Alba Carrillo y Lucía Pariente en estado puro: insultos, lágrimas y 'espantá'
La modelo y su madre asistían al programa 'Sábado Deluxe' para hacer confesiones, pero la hoja de ruta se ha desviado cuando ha aparecido en escena Diego Arrabal
Alba Carrillo y Lucía Parientes están pidiendo un 'reality' a gritos. Uno como el de 'Las Campos' pero en modo 'Al rojo vivo', o sea, mucho más intenso. No hay más que dejarlas un rato solas para que se pisen, se adoren, se contradigan, se tiren pullitas, se roben la palabra, se pidan 'no hables por mi, mamá', y vaya encendiéndose la llama. Y eso en tele funciona. Pero si además metemos elementos extraños en el cara a cara madre/hija (llámese colaboradores mal recibidos por ambas como Diego Arrabal), la cosa pasa a mayores.
En la noche del sábado vivimos un avance de lo que podría ser ese 'Las Carrientes' (¿o sería 'Las Parrillo'?), en el programa que presenta Jorge Javier Vázquez en Telecinco: madre e hija se acercaron a 'Sábado Deluxe' para ofrecer un show en el que una y otra brillaron con luz propia y en el que a punto estuvieron de protagonizar otro 'a tomar por culo' al estilo 'Supervivientes'. Esta vez la única que abandonó el plató entre lágrimas y nervios fue Alba, mientras Lucía permanecía sentada con esa calma de 'sargento de hierro' que solo ella tiene. De hecho, Lydia Lozano ya le espetó: “No entiendo cómo no le has ido a dar un abrazo a tu hija cuando ha salido llorando de plató”, a lo que Pariente contestó: “Yo soy en casa de una manera y fuera de otra”.
En una noche que pretendía ser de confesiones e intimidades entre madre e hija, la hoja de ruta viró por la presencia del fotógrafo Diego Arrabal, al que Alba, ya ha dejado claro, no soporta. Ella no contaba con que el 'paparazzo' estuviera entre los colaboradores de esa noche, y eso la inquietó, la molestó y finalmente la sacó de sus casillas. Hasta que llegaron los descalificativos y el mal rollo. Alba llegó a decir: “No sabía que estaba el Pluto ese de mierda” en alusión al disfraz que supuestamente llevó el fotógrafo para retratar a la familia (niño incluido) en un crucero Disney que fueron a disfrutar por el Caribe (aunque se truncó por motivos atmosféricos). Desde entonces la modelo no le puede ni ver, entre otras cosas por un supuesto vídeo que Diego posee en el que el comportamiento de la abuela con el nieto podría no quedar bien parado. El malrollismo ha ido de más a mucho más, hasta que Alba ha explotado: “La hemos cagado viniendo aquí”, le decía a su madre, y poco después abandonaba el plató.
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La 'espantá' de la modelo ha ocasionado, además, un revuelo entre los colaboradores porque Alba no solo ha salido del estudio, sino que ha llamado 'gentuza' a los que esa noche ocupaban la tribuna, entre los que se encontraban, además de Diego (al que iba dirigido el improperio), Maria Patiño, Belen Esteban o Jesús Mariñas, que también se han sentido ofendidos por las palabras de la modelo. Alba ha vuelto finalmente a plató, pero ha pedido que se marchara Diego. Jorge Javier se ha visto contra la espada y la pared porque veía cómo su invitada estrella se venía abajo por momentos, y eso ponía en peligro el devenir del programa, así que el presentador ha optado por pedir al fotógrafo que abandonara el plató: “No estoy echando a Diego, es solo que si seguimos así no avanzamos, pero no le estoy echando”, repetía el presentador para justificarse. En ese momento se producía un amago de motín entre los contertulios que Jorge Javier ha aplacado: “Si os queréis largar lo hacéis, pero yo voy a continuar con la entrevista”, ha dicho
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El motín se ha quedado en amago y poco a poco las aguas han vuelto a su cauce. El momento de tensión ha contaminado la atmósfera del programa salpicando a todas las partes: Alba nerviosa y taciturna, los colaboradores rabiosos e impotentes, Lucía más madre coraje que nunca, las redes sociales ardiendo… Pero que el humo no nos impida ver que en el cara a cara de Alba y Lucía hubo fuego, buenas llamaradas, algunas chispas y quedaron brasas que nos van a calentar (informativamente hablando), a lo menos, un par de días. Repasemos.
"Aguantaría a Lucía como suegra, porque suele ser buena persona cuando estoy en pareja y no se mete con nadie si no me hacen daño". (Alba). Ajam.
"Me considero buena madre para mi hija, a lo mejor no para otras". (Lucía). Buena puntualización.
"No me gusta de ti la manera de decir las cosas que tienes, es demasiado imperativa". (Alba). Más razón que un santo.
“El amor dura lo que dura dura, como el amor verdadero que es el que entra por el agujero”. (Lucía Pariente). Poco que añadir, señoría.
#albamama “El amor no es que te lleven a cenar. Yo ya se cenar sola” 😂😂😂😂 pic.twitter.com/xCYThXppQS
— Urii VaLú (@urii__94) 28 de octubre de 2017
"La hemos cagado viniendo, no sabía que iba a venir el Pluto este de mierda". (Alba). Ver texto anterior.
"La televisión es esto, sentir”. (Jorge Javier). Viendo el lado positivo de la cosas y devolviendo la sonrisa a la modelo.
"A mí los motines no”. (Jorge Javier). El presentador parando la rebelión.
"Me da pena verte llorar, pero tienes que saber a dónde vienes". (Belén Esteban). Sabe de lo que habla.
“Es que habéis venido a cuchillo”. (Alba Carrillo). Mirar la frase anterior.
“No me voy a llevar bien ni con Fonsi ni con Feli”. (Alba Carrillo). Por si había alguna duda.
“No he tenido relaciones sexuales con mi marido desde que nació mi hija”. Lucía Parientes. Lucía y el (no) sexo.
“Empujo poco para no estar llorando por las esquinas”. (Lucía Parientes). Lucía y el (no) sexo, parte 2.
"¿Notaste cuando tu hija perdió la virginidad?”. (Jorge Javier a Lucía).
"¿Que crees, que llegué y me hizo la prueba del pañuelo?”. (Alba a Jorge Javier).
“Llamé a los padres de Feliciano para parar la boda”. (Lucía Parientes). Aunque finalmente hubo boda.
“Un programa para ellas ya”. (El pueblo). A través de las redes, el pueblo ha hablado.
#Albamama
— DābïZ🇵🇱🇸🇱ॐ🐴👳 (@davidmf3896) 28 de octubre de 2017
Esto es fantasía, es necesario un reality "Las Carrillo Pariente". Son maravilla y fantasía pura. #PuroDrama 👏👏
💙💚💛💜 pic.twitter.com/AnonRNfoVJ
Alba Carrillo y Lucía Parientes están pidiendo un 'reality' a gritos. Uno como el de 'Las Campos' pero en modo 'Al rojo vivo', o sea, mucho más intenso. No hay más que dejarlas un rato solas para que se pisen, se adoren, se contradigan, se tiren pullitas, se roben la palabra, se pidan 'no hables por mi, mamá', y vaya encendiéndose la llama. Y eso en tele funciona. Pero si además metemos elementos extraños en el cara a cara madre/hija (llámese colaboradores mal recibidos por ambas como Diego Arrabal), la cosa pasa a mayores.