La hija de Isabel Álvarez de Toledo (la duquesa roja) saca a subasta un palacio en ruinas
Un palacio cántabro que languidece hasta la ruina. La propietaria condenada. Dos hermanos enfrentados por su destino y una subasta judicial que acaba de arrancar
"Sacar el palacio de Mortera en pública subasta con esta incertidumbre es un despropósito. Lo lógico es que se subastase una vez reparado por quienes hemos incumplido nuestro deber de conservación. Se demuestra así la total falta de rigor y coherencia de las leyes de Protección de Patrimonio que se aplican según a quién. Confío en que el día de mañana nadie nos venga con una querella por estafa". El que habla es Gabriel González de Gregorio, uno de los tres hijos de Isabel Álvarez de Toledo, más conocida como la duquesa roja, que se mostraba preocupado por el anuncio que este fin de semana hizo su hermana Pilar, que declaró a 'ABC' que había puesto el mencionado palacio en subasta pública sin hacer hincapié, eso sí, en que la propiedad más que abandonada tiene un expediente de ruina y es un Bien de Interés Local (BIC) -con las obligaciones que conlleva-, según ha podido saber esta publicación.
Isabel Álvarez, condenada por abandonar el palacio
La propiedad está situada en Mortera, en el cántabro término municipal de Piélago, y consta de varias edificaciones (el cuerpo principal de la casa hasta las caballerizas, la biblioteca y el pabellón de servicios) que suman 1.512 metros cuadrados, en una parcela de 20.384, que ha ido perdiendo metros después de una recalificación acontecida hace cinco años. Es por eso que el palacio actualmente está rodeado de urbanizaciones de nuevo cuño, como se pude ver en la imagen de arriba. El último habitante de este lugar rodeado de palmeras centenarias fue la condesa de la Mortera y se la dejó a sus tres biznietos en herencia cuando falleció en 1968, aunque la duquesa de Medina Sidonia quedó como administradora y usufructuaria. Pero en 2003 los tribunales le retiraron el derecho a administrar esta propiedad por el estado de abandono en que se encontraba la casa y la condenaron a pagar 270 millones de pesetas más IVA.
La propiedad tiene un edificio principal, construido a finales del siglo XVII, de tres alturas y amplias balconadas. Destaca en su amplio cierre una portalada con escudo. En el interior del recinto, sobre la fachada del palacio, existe otra pieza heráldica, timbrada con yelmo. Aunque hoy lo que más destaca de su aspecto es el estado ruinoso en que se encuentra. "Se repararon los tejados, fue la última obra que hicimos para evitar su deterioro, pero no hemos vuelto a arreglar nada", explicó Pilar. Para su hermano Gabriel, la realidad es distinta, ya que él asegura que es el único que destinó el dinero de la recalificación de los terrenos para restaurar la casa mayor del conjunto palaciego.
Una polémica subasta judicial
El hijo pequeño de la duquesa roja se plantea varios interrogantes. "¿Te imaginas que los herederos de mi madre, sus hijos Pilar y Leoncio, la viuda de mi madre Liliane (Dahlmann) y yo, algún día, administrásemos la Fundación Medina Sidonia? En 11 años (periodo transcurrido entre 2003 a 2014, año de la declaración de ruina de Mortera) el palacio de Sanlúcar estaría como el de Mortera. Sacar el palacio de Mortera en pública subasta con esta incertidumbre es un despropósito. Lo lógico es que se subastase una vez reparado por quienes hemos incumplido nuestro deber de conservación. Se demuestra así la total falta de rigor y coherencia de las leyes de Protección de Patrimonio que se aplican según a quién. Confío en que el día de mañana nadie nos venga con una querella por estafa". Pilar, sin embargo, ha sacado a subasta judicial el inmueble y, según lo publicado en 'ABC', el mismo está tasado por menos de un millón de euros.
El perdón de la duquesa de Fernandina a su madre
El caso es que en enero de 2003 la duquesa roja fue condenada por tener en estado de abandono el palacio y la administración del mismo fue traspasada a Pilar y a Gabriel. La condena conllevaba la restauración del palacio por parte de Isabel Álvarez de Toledo, ya que como era un BIL es obligatorio que el inmueble nunca llegue a la ruina como ha ocurrido. En estas circunstancias ninguno de los hijos perdonó a la madre la restauración para no tener que asumirla. Sin embargo, Pilar y por acuerdo notarial en enero de 2006 lo hizo.
Los hijos varones no perdonaron a su madre la deuda, pero sí le facilitaron poder pagarla. Entre 2000 y 2012 se vendieron unas 10 hectáreas de terrenos convertidos en urbanos en las tierras del palacio de Mortera y entregaron el 25% de lo recaudado a su madre. Además, Gabriel puso más dinero para reparar la casa principal. Mas tarde una norma de protección costera (Plan de Ordenación del Litoral) suprimió la edificabilidad de parte de los terrenos vendidos. En 2004 los hijos de la duquesa recordaron al Gobierno cántabro que habían vendido para reparar el palacio (ya BIL) y que dedicarían hasta 270 millones de pesetas más IVA (el monto de la condena anteriormente mencionada) a esos menesteres.
Un título y casi 400.000 euros por no reparar el palacio
Pilar firmó ante notario un acuerdo por el que elegía la opción alternativa de no reparar el palacio. Gabriel asegura que a él los representantes legales de su madre le ofrecieron un título nobiliario y unos 400.000 euros para firmar lo mismo que su hermana. "Me negué por razones obvias. Ya me avisaron que si no lo hacía, me quedaría sin nada... como así ha sido", explica a este medio.
Gabriel que, según su testimonio, había destinado casi todo el dinero que le dieron por los terrenos a reparar el inmueble, acudió al juzgado para cobrar de su madre sin éxito. En consecuencia, en la testamentaría de la duquesa se le reconoce una deuda de 109 millones de pesetas a repartir entre tres. Esa deuda permanece impagada.
En cuanto a Pilar, una vez que hubo perdonado a su madre, acudió a los tribunales a pedir subasta pública de todo. Gabriel le pidió (sin éxito) dividir en tres lotes y que vendiese el suyo (si es que no quería reparar). Sus abogados (los de la duquesa de Fernandina) argumentaron que una tercera parte del palacio (aún dividida) valdría menos en el mercado que la tercera parte del valor que alcanzase todo el palacio.
Después de un proceso administrativo muy enrevesado en el que incluso intervino el defensor del pueblo, el juzgado que había paralizado en 2014 la pública subasta debido al expediente de ruina, recibió instrucciones de la Audiencia para que procediese a la misma, como se ha encargado de comunicar la duquesa de Fernandina este fin de semana.
El hijo de la duquesa roja se pregunta: "¿Quien pagará la ruina? ¿Nosotros, el nuevo propietario o el Gobierno cántabro que parece "dar permiso" a esta transmisión? ¿Cómo vamos a poder cumplir la orden de reparación si nos obligan a transmitir? ¿Cómo va a poder imponer el Ayuntamiento la reparación al nuevo comprador si ni siquiera se sabe lo que cuesta?". Que empiece la subasta.
"Sacar el palacio de Mortera en pública subasta con esta incertidumbre es un despropósito. Lo lógico es que se subastase una vez reparado por quienes hemos incumplido nuestro deber de conservación. Se demuestra así la total falta de rigor y coherencia de las leyes de Protección de Patrimonio que se aplican según a quién. Confío en que el día de mañana nadie nos venga con una querella por estafa". El que habla es Gabriel González de Gregorio, uno de los tres hijos de Isabel Álvarez de Toledo, más conocida como la duquesa roja, que se mostraba preocupado por el anuncio que este fin de semana hizo su hermana Pilar, que declaró a 'ABC' que había puesto el mencionado palacio en subasta pública sin hacer hincapié, eso sí, en que la propiedad más que abandonada tiene un expediente de ruina y es un Bien de Interés Local (BIC) -con las obligaciones que conlleva-, según ha podido saber esta publicación.
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