Todos los detalles de la Nochebuena de los Alba: del menú a los invitados
El duque ha invitado a todos sus hermanos y sobrinos a la cena de Nochebuena en el palacio de Liria y con el mismo menú que elegía Cayetana cuando vivía
Carlos Fitz-James, jefe de la Casa de Alba, mantiene las tradiciones familiares que instauró su madre en las celebraciones de Navidad. Ha invitado a todos sus hermanos y sobrinos a la cena de Nochebuena en el palacio de Liria y con el mismo menú que elegía la duquesa Cayetana. Se sirve en el comedor principal, donde se dispone de un bufé con fiambre, marisco, roast beef, consomé y ensaladas. Al menos así era en vida de la matriarca del clan.
Lo que sí ha cambiado son la relaciones entre los hermanos desde que Carlos se convirtió en duque titular. La duda es si acudirá Jacobo, que hace su vida en Cataluña y suele tener poco trato salvo con Eugenia. Con Cayetano la relación es variable. Hace un año no se hablaban porque el conde de Siruela no quiso participar en el negocio gastronómico de su hermano, al no querer venderle la carne de su ganadería. Según explica el conde de Salvatierra a Vanitatis, Jacobo se la ofrecía a otro comprador a un precio menos competitivo que el suyo. Durante un tiempo estuvieron sin hablarse.
Cuando vivía la duquesa, Cayetano se encargó de rentabilizar aspectos empresariales de la Casa Alba como fue el alquiler del palacio de Liria a firmas para sus eventos o poner en funcionamiento el área gourmet con productos de calidad. Todas esas actividades que puso en marcha el pequeño de los varones Alba desaparecieron al morir la duquesa, porque el primogénito tomó las riendas y ya no hubo negocios paralelos. Cayetano se sintió molesto y la relación con su hermano mayor se enfrió.
"Ahora todo lo lleva Carlos y aunque mi madre dejó escritas unas cartas donde especificaba que yo tenía que seguir manteniendo ese vínculo, no se cumplieron esas voluntades. A pesar de estos desacuerdos iré a cenar con mis hijos en Nochebuena a Liria, aunque ya no sea lo mismo", explicaba a Vanitatis. Lo que no habrá será la misa del Gallo que oficiaba el capellán en la capilla de palacio. Los tiempos han cambiado y los reencuentros familiares también.
