La viuda de Johan Cruyff vende la mansión familiar de Barcelona por 5,3 millones
A menos de un año del fallecimiento del entrenador, Danny Cruyff saca a la venta el hogar donde crió a sus tres hijos, disfrutó de sus ocho nietos y vivió su historia de amor
El 24 de marzo de 2016 murió el mítico entrenador neerlandés del F.C. Barcelona Johan Cruyff. Padecía un cáncer de pulmón y falleció en Barcelona, a los 68 años de edad, en la ciudad que le vio nacer y triunfar profesionalmente. Ahora, la que fue su mujer durante 40 años, Diana Margaretha Coster (y madre de sus tres hijos: Joshua (46), Susila (43) y Jordi (41), que les dieron ocho nietos), conocida como Danny Cruyff, ha decidido deshacerse de la casa familiar en dos calles del paseo de la Bonanova y con vistas a la clínica Teknon de Barcelona. ¿El motivo? El peso de los recuerdos. El precio de salida de este palacio unifamiliar con sabor neoclásico, que está en la confluencia de las calles Margenat y Escuelas Pías, es de 5,3 millones de euros, según reza en la web de Engel & Völkers.
490.000 euros pagados en seis años
La denominada casa torre tiene 594 metros útiles (y 467 metros de jardín) distribuidos en nueve habitaciones, siete baños y cuatro plantas. La planta sótano, con acceso desde la calle por la entrada de servicio o desde el jardín, ha sido rediseñada para ubicar en ella una sala de juegos, sala escritorio y otra sala polivalente; también se encuentra el área de servicio, una bodega y el parking para dos coches. Además tiene, según detalla la inmobiliaria, "amplias estancias de techos altos y artesonados y goza de un ascensor de mediados del siglo pasado".
Esta vivienda saltó a la prensa en 2012 cuando fue objeto de un robo. Un grupo de ladrones se llevaron objetos por un valor de unos 500.000 euros. Entre los objetos robados había joyas, plumas y relojes de oro, así como algunos de los trofeos que el exfutbolista y exentrenador ganó durante su carrera deportiva.
Esta espectacular vivienda fue construida en 1936 y renovada por el entrenador, que la adquirió en 1991. El holandés pidió entonces una hipoteca de casi 490.000 euros con una entidad de su país que canceló a los seis años. Por lo que la propiedad no tiene ninguna carga, aunque la hipoteca no ha sido cancelada en el registro de la propiedad. Un trámite que le queda por hacer a la viuda del entrenador.
Sus hijos ya tienen una asentada vida alejada del hogar familiar. El mayor de ellos, Joshua, es también futbolista y ha jugado en el juvenil B azulgrana. Susila, cuyo nombre indio vio su madre en un libro, es empresaria y emprendió una aventura con una empresa de diseño y venta de ropa que no llegó a buen puerto. Jordi jugó al fútbol, también en el Barça y también con Holanda, pero nunca llegó a la categoría de su padre. Jordi terminó su carrera como jugador en Ucrania y desde 2012/13 está en la dirección deportiva del Maccabi de Tel Aviv. También tiene negocios de promoción inmobiliaria en Barcelona. Se casó en Ibiza en 2006 y a su boda asistieron Laporta y Guardiola.
Un legado inmobiliario entre Barcelona y Sitges
La propiedad no está muy lejos de otro palacete, el que es sede de la Fundación Johan Cruyff, en la vecina calle Pomaret. El proyecto más querido del entrenador y su mujer está dedicado a ayudar a niños con discapacidades y después a jóvenes de todo el mundo que viven en zonas de más riesgo de exclusión social y cuentan con menos recursos. Arquitectónicamente el palacio de la calle Pomaret presenta bastantes similitudes con el que está ahora en venta.
Su viuda heredó un tercer inmueble en este privilegiado barrio de Barcelona, concretamente en la calle Mandri. Se trata de un impresionante ático de 163 metros cuadrados con una gran terraza, que sí tiene una hipoteca abierta. Aunque algunas fuentes aseguran que Danny quiere volar lejos de Barcelona, lo cierto es que la mujer de Cruyff tiene un buen patrimonio inmobiliario en la zona y posee una tercera propiedad en este barrio. No muy lejos de la capital, en Sitges, también tiene a su nombre otro inmueble con vistas al mar.
Ibiza en el corazón
Pero si hay un lugar especial para los Cruyff es la isla de Ibiza. Allí se casó su hijo, el entrenador y jugador Jordi, en una romántica boda en la playa de Sa Estanyol y actualmente el hijo de Johan Cruyff es desde 2016 copropietario del Ibiza CF, un club de Regional al que quiere profesionalizar y ascender gradualmente de categoría.
Su madre tiene en la isla varias propiedades. Destacan, una casa de 500 metros cuadrados en la zona de Davall sa Serra, en Sant Josep y otra, en la parte más oriental de la isla, en la zona de Santa Eulalia del Río. En la ciudadela de Menorca, también posee un inmueble a nombre de una de sus sociedades: Lapwing SL, de la que ella es accionista minoritario. Una sociedad, dedicada a la promoción inmobiliaria, cuyo accionista mayoritario, es su hijo Jordi. Bajo esta sociedad limitada, que goza de una buenísima salud mercantil con 809.621 euros de resultado de balance de cuentas del ejercicio fiscal de 2015, también hay varias propiedades en Madrid: en la zona Pozuelo de Alarcón y otras, en Valdemoro. Pese a quienes aseguran que Danny quiere vender todo su patrimonio en España, lo cierto es que la holandesa -de momento- solo ha puesto a la venta la más emblemática de las propiedades que heredó de su marido.
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El 24 de marzo de 2016 murió el mítico entrenador neerlandés del F.C. Barcelona Johan Cruyff. Padecía un cáncer de pulmón y falleció en Barcelona, a los 68 años de edad, en la ciudad que le vio nacer y triunfar profesionalmente. Ahora, la que fue su mujer durante 40 años, Diana Margaretha Coster (y madre de sus tres hijos: Joshua (46), Susila (43) y Jordi (41), que les dieron ocho nietos), conocida como Danny Cruyff, ha decidido deshacerse de la casa familiar en dos calles del paseo de la Bonanova y con vistas a la clínica Teknon de Barcelona. ¿El motivo? El peso de los recuerdos. El precio de salida de este palacio unifamiliar con sabor neoclásico, que está en la confluencia de las calles Margenat y Escuelas Pías, es de 5,3 millones de euros, según reza en la web de Engel & Völkers.