Germà Gordó y Roser Bach: retrato de la caída de una poderosa pareja catalana

Mientras su marido anunciaba que abandona la militancia de su partido, ella tuiteaba una recomendación operística. Así es como Roser Bach, vocal del Consejo General del Poder Judicial, trata de mantener distancias de su marido, Germà Gordó. Han sido seguramente los días más difíciles en la carrera de Gordó. El político ha pasado de ser uno de los hombres fuertes de la Generalitat a renunciar a la militancia del PDeCAT.

Mantiene su escaño de diputado, pero la mancha de la corrupción en su currículum quedará para siempre. Quien ha salido indemne, por ahora, es su mujer, miembro del Consejo General del Poder Judicial desde 2014 a petición, precisamente, de la extinta CiU. Hablamos de una pareja que ha amasado mucho poder.

Se perfilaba como sucesor de Mas

Hace tan solo dos años, Bach se encontró en una situación incómoda. Su marido se había manifestado a favor de los imputados por organizar el referéndum del 9N y debía ser reprobado por el tribunal del que ella forma parte. Pero se levantó de la sesión para evitar ese gesto, algo que quedó registrado en los anales de la institución.

Gordó y Bach han formado durante muchos años una de las parejas más potentes del catalanismo. El exconseller llegó incluso a perfilarse como sucesor de Artur Mas, algo que finalmente no será. Casados y con tres hijos, el matrimonio ha vivido siempre de forma discreta, a la manera de la burguesía clásica.

Veranos en L'Escala

Los tres hijos del matrimonio (Bernat, Xavi y Roger) han estudiado en las Escuelas Pías de Sarrià y ahora alguno cursa máster en el extranjero. Han disfrutado de sus veranos en la Costa Brava, en concreto en L’Escala, donde tienen la barca con la que salen a navegar. Ahora lo hacen más con amigos que con los hijos, que viven sus vidas, incluso alejados miles de kilómetros.

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Inviernos en La Cerdanya

Los inviernos intentan escaparse a La Cerdanya, donde practican el esquí, deporte del que son expertos. Cada vez suben menos, sobre todo desde que los hijos se han independizado. Ahora, con el futuro de Gordó en el aire, puede que los planes vacacionales queden en un segundo término.

Una piso de 250 metros cuadrados

La familia ha vivido siempre en un piso de 250 metros cuadrados en la ronda General Mitre, a pocos metros de la casa de los Pujol Ferrusola. Los Gordó han mantenido siempre una estrecha relación con la otrora omnipotente familia, sobre todo con Oriol, con quien compartían cenas en Barcelona y en La Cerdanya. La casa de General Mitre, en el barrio de San Gervasio, está en un lugar que, aunque ruidoso, es uno de los más nobles de Barcelona.

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Ambos son abogados de profesión aunque hayan desarrollado su carrera de manera diversa. Él, alumno de los Jesuitas de Caspe (no de Sarrià, el de los niños bien de la ciudad), nació en la Pobla de Segur, el pueblo que también vio nacer a Carles Puyol. Gordó siempre tuvo un aire político y su gran amistad con Artur Mas y Oriol Pujol le llevó en volandas a altos cargos de la Generalitat.

Jurista con marido investigado

Roser Bach, por su parte, ingresó en la carrera judicial en 1989 y su ascenso ha sido imparable. "Ha sabido codearse con gente que le interesaba, es una mujer amable cuando quiere y cuando sabe que puede conseguir algo”, dice una persona del ambiente judicial barcelonés. Una manera de proceder que deberá exprimir ahora si quiere mantenerse en su puesto. Un marido investigado por corrupción no es la mejor carta de presentación a ningún puesto de trabajo.

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A. Fernández. Barcelona

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