Baqueira versus La Cerdanya, estaciones de esquí que compiten por los vips catalanes
La realeza ya no pisa las pistas del valle de Arán, que se han reinventado como destino de lujo. Masella y La Molina, más discretas y cercanas, las preferidas de la burguesía catalana
Era 1 de enero y el restaurante estaba lleno. Es un local clásico en Alp, La Cerdanya, comarca pirenaica a las faldas de dos estaciones de esquí, La Molina y Masella. Decíamos que el restaurante estaba lleno y pasaban las 15:30 cuando entró una joven con anorak ramplón, botas peludas, gorro a la última… “¿Tenéis mesa?”, preguntó amable. “¡Cómo vamos a tener mesa a estas horas! ¿Te piensas que estás en Baqueira o qué?”. Parecidas y distintas, La Cerdanya y el Valle de Arán son dos comarcas en las que la gente con posibles pasa sus días de asueto en la temporada de nieve, que ahora empieza. Son dos enclaves elitistas en los Pirineos que compiten por los famosos.
La cercanía con Barcelona ha hecho que La Cerdanya se haya convertido en un destino fácil y multitudinario, lejos de la exclusividad en la que se ha especializado Baqueira Beret, sobre todo en las dos últimas décadas. La presencia de la familia real en el valle de Arán cambió su fisonomía para siempre y ahora, ante la falta de presencia borbónica, la zona se ha reinventado como un destino de superlujo.
Juan Carlos I, el mejor reclamo
El rey Juan Carlos empezó a ser un asiduo en Baqueira a partir de su primera visita a las pistas, en 1974. Y con el monarca llegó la moda, los cortesanos… Se convirtió en el lugar en el que estar durante el invierno.
Para fomentar esa publicidad gratuita que sin querer hacía la familia real de la estación, un grupo de empresarios cedió una casa en La Pleta de Baqueira al monarca. Una casa que siempre estaba lista y que convirtió esa urbanización en uno de los lugares más deseados por todos.
La pleta es el nombre que se da a un tipo de construcción específica que empezó en los 70 en el Valle de Arán con la restauración de casas de pueblo según el estilo tradicional. Un tipo de edificación que se hizo famosa porque don Juan Carlos I habitaba una en la cota 1.500 de Baqueira, de las primeras realizadas por el equipo de arquitectos Ramón Ribalta y Francesc Garriga. Después ampliaron su radio de acción a Andorra y después a La Cerdanya, donde La Pleta de Bolvir es su única incursión.
Unos jóvenes Felipe, Elena y Cristina, de marcha
Son casas de amplias estancias, con suelos de madera noble, chimeneas bien equipadas e ilustres vecinos que esquían tan bien como otros caminan, que conocen cada rincón del lugar y que disfrutan de los privilegios de tener un apellido de esos antiguos. En los 80 era un clásico toparse con el actual rey, Felipe VI, en la discoteca Tiffany’s, y a las infantas tomando una pizza en cualquier restaurante de la zona.
“Si no ibas a Baqueira, no eras nadie en aquella época”, recuerda una destacada miembro de la burguesía catalana, “pero llegó Aznar y todo se vulgarizó, se llenó de abrigos de pieles ostentosos, los nuevos ricos tomaron el valle y los de siempre, los que sabíamos esquiar, alucinábamos con la horterada”.
De refugio a zona mediática
La burguesía catalana, discreta y muy distante con el lujo visible, se vio de pronto rodeada de personajes como los Aznar Botella, que no sabían esquiar, y todo el séquito que arrastraban, como Luis Bárcenas, que todavía conserva allí su casa. La iglesia de Vielha se convirtió, de pronto, en un lugar fantástico para los paparazzi, que se encontraban a famosos en misa cada sábado por la tarde.
Eran otros tiempos. Baqueira Beret cuenta con más de 150 kilómetros esquiables, algo que la convierte, para muchos expertos, en la mejor estación de esquí de España. Nada que ver con La Molina y Masella, pequeñas y mucho más familiares, dos estaciones ideales para ir con niños. Prueba de ello es que Gerard Piqué y Shakira se acaban de construir una casa en Bolvir, uno de los pueblos más entrañables de La Cerdanya y también uno de los más caros.
Golf y discreción
Porque en La Cerdanya hay algo que no hay en Baqueira: campos de golf históricos. Hay en esa comarca hasta tres clubes y uno de ellos es el buque insignia de la zona. El Real Club de Golf La Cerdanya, inaugurado por el rey Alfonso XIII y alabado por don Juan Carlos en las incontables veces que ha visitado la zona. No se le ha visto jamás esquiando en las pistas de La Cerdanya, pero sí disfrutando de su casi inabarcable oferta gastronómica.
En Bolvir está este club de golf y en Bolvir tienen casa la mayoría de famosos que disfrutan de un aire mucho más discreto y cerrado que el que se respira en Baqueira. Susana Griso y toda su familia; los citados Piqué Mebarak; Sol Daurella y Carles Vilarrubí (que acaba de perder a su padre), Jordi Pujol Ferrusola… Tras su divorcio con Susana Gallardo, Alberto Palatchi decidió mantener él la mansión en la que se casó su hija Gabriela, una fabulosa finca con hoyos de golf privados y discoteca en el sótano.
En la zona hay más nombres conocidos, sobre todo empresarios y altos ejecutivos como Josep Cusí e Inés Muiños, íntimos del Rey emérito, asiduos en Alp; Isidre Fainé (Caixabank) y Josep Maria Bartomeu, ambos con casa en Llívia; Luis Conde de Möller, presidente de Seelinger&Conde, y una ristra de apellidos ilustres en la que no falta nadie: los Güell, los Godó, los Raventós (Codorníu), los Godia, los Llongueras, los Carulla (Agrolimen), los Bertran i Serra, los Molins, los Núñez (Núñez y Navarro), los Andreu (Laboratorios Andreu), los Marcilla (Cafés) y los Gallardo (Laboratorios Almirall).
Baqueira, La Cerdanya, se puede tener todo
Pero muchos de estos apellidos también aparecen en la lista de Baqueira, donde el esquí es más agradecido si uno es un experto. Aunque está más lejos: de Barcelona se llega a La Cerdanya en menos de dos horas y a Baqueira en más de cuatro. Así, los fines de semana la primera se llena de barceloneses y cuando hay puentes o festividades largas (Navidades, Semana Santa), Baqueira es una opción para más gente. No hay que olvidarse, además, de los esquiadores capitalinos.
De Madrid a Baqueira se tardan unas cinco horas, aunque se puede ir en AVE hasta Lleida y de allí en coche al valle. Lo hacen muchos madrileños, sobre todo con dinero y posibilidad de mantener una casa a la que se va pocas veces al año. Suelen ser esquiadores expertos, aficionados que probaron suerte sobre los esquís ya de muy pequeños que se mezclan con el panorama de famoseo patrio.
Familias históricos y 'nuevos famosos'
Nombres como los de Belén Rueda, Pepe Navarro, José María Michavila (estuvo con Genoveva Casanova) y Mar Flores se mezclan con los de familias como los Valls Taberner, Sagnier y los Serra Farré. Sin olvidar a Borja Thyssen y su mujer, Blanca Cuesta, habituales en Baqueira hasta que se ‘mudaron’ a Andorra.
Champán y caviar a pie de pista
Es lógico, pues, que la oferta de lujo sea algo más normalizado en esta estación. Desde el menú elaborado solo con caviar Nacarii (elaborado, cómo no, en el Valle de Arán) de Eth Bistro hasta las terrazas Möet&Chandon a pie de pistas. Nada que ver con el olor a parrilla montañesa que desprende la cafetería de Masella. Ambas zonas atraen a miles de personas cada temporada, del empresario más exitoso a la familia de apellido más rancio.
Era 1 de enero y el restaurante estaba lleno. Es un local clásico en Alp, La Cerdanya, comarca pirenaica a las faldas de dos estaciones de esquí, La Molina y Masella. Decíamos que el restaurante estaba lleno y pasaban las 15:30 cuando entró una joven con anorak ramplón, botas peludas, gorro a la última… “¿Tenéis mesa?”, preguntó amable. “¡Cómo vamos a tener mesa a estas horas! ¿Te piensas que estás en Baqueira o qué?”. Parecidas y distintas, La Cerdanya y el Valle de Arán son dos comarcas en las que la gente con posibles pasa sus días de asueto en la temporada de nieve, que ahora empieza. Son dos enclaves elitistas en los Pirineos que compiten por los famosos.