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¿Ha habido un robo en la finca de Palomo Linares? Hablan los hijos
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EL TORERO FALLECIÓ EN MAYO

¿Ha habido un robo en la finca de Palomo Linares? Hablan los hijos

"No es cierto que han desaparecido cosas porque todo está igual que cuando murió Sebastián”

Foto: Palomo Linares en una imagen de archivo. (Gtres)
Palomo Linares en una imagen de archivo. (Gtres)

La finca El Palomar, en Toledo, fue hasta su muerte el lugar donde más feliz se encontraba Sebastián Palomo Linares. Fue siempre su hogar. Primero con Marina Danko y sus tres hijos y después con Concha Azuara, su última pareja. Con la jueza tenía previsto casarse a finales de mayo. No pudo ser porque el torero murió de un derrame cerebral tras una operación de corazón complicada el 24 de mayo de 2017.

Para Concha Azuara el campo toledano también fue su casa. Después de la muerte de su pareja, nada tenía que hacer allí. Recogió sus cosas personales, cuatro cuadros pintados por el que iba a ser su marido y que este le había regalado y cerró la puerta sin mirar atrás. No tenía necesidad de quedarse porque ella tenía su vivienda y su situación económica era incluso mejor que la de su futuro marido. De la herencia de su pareja no le tocaba nada y tampoco quiso nada.

El Palomar siguió siendo propiedad de los hermanos Lozano, que fueron los que adquirieron la finca cuando el Banco Popular anunció la subasta por las deudas contraídas por Palomo Linares. Los hijos no han reivindicado nada. "No es cierto que digan que han desaparecido cosas porque todo está igual que cuando murió Sebastián. Incluso pueden disfrutar de la casa si quieren. Solo tienen que comunicar a los Lozano que van a pasar por allí. De los tres, Miguel es el que más disfruta del campo, pero los otros tienen también las puertas abiertas. La única que no volvió a pisar El Palomar fue Concha", aseguran a Vanitatis personas que conocen bien la situación y que confirman que es imposible que desaparezcan dos millones de euros en enseres, como se ha publicado. Entre otras cosas porque nunca los hubo. "No se ha tocado nada", insisten.

El destino de los cuadros

Los hijos, que no quieren más polémicas, niegan por boca de intermediarios de confianza que en ningún momento exigieran nada a Concha Azuara y mucho menos que hubiera un robo en El Palomar. "Ninguno de los tres quiere líos con la prensa y por eso no van a a hablar. Todo está igual que cuando vivía Sebastián. Lo que puedo asegurar es que no hay problemas entre ellos y tampoco con Concha. Miguel está haciendo el Camino de Santiago, el pequeño con su madre y Tatán (Sebastián) feliz con sus fotografías", confirman a Vanitatis.

Lo único nuevo son los cuadros que formaron parte de la muestra organizada por Palomo Linares en el Palacio del Infante Don Luis en Boadilla del Monte. Una exposición que nunca pudo inaugurar el artista torero, porque ingresó en el hospital Gregorio Marañón, donde murió el 24 de abril de este año.

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Esta colección se encuentra actualmente bien resguardada en la finca. Por ahora no hay intención de poner a la venta la obra. En cualquier caso el permiso relacionado con este montante artístico lo tendrían que dar los hijos y los hermanos Lozano. Y por ahora todo sigue igual, porque no han querido hacer nada con el patrimonio pictórico de su padre. Igual que con el resto de los objetos personales.

La finca El Palomar, en Toledo, fue hasta su muerte el lugar donde más feliz se encontraba Sebastián Palomo Linares. Fue siempre su hogar. Primero con Marina Danko y sus tres hijos y después con Concha Azuara, su última pareja. Con la jueza tenía previsto casarse a finales de mayo. No pudo ser porque el torero murió de un derrame cerebral tras una operación de corazón complicada el 24 de mayo de 2017.

Marina Danko
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