Bárbara Rey: "Ni veo ni leo nada de lo que se publica sobre el Rey Juan Carlos"

Bárbara Rey vive entre Totana, Marbella y sus viajes a Madrid para estar con sus hijos. En la localidad murciana comparte su tiempo con su familia y, sobre todo, con su hermano, al que cuida tras recuperarse poco a poco de una grave enfermedad. Su retiro verbal, totalmente voluntario, se ha visto interrumpido por la noticia del robo de sus joyas; un suceso que ella misma explica a Vanitatis. Durante todo este tiempo, Bárbara se ha mantenido al margen de las noticias que la relacionaban con el Rey emérito. Tampoco ha querido manifestarse sobre las escuchas del CNI, que se han hecho públicas a través de 'OK Diario' y no tiene nada que opinar sobre Marta Gayá, a la que el Rey se refiere como “my girl” .

Pregunta: Menuda faena el robo de tus joyas...

Respuesta: La verdad es que sí. Lo que ocurre es que ya lo tengo más o menos asimilado porque sucedió hace un mes. Más que una faena es una putada gorda. Han comentado que esto ha ocurrido porque viajo con las joyas. Yo les digo que viajo con lo que me da la gana. Y además tampoco estaba de paso, ya que estoy viviendo en Totana porque quiero estar con mi hermano, que se recupera poco a poco de su enfermedad.

P: ¿Viajas siempre con todo tu joyero?

R: Yo las joyas las tengo para ponérmelas y no para guardarlas en una caja fuerte de por vida. Y durante este tiempo en el que me muevo de Totana a Marbella y a otros sitios, he acudido a eventos, a bolos (apariciones publicitarias) a los que me gusta ir bien, con mis joyas y arreglada. Y por lo tanto viajo con ellas. Hay gente inepta que no se entera.

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P: ¿No había caja fuerte en la casa en la que estabas?

R: No la había y nunca hubiera pensado que me las podían robar.

P: ¿Y qué es lo que tenías?

R: Tenía pendientes, sortijas, pulseras, cordones de brillantes, otros con una cruz también de brillantes y colección de relojes muy buenos.

P: ¿Tenías seguro?

R: No. Además al no estar en mi casa tampoco lo hubiera cubierto el seguro. Lo que se han llevado está valorado en unos ciento cincuenta mil euros más o menos.

P: ¿Había alguna que tuviese un especial valor sentimental?

R: No, porque todas las piezas y relojes que tengo y que son importantes me los he comprado yo con mi dinero. Por lo tanto, el valor sentimental es cero. Quizá lo único que había es una pulsera que me regaló mi exmarido, una de las pocas cosas que me quedaban de él. Nadie me ha regalado ninguna joya valiosa, te lo aseguro. Y lo digo así de claro.

P: ¿Y tus hijos tampoco?

R: No, porque no tienen capacidad económica. Ellos saben que desde siempre he tenido cosas muy buenas.

P: Uno de los bulos era que tenías un buen joyero porque te lo habían regalado personas importantes como el Rey.

R: Pues quien lo haya dicho miente. Repito. Me las he comprado yo. En Gregory, en Yanes, en Suarez, en Rabat. Y todos ellos te pueden decir que ha sido una servidora quien las ha pagado. No he sido una mujer a la que le hayan hecho grandes regalos. Al revés, yo sí que he sido muy generosa.

P: Hubo una época donde a las estrellas se os regalaban joyas.

R: Pues será a otras porque lo que es a mí, nada de nada. Muchas flores, unos tiestos que encima hay que regarlos. Y te diré que lo que han contado algunas de esos regalos que recibían yo no me lo creo.

P: ¿Cómo estás viviendo todo lo que se publica sobre los romances del Rey Juan Carlos?

R: De todo lo que se publica no veo, ni leo nada. Tengo muchas cosas que hacer y la verdad es que no me preocupa lo que digan o dejen de decir.

P: Marta Gayá también ha entrado en escena... Fue una relación del Rey anterior a ti...

R: No lo sé, no tengo ni idea, ni sé de que me estás hablando. Estoy totalmente al margen de esas historias. Estoy viviendo muy bien, muy tranquila y lo único que me preocupa es la salud de mi hermano y que mis hijos y la gente que quiero estén bien.

P: Vives un momento muy zen.

R: Estoy en una edad maravillosa y en un momento de mi vida en el que me encuentro en paz conmigo misma. Tengo la conciencia muy tranquila y estoy dando valor a lo que de verdad lo tiene como es la salud, la tranquilidad y los afectos. Y lo demás me la refanfinfla. Incluso que me hayan robado las joyas. Si esto me sucede siendo más joven, me lo habría tomado como una tragedia.

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