Es noticia
Menú
Dulceidas, Javis y Paquitas Salas: los influencers y millenialls asaltan los Goya
  1. Famosos
el relevo en un año lleno de caras nuevas

Dulceidas, Javis y Paquitas Salas: los influencers y millenialls asaltan los Goya

La alfombra roja ya fue un indicativo no solo del feminismo, sino también de la presencia de una oleada de nuevas caras y nuevas voces para nuestro cine

Foto: Los Javis y su ya clásico beso.(Gtres)
Los Javis y su ya clásico beso.(Gtres)

Noche de cine, noche de mujeres. Lo de la brecha salarial entre hombres y mujeres fue tan recurrente en las preguntas de los cronistas de la alfombra roja de estos Goya 2018 que a más de uno (y sobre todo a más de una), casi le da un síncope pese a que estuviesen de acuerdo con el tono reivindicativo y feminista. La propia Nathalie Poza aseguraba que era una "frivolidad" que le preguntasen por acoso sexual en mitad de un lugar en el que solo se debería hablar de cine.

[LEE MÁS: Todos los ganadores de los Goya 2018]

Pero sabido es que, desde hace mucho tiempo, los Goya son algo más que unos premios de cine. Hasta Anne Igartiburu, impecablemente vestida de blanco, tuvo que rendirse a la (pertinente, desde luego) pregunta de si existía diferencia de sueldos en su mundo, el de la televisión. "No creo que ocurra como en el cine. No te puedo dar cifras pero creo que no", nos decía. Más allá del tema femenino quedaba la sensación de que a esta gala de los Goya no venían los de siempre. Aunque, paradójicamente, fuese una de siempre, Isabel Coixet, la que finalmente se hiciese con el premio a la Mejor Dirección y a la Mejor Película con su 'Librería', la más academicista y convencional de todas las cintas nominadas.

Antes de los premios, los 'nuevos' asaltaron la alfombra. De ahí la presencias de perfectos (des) conocidos que poco o nada tienen que ver con el séptimo arte. Por ejemplo, Dulceida, que se paseó por el Hotel Auditorium inspiradísima en Kendall Jenner, con un vestido que no dejaba lugar a la imaginación. Y muchos se preguntarán, ¿qué hacía una 'influencer' en los Goya? Y otros dirán, ¿por qué no? Si los triunfitos ya cantaron lo suyo en los Premios Forqué, es hora de que el cine, además de a los políticos, acoja en su seno a aquellos que verdaderamente representan nuestra época 2.0. Bienvenido sea incluso el cómico y 'youtuber' Jorge Cremades, que no desentonaba pese a que siempre ha sorteado con dificultad el calificativo de machista cuando se analiza su humor. Peculiar, verle en una noche en la que predominaba el sello femenino. Desde aquí, nada que objetar.

placeholder Dulceida durante la alfombra roja.(Gtres)
Dulceida durante la alfombra roja.(Gtres)

Nada que objetar tampoco a la originalidad, porque si algo hubo en esta noche en la que triunfaron películas tan contenidas como 'Verano 1993' o 'Handia' fue, precisamente, lo llamativo. Al menos, en la alfombra roja. Los abanicos rojos en señal de reivindicación para la igualdad de sexos se quedaron para la ceremonia. Para el desfile previo hubo mucha más disparidad de tejidos y aspectos.

placeholder Leticia Dolera y la directora Paula Ortiz.(Gtres)
Leticia Dolera y la directora Paula Ortiz.(Gtres)

Llamativo era el traje torero de una guerrera Leticia Dolera, los esmoquin 'brilli brilli' de los Javis o el traje de faralaes con cara impresa de la Terremoto de Alcorcón, obra de Eduardo Navarrete. Los brillos acompañaron incluso a aquellos que suelen pasar más desapercibidos en estos actos, como la triunfadora Carla Simón, con traje a rayas (y brillos, claro está) de Teresa Helbig.

Foto: Ceremonia de entrega 32 edición de los Premios Goya. (EFE)

También hubo fulgor cegador en el caso de Massiel, de Marta Etura o de los inconfundibles Aldo Comas y Macarena Gómez, que volvieron a cumplir las altas expectativas de singularidad vestidos de Avellaneda y Teresa Helbig respectivamente. Hasta los habituales esmoquins de los chicos fueron más originales. No solo en el caso de Calvo y Ambrossi sino Miguel Ángel Muñoz con una chaqueta que evitaba el azul marino habitual o un Jorge Cremades con americana fucsia. Hasta los rostros de siempre parecían distintos. Aplausos, por tanto, para las mariposas insertas en el vestido de Isabel Coixet diseñado por María LaFuente o los bordados del Dolores Promesas que lucía Sandra Escanceda, la aterrada 'Verónica' de Paco Plaza.

placeholder Aldo Comas y Macarena Gómez. (Gtres)
Aldo Comas y Macarena Gómez. (Gtres)

Frente a los más comedidos, como Javier Bardem, que solo quiso hablar de una guapísima Penélope Cruz en calidad de actriz ( "La conozco y admiro", llegó a decir como si hablase de la vecina del quinto) estuvieron aquellos que se mojaron o demostraron que el rigor de los premios de cine ya es cosa del pasado. Por eso los Javis hicieron mil vídeos para mil televisiones haciendo lo que les pedían, Úrsula Corberó demostró que las jovenzuelas pueden llevar cardado con dignidad y Dulceida posó junto a una botella gigante de champán. Y, ya en la ceremonia, hasta el discreto Leiva se salió de los protocolos y dedicó el Goya a la mejor canción a su "compañera de vida", una sonriente Macarena García.

placeholder Penélope Cruz. (Gtres)
Penélope Cruz. (Gtres)

Ese carácter jovial y renovador hizo que hasta olvidásemos la peculiar forma de hablar de Ernesto Sevilla, uno de los presentadores de la gala al que muchos habrían puesto subtítulos con gusto, o el tono generalmente narcótico de toda la ceremonia. En una gala en la que el público aplaudió a rabiar a la homenajeada Marisa Paredes, la paradoja es que la generación 'millennial' ha llegado para quedarse. Por eso Paquita Salas, parodia de las representantes de antaño, fue parte de esa corriente de aire fresco. "En el año de 'Belle Epoque' estuve bebiendo toda la gala. ¡Cómo ha cambiado esto!", dijo Brays Efe en su piel. Bienvenidos sean los Javis, las Dulceidas y las Carlas Simón (por extraña que parezca la ecuación) que cuentan historias con un alma distinta(que de todo hay y tampoco hay que olvidar que el principal motivo de venir hasta aquí son las películas). Renovarse o morir. Aunque al final, los que se llevasen premio a casa fuesen los de costumbre.

Noche de cine, noche de mujeres. Lo de la brecha salarial entre hombres y mujeres fue tan recurrente en las preguntas de los cronistas de la alfombra roja de estos Goya 2018 que a más de uno (y sobre todo a más de una), casi le da un síncope pese a que estuviesen de acuerdo con el tono reivindicativo y feminista. La propia Nathalie Poza aseguraba que era una "frivolidad" que le preguntasen por acoso sexual en mitad de un lugar en el que solo se debería hablar de cine.

Dulceida
El redactor recomienda