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Sexo, drogas y secuestros fingidos: la caída en desgracia de Lapo Elkann (Fiat)
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UNA VIDA LLENA DE ESCÁNDALOS Y POLÉMICAS

Sexo, drogas y secuestros fingidos: la caída en desgracia de Lapo Elkann (Fiat)

El heredero de la marca Fiat, conocido por sus extravagancias y numerosas desventuras que no dejan indiferente a nadie, ha vuelto a la palestra mediática tras protagonizar su enésimo escándalo

Foto: Lapo Elkann en un fotomontaje de Vanitatis
Lapo Elkann en un fotomontaje de Vanitatis

Lapo Elkann luce las palabras 'independiente' e 'indomable'tatuadas en sus brazos y no en vano, ya que si por algo es conocido el heredero de Fiat es por sus incontables y excéntricas hazañas y desventuras al margen de lo políticamente correcto. La última ha sido un arresto en Nueva York por fingir su propio secuestro y pedir a su familia 10.000 dólares, en concepto de hipotético rescate.

Justo antes de su viaje a Estados Unidos, que acabó siendo más turbulento de lo que esperaba, el propio Elkann subió a Instagram un vídeo en el que, en un perfecto inglés y ataviado con un elegante traje rojo, explicaba a sus seguidores que estaba a punto de emprender un viaje de trabajo que le llevaría a varios países para desarrollar nuevas e importantes ideas que muy pronto haría públicas.

Lo que finalmente terminó siendo público fue su desenfrenado fin de semana de drogas y alcohol, en compañía de una prostituta transexual y su secuestro simulado para pedir a su familia 10.000 dólares después de terminar el dinero. Desde que el escándalo aterrizó en el primer plano de la actualidad italiana, copando minutos en las tertulias televisivas y radiofónicas y portadas en la mayoría de medios, tanto nacionales como regionales, en el país transalpino muchos se preguntan cómo es posible que un miembro de una de las familias más ricas del mundo tenga problemas para conseguir 10.000 dólares. La respuesta de algunos es la de que sus parientes, para intentar controlarle, le habían cerrado el grifo en forma de tarjeta bancaria de prepago, que agotó en un fin de semana, mientras que otros, como el 'paparazzi' y amigo personal de Lapo desde hace tiempo, Max Scarfone, apuntan a una “trampa” que le pudo tender una tercera persona. A pesar de que de las informaciones de la policía no se desprende ninguna señal de la existencia de un tercer implicado, Scarfone sostiene que posiblemente otro amigo estaba con él en ese momento.

El 'paparazzi' se confiesa incrédulo ante la última peripecia de Lapo, que define como “un calentón del momento” y afirma que tras superar épocas más convulsas, ahora estaba bien, centrado en el trabajo y comenzaba a ver la luz al final del túnel. “Siempre le he visto trabajar. Para fotografiarlo tenía que levantarme a las seis y media de la mañana, no paraba nunca”, contaba Scarfone en la televisión italiana, donde definía a su amigo Lapo como “un buen chico, humilde y muy generoso”.

Lapo Elkann, de 39 años, es rico, elegante y poderoso, el estilo hecho persona. También excéntrico y polémico. Pertenece a una de las familias más influyentes de Italia: los Agnelli, dueños del imperio Fiat y que, en ausencia de una monarquía, son lo más parecido a la familia real del país.

Lapo también lleva tatuada otra de sus grandes pasiones: el Juventus de Turín, club deportivo que además es propiedad de la estirpe de los Agnelli, que más allá de la Fiat, la joya de la corona, posee un conglomerado de empresas que van desde operadores turísticos hasta grupos editoriales que controlan los principales medios de comunicación del país.

El secuestro fingido no es el primer escándalo que protagoniza Lapo Elkann, que aterrizó por primera vez en la prensa internacional en caída libre y sin paracaídas en 2005, cuando fue hospitalizado por sobredosis tras una larga noche de fiesta en compañía de varios transexuales. A pesar de que este episodio no fue ni el primero ni el último del estilo protagonizado por el rico heredero, sí marcó un antes y un después en su vida mediática y su relación con los negocios de la familia Fiat. A partir de ese momento se desligó de los negocios del imperio Agnelli y emprendió su carrera en solitario, como fundador de una empresa dedicada al diseño de gafas de sol de lujo, a la que llamó Italia Independent, y otra que ofrece diseños personalizados para todo tipo de vehículos de alta gama, ‘Garage Italia Customs’. Con estas nuevas iniciativas, Lapo intentó consagrarse con una imagen de hombre hecho a sí mismo, volcado en sus negocios y emprendedor incansable lleno de ideas y afán de superación.

Lo cierto es que su potencial para el 'marketing'jugó un importante papel en el éxito del lanzamiento del nuevo modelo del Fiat 500 y ayudó al impulso de la imagen del gigante automovilístico en época de apuros. Pero en la actualidad, sus empresas fuera de las fronteras del imperio Agnelli no van del todo bien y, abrumadas por la competencia y la crisis económica, se desploman en la bolsa.

Aunque parecía que con esta nueva etapa se había reformado por completo, Lapo, que en 2013 confesó en una entrevista al diario 'Il Fatto Quotidiano' haber sufrido abusos sexuales con 13 años en un colegio de jesuitas, ha continuado los últimos años abonado al escándalo. En 2011 volvió a saltar a la palestra cuando dejó aparcado su coche de lujo en las vías del tranvía en Milán, obstaculizando el tráfico en el centro de la ciudad. Desde entonces, los escándalos y deslices del excéntrico heredero se han ido sucediendo, desde chantajes de 'paparazzi' y anónimos para evitar la difusión de imágenes comprometidas de momentos de parranda, como los vídeos que dos jóvenes le grabaron en Milán semidesnudo y en estado de confusión después de una noche de excesos, hasta el beso que robó a Uma Thurman en el Festival de Cannesy que enfadó a la actriz.

El periodista italiano que mejor conoce a los Agnelli, Gigi Moncalvo, que ha plasmado sus años de investigación en varios libros sobre las controversias de la familia, como ‘Los lobos y los Agnelli’ (juego de palabras, ya que el apellido Agnelli en italiano significa 'corderos') o ‘Secretos de los Agnelli’, cuenta a Vanitatis alguna polémica menos conocida protagonizada por Lapo. Ocurre un día de invierno en la principal estación ferroviaria de Turín, cuando la policía encuentra a un joven semidesnudo tirado junto a las vías, sin documentación y sin dinero que no para de repetir que es el nieto de Gianni Agnelli y que llamen a la Fiat. Más tarde, siempre según la versión de Moncalvo, el joven cuenta que subió a un tren con destino a Milán con otro chico que le violentó, le robó y le desnudó para después abandonarlo. Después de que los agentes llamaron a la Fiat y comprobaron que, efectivamente, se trataba de Lapo Elkann, recibieron una llamada de sus superiores que les indicaba que aquel suceso debía quedar en secreto. Podría ser el primero o uno más de una larga lista de escándalos asociados al nombre de Lapo Elkann.

Para Moncalvo, Lapo es una “situación de emergencia” para la familia, que debería controlarlo de cerca y protegerlo sobre todo de sí mismo. Pero en su entorno familiar las circunstancias tampoco son fáciles: no mantiene contacto con su madre, Margherita Agnelli; su padre, el escritor Alain Elkann, se ha desentendido de él, y su hermano, John Elkann, actual presidente de Fiat y la antítesis de Lapo, lleva tiempo levantando una barrera entre los negocios familiares y los altercados de su hermano.

A pesar de lo polémico de sus andanzas, la opinión pública italiana se muestra benévola y comprensiva con el Agnelli más controvertido. Sus lapsus se toman como algo divertido, más que dramático, en cierto modo gusta su extravagancia y son muchos los mensajes de apoyo que recibe a diario de sus miles de seguidores, que lo ven como alguien auténtico, que no se esconde.

Aún está por ver dónde le llevará su enésima desventura. Por lo pronto, el próximo 25 de enero tiene una cita en los juzgados de Nueva York, acusado de denunciar un falso secuestro.

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Lapo Elkann luce las palabras 'independiente' e 'indomable'tatuadas en sus brazos y no en vano, ya que si por algo es conocido el heredero de Fiat es por sus incontables y excéntricas hazañas y desventuras al margen de lo políticamente correcto. La última ha sido un arresto en Nueva York por fingir su propio secuestro y pedir a su familia 10.000 dólares, en concepto de hipotético rescate.

Lapo elkann
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