Las Campos reinan también fuera de la tele: su baño de masas en la Puerta del Sol
La presentadora y sus hijas acapararon la atención en una celebración a la que también acudieron Cristina Cifuentes, María José Cantudo o Carmen Lomana
La Puerta del Sol se convirtió en el lugar de encuentro de la conmemoración del 2 de mayo. Parada militar, ofrenda floral y recepción donde se entregaron las medallas de la Comunidad a Alejandro Sanz y al campeón mundial de patinaje artístico, Javier Fernández. Mientras los invitados hacían cola para entrar en el emblemático edificio de la antigua Casa de Correos, desde donde suenan las doce campanadas del ultimo día del año, Cristina Cifuentes prefería hacer su propio besamanos a pie de calle. Se acercó a las vallas donde se encontraban los ciudadanos que querían saludarla. Es lo bueno que tiene la presidenta de la Comunidad. Muchos de los suyos no la quieren, pero la calle parece que sí. Una vez que terminó de saludar al pueblo pasó al interior del edificio.
Pero allí las que reinaban eran las Campos. La jefa del clan, María Teresa, y sus hijas, Terelu y Carmen, consiguieron que su mesa se convirtiera en la más concurrida y la mejor atendida. A pesar de algunas críticas que ha recibido por formar parte de un reality, Teresa Campos sigue siendo un referente periodístico. Terelu y la emergente Carmen Borrego (como la han bautizado los críticos televisivos) arropaban a su madre y facilitaban el acercamiento de los muchos fans seguidores de 'Las Campashian'.
Méndez de Vigo, ministro de Cultura, Educación y Deporte, hacía triplete. Primero, reunión para celebrar en la sede de la Comunidad de Madrid la celebración del 2 mayo; después encuentro literario en el Retiro; y para rematar el día festivo acudirá al palco del Santiago Bernabéu para el partido entre el equipo blanco y el Atlético de Cerezo y Simeone. Como era de esperar, le preguntaron cuál de los dos era su favorito y, como si fuera Bigote Arrocet en la isla de 'Supervivientes', no se pronunció. En este caso, por una cuestión bastante razonable: "Es que no soy muy futbolero. Creo que de todos los invitados que estamos hoy aquí debemos ser poquísimos los que no somos forofos del fútbol".
Muy cerca y en otro de los corrillos más concurridos estaba Pablo Casado. El jefe de comunicación del PP, que suele apagar con simpatía y verbalmente los muchos fuegos que tiene su partido, no quiso meterse en terrenos pantanosos. No se pronunció con la situación legal de sus compañeros y sí se fotografió con todos (mejor dicho todas) las mujeres que le pedían selfies. Casado fue la cara amable en la fiesta de la Comunidad a falta de presencia institucional, ya que la vicepresidenta Sáenz de Santamaría se marchó en cuanto finalizó la parada militar.
No faltó tampoco la delegada del Gobierno de Madrid, Concepción Dancausa, que quiso estar presente en un acto donde Cristina Cifuentes se ha convertido para los imputados de la Operacion Lezo en la enemiga número uno. Esa mañana demostró que la lealtad funciona en su vida y no quiso tomarse el puente como excusa para ningunear a Cifuentes.
Y como ya es habitual en esta celebración del 2 de mayo, donde todos los partidos estaban invitados, no faltó María José Cantudo. La actriz, que vive a cien metros de la Puerta del Sol en un piso espléndido rehabilitado por ella misma, está a la espera de vender el que ha sido su domicilio durante años en la calle de Serrano. "No pido más de lo que vale. Es una casa de cuatrocientos metros con piscina y en una zona privilegiada. El que lo quiera tendrá que pagar lo que pido", aseguraba la cantante.
También estuvieron presentes Encarna Polo; Daniel San Martín; la empresaria Vicki Ordaz, cuyos trajes de baño utiliza Laura Matamoros en la isla de 'Supervivientes'; Carmen Lomana; los embajadores de Colombia, Alberto y Aida Furmansqui; las periodistas Nativel Preciado e Isabel Rábago, o Alicia Viladomart, que contaba su proyecto para este verano en la Universidad Menéndez Pelayo de Santander.
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La Puerta del Sol se convirtió en el lugar de encuentro de la conmemoración del 2 de mayo. Parada militar, ofrenda floral y recepción donde se entregaron las medallas de la Comunidad a Alejandro Sanz y al campeón mundial de patinaje artístico, Javier Fernández. Mientras los invitados hacían cola para entrar en el emblemático edificio de la antigua Casa de Correos, desde donde suenan las doce campanadas del ultimo día del año, Cristina Cifuentes prefería hacer su propio besamanos a pie de calle. Se acercó a las vallas donde se encontraban los ciudadanos que querían saludarla. Es lo bueno que tiene la presidenta de la Comunidad. Muchos de los suyos no la quieren, pero la calle parece que sí. Una vez que terminó de saludar al pueblo pasó al interior del edificio.