Los secretos del traje que lució Cospedal en la Pascua Militar

Desde hace varios años, María Dolores de Cospedal se convierte en una de las asistentes a la Pascua Militar que mejores comentarios recibe con respecto a su vestimenta. Los especialistas en moda han catalogado su puesta en escena pública de esta festividad como una de las mejores. “Sobria, elegante y sin pretensiones”, son algunos de los adjetivos que han acompañado al modelo lucido por la ministra de Defensa.

Pocas críticas, salvo las referidas al peinado y al bolso de mano. ¿Y quién ha sido el artífice del diseño? Como en la festividad anterior, ha confiado de nuevo en su modisto de cabecera, Eduardo Ladrón de Guevara. No solo se encarga de vestirla en actos institucionales, sino también en su vida cotidiana desde hace cinco años.

Ladrón de Guevara explica en exclusiva a Vanitatis en qué consiste el modelo de la talla 38 que eligió la presidenta general del Partido Popular el Día de Reyes. “Se trata de un dos piezas, la falda recta de color topo con lunares crudos y la chaquetilla de inspiración rondeña en seda rústica con tramas en hilo marrón. El bajo va bordado en pedrería y seda. Es un diseño fácil de llevar, sin estridencias y que además no necesita colocarse abrigo o similar para resguardarse del frio”. Este encargo es absolutamente artesanal y ha llevado tres meses de trabajo en el taller que el diseñador nacido en Cuenca tiene en el barrio madrileño de Los Jerónimos.

La ministra de Defensa y Ladrón de Guevara se conocieron a través de la marquesa de Vega de Anzo. Tanto la aristócrata como el modisto colaboran en el Rastrillo de Nuevo Futuro y fue en una de las visitas de Cospedal a la almoneda navideña donde se encontraron. Según confirman a Vanitatis, “congeniaron enseguida. Eduardo la entendió desde el primer momento y a partir de ahí confió en él”. Según parece, lo bueno que tiene la responsable de Defensa es que no necesita muchas pruebas. El diseñador no se desplaza y es Cospedal la que acude al taller. Asegura que no es una clienta complicada y que su relación es profesional. “Nos entendemos bien. Se deja aconsejar y por eso también le va muy bien mi prêt-à-porter. Y que quede claro que paga lo que se lleva”, concluye.

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