Descubrimos al gentleman británico que está comprando el centro de Madrid

Se llama James Preston. Y no, no se trata del modelo y actor estadounidense conocido por interpretar a Lukas Ford en la serie de vampiros de la ABC, 'The Gates'. Se trata del empresario británico James Alister Preston, afincado en el barrio de alto standing El Viso, que invierte en España desde 1994 cuando era director de inversiones de Jones Lang Lasalle. Este licenciado en Historia por la Universidad de Londres está detrás de Temprano Capital desde 2013, cuyo objetivo es invertir y gestionar activos inmobiliarios no institucionales en España y Portugal, enfocado al sector comercial. Pero no es el único negociado de este ejecutivo ávido de grandes operaciones.

Fundó una join venture junto con Rockspring Property Investment Managers para crear Rockspring Iberia como plataforma para la actividad transaccional y de gestión de activos de los fondos institucionales gestionados por Rockspring en la península ibérica. James es accionista y consejero delegado de la compañía, además de responsable del fondo portugués denominado RP3. También es vocal de Uro Property Holdings Socimi, que se fundó con los activos de las oficinas del Santander, y es la cabeza de Ingria Investments SL. Lugares emblemáticos como el Coliseo y el Lope de Vega (comprados por 58 millones de euros), el centro comercial Cuadernillos en Alcalá de Henares o el aristocrático edificio de Serrano 7, en el barrio de Salamanca de Madrid, llevan su sello.

Por cierto, este último inmueble saltó a la prensa porque el ático del mismo, de 600 metros cuadrados, se vendió por 9 millones de euros a un inversor nacional de identidad desconocida. Un precio que marcó un antes y un después en el mercado residencial de lujo en la capital, ya que se trata de la mayor transacción de una vivienda no unifamilar registrada en más de una década, ya que por algunos chalés sí se han superado esos precios.

Para que nos hagamos una idea del importe de la operación, en 2007, justo antes de que estallara la burbuja inmobiliaria, en el número 3 de la calle López de Hoyos, a menos de dos kilómetros de Serrano 7, se ubicaba la que en su momento fue calificada como la vivienda más cara de España, un ático-dúplex de 700 metros cuadrados y seis millones de euros, cuya venta se frustró tras el estallido de la crisis.

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