Famosos, elegancia y y un escrache: así fue la boda de Marcos de Quinto (ex de Coca-Cola)
Unos trabajadores que habían sido despedidos de la fábrica de Coca-Cola situada en Fuenlabrada esperaron al novio en la puerta de la catedral para hacerle un escrache
El Parador de Cuenca ha sido el escenario de una boda por todo lo alto. Marcos de Quinto, exvicepresidente ejecutivo de Coca-Cola, se ha casado con la soprano cubana Angélica de la Riva. La catedral de la ciudad se vistió de largo el sábado para recibir a docenas de invitados entre los que se encontraban también rostros conocidos como los de Risto Mejide y Laura Escanes o Juan Ramón Lucas y Sandra Ibarra (impecablemente vestida por Hannibal Laguna).
Ha sido precisamente gracias a las fotos que ellos han compartido en las redes como hemos podido ver imágenes de la ceremonia.
El novio acudió a su gran día vestido con un chaqué y del brazo de su madre, que ejerció de madrina. La cantante, para la cual era su primera boda, llegó poco tiempo después. El vestido que llevaba en ese momento lo cambió por otro 'look' en los momentos de la fiesta, cuando lució un vestido de tirantes que ya no tenía manga larga y se soltó la melena. En ese momento hasta se puso a cantar 'La chica de Ipanema' con su hermana.
Momentos antes se habían vivido momentos muy tensos cuando unos trabajadores que habían sido despedidos de la fábrica de Coca-Cola situada en Fuenlabrada esperaron al novio en la puerta de la catedral para hacerle un escrache. El novio, indignado, aseguró en su perfil de Twitter que emprendería acciones legales contra los manifestantes. “Espero que la vida les trate la mitad de mal que ellos trataron de tratarme”, dijo en la misma red social.
Hay que señalar que, tal y como declaró el propio novio a Vanitatis, la boda tuvo carácter solidario. Los novios no quisieron regalos ni pusieron una lista de boda. “No nos parecía bien y por eso lo que hemos hecho es que los amigos den lo que quieran a dos fundaciones”, aseguraba él. Por otra parte, la idea de casarse en Cuenca provino de él, ya que se enamoró de la zona. “Con el tiempo me compré una finca en la que procuro aislarme con los amigos y la familia siempre que puedo. Para mí es el lugar más bonito del mundo y eso que he estado en muchos. Decidimos que nos queríamos casar en este sitio que tiene para mí tantos recuerdos bonitos”.
