Muere Miguel Blesa: Gema (la esposa) y Cus (la hija), así son las mujeres fieles al banquero
La hija que el exbanquero tuvo con su primera mujer era su gran apoyo y no tenía buena relación con su madrastra. Gema Gámez, su otro pilar, conoció a Blesa en Caja Madrid
Ya solo le quedaban sus dos mujeres: su esposa Gema y su hija Cus, las dos mujeres de su vida eran ahora sus dos pilares. Con Gema Gámez se casó Miguel Blesa hace unos años, en 2013, tras divorciarse de su primera esposa. Gámez, 27 años más joven que su marido, trabajaba en Caja Madrid en el departamento de Mercado de Capitales cuando se conocieron. Juntos se habían mudado a El Plantío, según pudo saber en su momento Vanitatis, a una finca ahora embargada. La joven viuda luchó por un matrimonio que ha durado apenas cuatro años. Y pese a la mala relación entre ambas, seguían siendo su gran apoyo.
Tras la sentencia condenatoria por las 'tarjetas black', Blesa vivía sin amigos, amarrado a su relación con Gema, de quien dependía el equilibro de su día a día. Aunque el exbanquero trataba de mantener sus aficiones como la caza. Ha sido practicando caza cuando ha decidido, supuestamente, quitarse la vida. Su cuerpo ha sido hallado sin vida en la finca Puerto del Toro en Villanueva del Rey (Córdoba), lugar que frecuentaba para cazar.
Amor por la caza
Aficionados al campo y a rodearse de naturaleza, Miguel Blesa y Gema Gámez se mudaron hace un tiempo y ya no vivían en la casa familiar, en el madrileño parque del Conde Orgaz, una vivienda de 270 metros cuadrados distribuidos en dos plantas en un terreno de 470. En estos momentos vivían en una casa en la urbanización El Pinar de La Florida, dentro de El Plantío, al norte de la capital. Son 832 metros cuadrados de vivienda con jardín y piscina comunitaria. Alejados del ruido en un mundo elitista, así seguían su vida pese a haber asegurado que no tenían dinero. Pese a tener todas sus propiedades embargadas.
Juntos habían ido a cazar por medio mundo antes de que la vida de Blesa cambiara para siempre. Aunque a ella no le gustaba la caza, sí le gustaba el campo y -sobre todo- acompañar a su marido a todo acto social (como lo es la caza) que se precie. Impecable, vestida perfectamente para la ocasión, Gema trató de ganarse al círculo de su marido con sus maneras exquisitas y su encanto natural. La diferencia de edad que les separaba y el divorcio de María José Portela -Ana Botella, por ejemplo, es una de sus mejores amigas- no les fue de ayuda.
Ni en tu boda ni en la mía
La única hija de Blesa y Portela no acudió a su boda. Y tampoco Gámez estuvo invitada a la boda de Cus Blesa Portela con Miguel Vallterra de Simón. Fue en 2010, en el Cortijo de Mónico, y entre los asistentes se contaban nombres ilustres como el de José María Aznar y Jaime de Marichalar. Así había sido la vida de Blesa durante años. Con un sueldo de tres millones de euros al año, el exbanquero se permitía todos los caprichos que le apetecían, algo que disfrutó con su segunda esposa hasta que los jueces intervinieron.
El que fuera presidente de Caja Madrid fue condenado en marzo de 2017 a seis años de cárcel por el caso de las 'tarjetas black' (tarjetas escondidas a Hacienda) de la entidad. La Audiencia Nacional, en una decisión polémica, decidió no imponer medida cautelar alguna hasta que la sentencia fuese firme. Tanto Blesa como Rodrigo Rato -que también fue condenado- recurrieron la decisión judicial por lo que el proceso sigue abierto. Y eso era algo que Blesa no podía soportar.
En lugar de casarse, entró en prisión
Su nueva esposa era su gran apoyo y, aunque no se relacionaba con su hija, ambas eran los grandes pilares en la vida del exbanquero. Para casarse de nuevo Blesa no lo tuvo fácil. Habían preparado una boda por todo lo alto, en junio de 2013, con invitados al nivel de su tren de vida desaforado. Pero la investigación judicial irrumpió en sus vidas y en lugar de una celebración matrimonial en la finca Las Jarillas, Blesa dio con sus huesos en la cárcel Soto del Real.
José María Aznar, Sebastián Palomo Linares, Francis Franco... La lista de invitados era extensa y elitista, pero tuvieron que posponer la ceremonia. Sin novio, no hay boda. Finalmente, Blesa salió de prisión y el enlace tuvo lugar en octubre de ese mismo año con un perfil mucho más bajo. Fue en Las Jarillas, como habían previsto, pero nadie de la cúpula del PP estuvo presente.
Poco a poco, la vida de Blesa se fue alejando del lujo que la había teñido antaño. Hasta estos días, en los que el exbanquero era un hombre condenado por la justicia y ya solo contaba con Gema (su mujer) y Cus (su hija) como grandes apoyos.
La familia asegura que fue un 'accidente'
"Fue al coche a por algo y al mover un rifle para coger otra cosa, el rifle estaba cargado y ha tenido la mala suerte de que se le ha disparado. Ha sido un accidente". Eso es lo que piensa la familia del exbanquero Miguel Blesa, desde donde descartan que su muerte pueda tratarse de un suicidio, teoría principal de los investigadores que tratan de resolver este caso.
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Ya solo le quedaban sus dos mujeres: su esposa Gema y su hija Cus, las dos mujeres de su vida eran ahora sus dos pilares. Con Gema Gámez se casó Miguel Blesa hace unos años, en 2013, tras divorciarse de su primera esposa. Gámez, 27 años más joven que su marido, trabajaba en Caja Madrid en el departamento de Mercado de Capitales cuando se conocieron. Juntos se habían mudado a El Plantío, según pudo saber en su momento Vanitatis, a una finca ahora embargada. La joven viuda luchó por un matrimonio que ha durado apenas cuatro años. Y pese a la mala relación entre ambas, seguían siendo su gran apoyo.