Así fue el cruce de piernas de Sharon Stone a José Coronado en Bucarest

José Coronado es uno de los actores con más carisma y simpatía del mundo artístico y por eso es también uno de los más queridos. Apareció en la presentación de la nueva campaña de Cortefiel, marca de la que es imagen, con la barba de su personaje en la serie ‘Vivir sin permiso’ (Telecinco) que no es la que más le favorece. Aseguró que se encuentra en su mejor momento y que el infarto que sufrió hace unos meses le ha servido para llevar una vida más sana y seguir agradeciendo las muchas muestras de cariño que recibió mientras permanecía ingresado.

El bello Coronado, que así le bautizaron hace años cuando inició su breve carrera como modelo, explicó que ”siempre supe que era una etapa con final. Me permitió ganar dinero, montar mi propia agencia y viajar por todo el mundo”.

Pregunta: Los actores más mayores se quejan de poco trabajo. En tu caso no paras, ¿cómo está tu agenda?

Respuesta: Llena. Tengo mucha suerte. Ahora estoy grabando la serie 'Vivir sin permiso' en Galicia; estreno ‘Oro’, una película que creo va a gustar mucho, son un grupo de gente muy especial; presento la serie 'Gigantes' y formo parte del elenco en la ópera 'Ivan el Terrible', ejerzo de narrador.

P: Has cambiado de vida después del infarto?

R: En muchos aspectos, soy más cuidadoso, pero tampoco me vuelvo loco con las dietas. Procuro no hacer excesos con la alimentación, no fumar (bueno un pitillo muy de vez en cuando) y relativizar los problemas, que al final te das cuenta de que no son tan importantes como para que agobien y estresen tanto. Valoro el día a día. Estoy mejor que nunca.

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P: ¿La familia te echa una mano en este cambio de costumbres?

R: Con el trabajo que tengo, que es superdinámico, novedoso y que cada vez te pasan cosas diferentes, lo importante es poder compartirlo con las personas que quieres, que no tiene por qué ser tu familia de sangre. Tengo la suerte de estar muy bien rodeado

P: Eres la imagen de Cortefiel. Tú fuiste modelo durante un tiempo.

R: Era estudiante y lo hacía para sacarme unas ‘pelas’. Empecé a estudiar Medicina, luego lo dejé y seguí con Derecho, que también lo abandoné. Era una manera de ser autosuficiente y la verdad es que me daba mucha vergüenza.

P: ¿Lo pasabas bien?

R: Tengo una anécdota de aquella época muy divertida. Me ofrecieron hacer un anuncio con dos suecas en un barco navegando por Menorca y me dije: “Esto es maravilloso”. En realidad me sirvió para ganar dinero, dar la vuelta al mundo varias veces y montar una agencia. Benditos años, aunque sabía que tenía fecha de caducidad.

P: ¿Estás muy pendiente de la moda?

R: No, soy muy básico. No me apasiona y no me gusta ser un borrego que sigue las pautas de los grandes prebostes de la moda. Siempre me he puesto lo que me ha dado la gana o lo que tengo. Madrugo mucho y por lo tanto no pierdo tiempo. Tengo el mismo vaquero, siete camisetas y siete calzoncillos para la semana. La semana siguiente cambio, pero con la misma rutina.

P: Tu hijo Nicolás también combina los desfiles con su trabajo de actor.

R: En la vida hay que torear lo que te toque. Primero vaquillas y después ya vendrán los miuras. Vive conmigo desde los 8 años y es mi mejor amigo y a quien le cuento mis cosas.

P: Estás grabando en Galicia ‘Vivir sin permiso’, ¿cómo has vivido los incendios?

R: Estos días, cabreado, muy cabreado con el mundo. Estamos locos y no sabemos a dónde vamos a llegar. Galicia es un paraíso con una gente maravillosa que está sufriendo las locuras de los incendios. Lo he vivido con tristeza, con rabia. Los descerebrados no atienden a mecanismos. ¿Mecanismos para frenarlo? Prevención, cortafuegos y cooperación ciudadana.

P: Rodaste hace un tiempo con Sharon Stone, ¿qué ha pasado con la película?

R: Fue hace un año. Los productores eran un poco oscuros, ucranianos forrados de dinero. Creo que había un poco de blanqueo...

P: ¿Y cómo es Sharon Stone?

R: Una mujer maravillosa, estupenda, muy inteligente, muy natural y muy simpática. Estábamos Miguel Ángel Muñoz y yo, que también trabajó en esta película en el Hilton de Bucarest, en la primera reunión. Y Sharon, en plan de broma, nos hizo su famoso cruzado de piernas. Y Miguel Ángel me decía: “¡No nos lo ha hecho a nosotros!”. Y le dije: “Sí, compañero, sí, a nosotros”.