Ferdinand, el nieto piloto del barón Thyssen que compite en el Eurofórmula Open

Apenas tiene 19 años. La noble cuna de la que proviene parece serle bastante ajena. Sus padres son los archiduques de Austria, Francesca Thyssen y Carlos de Habsburgo. Eso lo convierte, además, en nieto del fallecido barón Thyssen y en miembro de una de las familias de más noble cuna del mundo. En junio de 2016, FerdinandZvonimir Maria Balthus Keith Michael Otto Antal Bahnam Leonhard de Habsburg-Lorena y Thyssen-Bornemisza, el nombre completo de este joven de cara angulosa y mirada tristona, formaba parte de una puesta de largo junto a sus hermanas Eleanora y Gloria en un baile organizado en Casa Pilatos, el sevillano palacio de los Medinaceli. Sin embargo, a este 'millennial'nacido en 1997 parecen interesarle más el mundo de los motores y las carreras a pie de pista que el de las galas de postín en las que se suele presentar a los cachorros más ilustres de la 'jet set'. Tanto es así que estos días acaba de participaren elEurofórmula Open, un campeonato europeo de monoplazas en el que compiten jóvenes pilotos,con el equipo Drivex. De hecho, ocupa el segundo lugaren el certamen europeo que sustituyó al Nacional de Fórmula 3 yse situó a 47 puntos del líder, el italiano Pulcini.

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Paloma Barrientos

A pesar de que su gran sueño es competir en la Fórmula 1, parece que todavía le quedan algunos más para conseguirlo, pese a que sus logros no son precisamente escasos. Nacido en Salzburgo un 21 de junio de 1997, el biznieto del último emperador de Austria, Carlos I, Ferdinandostenta los títulos de príncipe imperial de Austria y príncipe real de Hungría. Sin embargo, dicen queen su equipo apenas se dan las alusiones a su posición nobiliaria. Eso sí, aquellos que lo rodean saben que está tan bien preparado para el deporte como para otros menesteres. Los datos están ahí para demostrarlo: completó su educación secundaria y el bachillerato en la prestigiosa Escuela Internacional del Danubio en Viena y además habla cinco idiomas. En cuanto a la preparación deportiva, sus padres tampoco dejaron nada al azar. Desde que tenía 8 años ha practicado la hípica, la esgrima o el kung-fu. Sin embargo, fue el mundo del motor el que acabó enamorándole definitivamente.

Con apoyo familiar y sin novia a la vista

Un repaso a las redes sociales confirma esa pasión por los coches. Sin embargo, en ellas apenas hay rastro de novia o pareja alguna que le felicite tras los triunfos en el podio. Su perfil en Facebook, por ejemplo, sí despeja otra duda no menos importante: ¿qué piensa su distinguida familia de una profesión alejada de los salones de lujo y las vajillas de porcelana? Por lo visto su madre, Francesca, la hija más famosa del barón (al menos en lo concerniente a la prensa rosa) está encantada. "Supiste reconocer muy pronto tus habilidades y eres un brillante ejemplo para aquellos que todavía están buscando su camino", le comenta orgullosa en una de sus fotografías.

El orgullo es notorio, ya que hace apenas un año, en septiembre de 2015, el chico sufrió un percance que casi le cuesta la vida. Mientras participaba en la Renault 2.0, celebrada en el circuito de Silverstone, su monoplaza salió despedido y se elevó, según la prensa especializada, a más de tres metros de altura, impactando poco después contra el asfalto. Pese a salir despedido por los aires, el joven salió ileso y por su propio pie del automóvil. Al contrario que otras, su familia lo apoya incondicionalmente tratando de olvidar el susto. Él resume su pasión con un exclamativo: "I love racing!", uniéndose al club de aquellos que cambiaron la placentera existencia de sangre azul por el ruido y la furia del deporte y la vida real.

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