfonso y su nuera, Margarita, que ha conseguido, como en el circo, "lo más difícil todavía". La duquesa de Anjou, una mujer dulce y equilibrada, es capaz de reunir en el mismo espacio geográfico a su padre, el millonario Víctor Vargas, a su nueva familia y a María Leonor Santaella, con quien el banquero venezolano mantuvo un divorcio contencioso. Margarita apoyó a su madre, que oficialmente era la parte más débil. El tiempo y el dinero todo lo cura y lo que fue un drama es ahora una historia pasada.

Y en el caso de la abuela Carmen, los años también cambian la manera de relacionarse con la familia. No fue una madre a tiempo completo, como sucede con los hijos de padres divorciados, pero sí es ahora abuela 'babysitter' cuando está con su tres nietos. En Sotogrande tampoco hizo vida social y se dedicó a Eugenia y los mellizos Luis y Alfonso. Dice de la niña que es "ya una señorita, hablamos mucho y me divierten sus conversaciones".

Como si se tratara del Camino de Santiago, a Carmen aún le queda una cuarta etapa, que tiene a la comunidad gallega como punto de encuentro: el pazo de Meirás, donde pasa parte de sus vacaciones la duquesa de Franco con algunos de sus hijos y nietos. Hace un par de años, cuando Carmen y Luis Miguel Rodríguez eran novios, el empresario también compartió verano con los Franco.