Los nuevos vecinos de Albert Rivera al descubierto: Ricardo Fuster y Pablo López

Albert Rivera tiene nuevos vecinos. Pablo López, coach en 'La Voz', y Ricardo Fuster han seguido los mismo pasos que el líder de Ciudadanos y se han mudado a la misma urbanización en la que reside el político desde hace algún tiempo. Pozuelo de Alarcón se consolida así como uno de los refugios favoritos de los famosos que prefieren alejarse de la capital y mantener un perfil más discreto en su día a día.

A pocos kilómetros de las nuevas residencias de Rivera, Fuster y López se encuentran Somosaguas y La Finca. Es allí donde viven un buen número de futbolistas, entre ellos Cristiano Ronaldo junto a Georgina y sus hijos, el matrimonio formado por Borja Thyssen y Blanca Cuesta cuando se encuentran en España, y Luis Alfonso de Borbón y Margarita Vargas.

De Málaga a Pozuelo

Pablo López saltó a la fama en 2008 gracias a su participación en la sexta edición de 'Operación Triunfo'. El malagueño quedó segundo, solo por detrás de Virginia, el ojito derecho de Risto Mejide, y desde entonces ha tenido una carrera meteórica en la que ha llegado a colaborar con artistas tan importantes como Alejandro Sanz, Juanes, David Bustamante y Antonio Orozco, entre otros.

Para sobrellevar mejor la fama y alejarse del gran público, Pablo López ha decidido mudarse a Pozuelo de Alarcón junto a su chica, la alicantina Laura Devesa, y lo ha hecho en la misma y exclusiva urbanización en la que reside Albert Rivera desde hace algún tiempo. El nuevo hogar del malagueño cuenta con todas las comodidades posibles, la tecnología más puntera en domótica, parking privado, seguridad las 24 horas del día y zonas comunes que cuentan con piscina y jardín.

El malagueño está triunfando como coach en la última edición de 'La Voz', uno de los programas musicales de mayor éxito de Telecinco. El talent ha sido el escaparate perfecto que ha terminado de dar el empujón final a la carrera de Pablo López y lo ha hecho más visible y reconocible para el público en general.

Un amigo real

Ricky Fuster ha sido otro de los famosos que se ha decantado por la elitista urbanización de Pozuelo de Alarcón a la que se mudó Albert Rivera hace poco tiempo. El empresario, miembro de una de las sagas económicas más importantes de este país e hijo de Ricardo Fuster, ha elegido la zona noroeste de la capital para comenzar una nueva etapa y dedicarse de lleno a sus negocios.

Ricky y su hermano Álvaro son dos de los mejores amigos de Felipe VI. El Rey conoció a los hermanos Fuster en los Rosales, el colegio al que acudió de pequeño y al que ahora van la princesa de Asturias y la infanta Sofía. En las aulas se hicieron inseparables y desde entonces han compartido amistad, escapadas, viajes y todo tipo de fiestas. A este círculo se unió doña Letizia poco después de empezar a salir con don Felipe. La relación llegó a ser tan buena que el matrimonio Borbón Ortiz llegó a asistir a la boda de Álvaro.

La mudanza de Rivera

El líder de Ciudadanos reside en Madrid desde principios de 2016, cuando la formación naranja entró de lleno en el Congreso de los Diputados. En un primer momento, Rivera se alojó en una de las suites del hotel Intercontinental, pero poco después decidió alquilar un pequeño piso en la carrera de San Francisco, una calle muy céntrica de la capital desde la que podía ir andando hasta el hemiciclo.

El apartamento de Rivera, de 70 metros cuadrados, se encontraba en una finca señorial totalmente rehabilitada. En el mismo edificio también vivía Alberto Garzón, líder de Izquierda Unida y una de las voces más potentes y beligerantes del Congreso de los Diputados. Además, el inmueble elegido por ambos políticos había sido el escenario elegido por Álex de la Iglesia para rodar una de sus obras maestras, 'La comunidad'.

Tras su paso por la capital, el líder de la formación naranja decidió salir del centro y encontró su refugio en una pequeña urbanización de la zona noroeste. Allí, el político dispone de seguridad las 24 horas del día, entrada privada a su garaje desde el que tiene acceso a su vivienda y puede pasar mucho más desapercibido entre la gente del pueblo.