Shakira se blinda ante la crisis política catalana pese a las lágrimas de Piqué

Cuando toca algún acto ajeno al fútbol, Gerard Piqué suele ir acompañado de su familia, ya sea su mujer o sus hijos. Pero Shakira siempre se aparta cuando se trata de cuestiones políticas. Si el blaugrana acude a una manifestación independentista, como en 2014, no hay rastro de su mujer. Si va a votar, como hizo el domingo en el referéndum, no hay rastro de su mujer. Pero... ¿y si Piqué rompe a llorar tras sufrir "la peor experiencia de su vida"? Pues lo mismo: ni rastro de su mujer. Es más, si aparece, impide la presencia de prensa española y hasta impone condiciones estrictas sobre su imagen. ¿Teme perder fans?

La cantante colombiana está a punto de salir de gira. El 8 de noviembre dará su primer concierto en Colonia (Alemania) de El Dorado Tour, que la llevará a numerosas ciudades europeas hasta finales de 2017 para saltar luego a Estados Unidos y otros países de Latinoamérica. La pareja de Piqué actuará en Barcelona el 25 y 26 de noviembre, ciudad en la que ha tenido que doblar fechas por la alta demanda de entradas. Por cierto, Shakira y el Barça comparten patrocinador: Rakuten en ambos casos.

Shakira y la prensa

Pero la situación catalana se ha endurecido y Piqué ha tomado partido de manera clara y emotiva, algo que deja a su pareja en una posición incómoda. Acaso por eso, la semana pasada hizo una presentación en Barcelona en la que no permitió que se acreditaran medios españoles y a los pocos extranjeros a quienes permitió la entrada les puso unas condiciones estrictas. La cantante no quiere preguntas comprometidas, ni sobre política ni sobre el estado de su relación con Piqué.

Una de las primeras cosas que hizo Shakira cuando empezó su noviazgo con Piqué y se estableció en Barcelona fue aprender catalán. Lo cuenta su padre William Mebarak con entusiasmo. Recuerda que aprendió con la televisión y que lo habla con muy alto nivel. Esa es la única concesión que Shakira ha hecho al proceso político que vive Cataluña.

Choque con Messi

El domingo, Piqué fue uno de los protagonistas de la actualidad. Por la mañana acudió a votar y llamó a todos los catalanes a participar en el referéndum, convocado sin garantías legales. El domingo había partido del Barça contra Las Palmas en el Camp Nou y la junta directiva y algunos jugadores, entre los que se encontraba Piqué, pidieron suspender el partido ante los choques violentos que se producían en todo el territorio catalán.

Pero parte de la plantilla del club no estaba dispuesta a perder los tres puntos que suponía abandonar la competición de manera unilateral. En esa terna estaba Messi, quien pese a todo insistió en jugar. Una vez acabado el encuentro, que se jugó a puerta cerrada, Pique abandonó el campo con un frío saludo a su compañero argentino, a quien ni siquiera miró a la cara.

Ya ante los periodistas, afectado y emocionado, el jugador calificó lo sucedido como "la peor experiencia de mi vida". Y empezó a hablar, en catalán, sobre su futuro en la selección, que dejó en manos de la afición y los mandatarios, en un momento en el que no pudo contener el llanto. Tanto fue así que cuando le tocó volver a decir lo mismo pero en castellano, para radios y teles del resto de España, Piqué volvió a llorar. Y allá, desde lo lejos, su pareja lo vivió en silencio.

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