Muy estudiosa y alérgica a la fama: así es Andreíta a un mes de cumplir 18 años

El 20 de julio, Andrea Janeiro Esteban cumplirá 18 años. Una mayoría de edad que lleva aparejada que los medios no pixelen su rostro y puedan dar razón de sus movimientos. Sucedió con Froilán, con Chabelita y con los hijos de Felipe González y otros políticos cuando cruzaron la frontera de la invisibilidad protegidos por la Ley del Menor. En el caso que nos ocupa ninguno ha querido beneficiarse de su filiación. Froilán está por ver y según cuenta su padre, Jaime de Marichalar, le horroriza todo lo que tiene que ver con la prensa.

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Chabelita es la única que desde que cumplió los 18 ha convertido su vida en una máquina de hacer exclusivas. Le da igual que sus historias sean ciertas o no. Es una manera fácil y recurrente aunque eso conlleve disgustar a su madre, Isabel Pantoja.

Muy diferente va a ser la nueva etapa de niña a mujer de Andrea Janeiro. La hija de Belén Esteban tiene muy claro que no quiere fama alternativa a la académica y en el futuro a la laboral. Durante todos estos años ha sido un personaje colateral con frases míticas como la de “Andreíta, cómete el pollo” o “Por mi hija ma-to”. Siempre presente en las reivindicaciones televisivas de su madre, que exigía por activa y pasiva que Jesulín fuera un padre presente y no ausente.

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Andrea acaba de terminar el colegio con buenas notas y con un grupo de amigos importante. En el centro no era la hija de Belén Esteban, sino una alumna estudiosa, con buen carácter y con excelentes herramientas sociales que a diferencia de su madre sabe utilizar. “Es rarísimo que pierda los papeles y eso que alguna vez tuvo que plantarse ante algún compañero que dedicaba comentarios hirientes a ella y a Belén. No permitía que la llamara 'la Esteban'. No ha hecho alarde de su excelente situación económica. No todos los niños pueden ir a Eurodisney o a conciertos de sus ídolos en Londres, por ejemplo. Y tampoco muchos padres aceptaban que Belén pagará a sus hijos esos entretenimientos porque ellos después no podían corresponder. No ha ejercido nunca de “niña famosa”, explican a Vanitatis personas que han compartido vida con ella.

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Aseguran que “Andrea es una chica lista que ha desempeñado un cometido importante en la vida de su madre intercambiando los papeles. Ella cuidaba de Belén. Y lo que tiene claro es que la fama no le interesa nada. El problema será cómo se va a proteger del interés mediático”.

Y este es la cuestión más peliaguda que se le plantea a la televisiva cuando dentro de cuatro semanas y media Andrea sea mayor de edad. Ha coronado su primera etapa educativa con un buen nivel que la permite una vez que supere la selectividad matricularse en la carrera que quiera. Antes de las Navidades su futuro estaba encaminado al periodismo audiovisual a ser posible bilingüe. Y por eso se quiere marchar al Reino Unido para perfeccionar el idioma. La idea es matricularse en una academia y vivir en un piso compartido. Este plan de no le hace mucha gracia a Belén, que preferiría que fuera a un colegio mayor al considerar que estaría más vigilada. Una supervisión que la hija no necesita porque es muy madura y responsable.

Una conversación pendiente con Jesulín

En ese tira y afloja hay concesiones por las dos partes, pero para la colaboradora de 'Sálvame' es importante que en esos primeros meses de vuelta de sus vacaciones de Benidorm se aleje lo más posible del centro neurálgico del mundo del colorín.

Quizá una de las cuestiones que más le puedan influir a Andrea sea esa conversación pendiente con Jesulín una vez que cumpla su mayoría de edad. El torero se ha cansado de repetir públicamente que su hija tendrá todas las explicaciones que no le ha dado durante estos años el día que cruce la barrera de los 18. Habrá que ver si la joven Andrea está dispuesta a escuchar las justificaciones de Jesús Janeiro. Un padre poco ejerciente.

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