Cayetano Martínez de Irujo: "Lo único que no he pasado es hambre, todo lo demás sí"

Cayetano Martínez de Irujo es sin duda el hijo de Cayetana de Alba que más titulares ha dado a la prensa. El jinete vuelve a la carga con una extensa y sincera entrevista para la revista 'Vanity Fair', en la que habla de su relación con su madre, con su hermano, con su exmujer Genoveva Casanova y su salida de la Fundación Casa de Alba. El único tema que no quiere tocar es su reciente relación con la joven Bárbara Mirjan, porque lamenta que su vida amorosa ha estado demasiado expuesta.

"De joven yo confundía el amor con el sexo porque me faltó el afecto de mi madre. Buscaba en las mujeres el cariño que ella no me dio", lamenta el jinete en las páginas de la revista. Cayetano define a su madre como "una leona" que "protegía y admiraba al fuerte e ignoraba al débil. Era generosa con la gente, pero le costaba tratar con los débiles". De carácter parecido, reconoce que chocaban mucho: "Cuando mi madre se cabreaba, temblaba hasta la última columna del palacio".

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La relación de la duquesa de Alba y su hijo mejoró en los últimos seis años de vida de Cayetana de Alba. Tal fue la complicidad entre madre e hijo que fue él el encargado de comunicar a sus hermanos la boda con Alfonso Diez. "Al principio fue difícil para todos. Pero Alfonso es inteligente, conciliador, amable. Adoraba a mi madre y fue un gran compañero para ella", zanja.

En su repaso por su familia no podía faltar hablar de su relación con Carlos, su hermano mayor y duque de Alba. "Nos llevamos bien, pero somos muy diferentes. A Carlos le produzco desconcierto. Quizá le sobrepasa mi forma de ser", explica. Los problemas entre ambos empezaron a la muerte de Cayetana de Alba, cuando Cayetano tuvo que dejar el palacio de Liria y la Fundación Casa de Alba. "Mi hermano Carlos no me echó, me invitó a que me fuera y lo entendí porque necesitaba mi zona del palacio para sus hijos". Pero sí le dolió su salida de la fundación: "Eso sí que fue difícil. Pasé seis meses muy desestabilizado. Fui su leal escudero y él no lo ha sabido apreciar".

Su relación con Eugenia Martínez de Irujo tampoco ha sido idílica: "Con Eugenia intenté ser padre, hermano y amigo. Y lo sigo intentando. A lo mejor fallé un poco en todo. Estoy seguro de que cometí muchos errores porque algo se ha roto dentro de ella con respecto a mí. Me gustaría que confiara más en mí como antes".

"Me quedé sin casa y sin trabajo"

Tras su salida de la Fundación Casa de Alba y del palacio de Liria, Cayetano Martínez de Irujo vivió sus peores momentos. "A partir del 1 de enero de 2015, yo me quedé sin casa y sin trabajo, en la calle, por decirlo de alguna manera. Pasé a tener cero ingresos y muchos gastos: los de mis hijos, los de mi exmujer, la finca de Sevilla, la marca Casa de Alba, que aún no genera ganancias -rememora-. Hace años me metí en un mal negocio y no podía pagar las facturas de la luz de mi casa con mis hijos y Genoveva dentro. Lo único que yo no he pasado es hambre, todo lo demás sí".

Tras sus problemas de salud, la relación del duque y su exmujer ha mejorado tras varios años de tiranteces por el divorcio. "Ahora me llevo bien con Genoveva. Cuando has tenido los dos años que yo he tenido y estás a punto de morir, dejas las tonterías a un lado", explica. Ahora busca una mujer "que me entienda, me dé estabilidad y tranquilidad", lo que parece haber encontrado en Mirjan, de quien, al menos por ahora, prefiere no hablar.

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