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Así eran las juergas madrileñas de Ava Gardner que contará la serie de Paco León
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hablamos con un socio del museo chicote

Así eran las juergas madrileñas de Ava Gardner que contará la serie de Paco León

Aquellas noches forman parte de 'Arde Madrid', la nueva serie dirigida por Paco León y protagonizada por Inma Cuesta y Anna Castillo que se acaba de presentar

Foto: Ava Gardner en una imagen de archivo. (Promocional)
Ava Gardner en una imagen de archivo. (Promocional)

Museo Chicote, años 50. La fauna madrileña se divierte en el mítico local madrileño, situado en una Gran Vía en la que aún resplandecen las luces de neón. Una de las clientas más ruidosas, de las que más viven el éxtasis de la coctelería, es toda una estrella de Hollywood.

Su nombre es Ava Gardner. Su sobrenombre, el 'animal más bello del mundo'. Aquellas noches plagadas de pasión, alcohol y diversión formarán parte de 'Arde Madrid', la nueva serie dirigida por Paco León y protagonizada por Inma Cuesta y Anna Castillo, que se acaba de presentar en Madrid.

Foto: Paco León dirige, protagoniza y escribe 'Arde Madrid'.

La ficción cuenta cómo la protagonista de 'Mogambo' y su asistenta, Ana Mari, supusieron un dúo que representaba, respectivamente, la España de la modernidad y la que se caía de rancia en pleno franquismo. También intervienen, entre otros personajes, la duquesa de Alba, interpretada por, agárrense, su hija, Eugenia Martínez de Irujo.

placeholder Paco León, Debi Mazar y Anna Rodríguez.


 (Gtres)
Paco León, Debi Mazar y Anna Rodríguez. (Gtres)

El propio equipo de la serie ha estado rodando estos días en el Museo Chicote, esa coctelería madrileña que albergó los momentos de diversión de algunas de las personalidades más grandes del siglo XX, no solo Ava Gardner. Nos lo cuenta Rubén Gómez, uno de los actuales socios del local. Ava fue a Chicote lo que Andy Warhol al Studio 54 de Nueva York. “Se bebió Chicote. Era la clienta más excesiva y la más fiel. Cada noche estaba aquí”, recuerda Gómez. "El rodaje fue maravilloso, la recreación del escenario ha sido increíble y Debi Mazar encarna a la actriz de forma espectacular", nos cuenta sobre la ficción.

Foto: Ava Gardner y Luis Miguel Dominguín (EFE/ Gtres)

La pasión de Ava por España comenzó en 1953, cuando vino a recuperarse de un aborto. Tres años atrás, había conocido nuestro país durante el rodaje de 'Pandora y el holandés errante', una onírica cinta grabada en la Costa Brava. Pese a que rodaba en Italia una nueva película, la secular 'La condesa descalza', Ava volvió a España en la Navidad del 53. Su acercamiento a Luis Miguel Dominguín se acabó convirtiendo en una relación entre copas de vino, taconeos en tablaos flamencos y locuras insospechadas que incluyen, entre otros objetos, hasta un camión de la basura. “Un día, después de una borrachera, salió a la calle y se apoyó, sin darse cuenta, en el camión de la basura, que la acabó llevando hasta Callao”, cuenta Gómez.

placeholder Ava Gardner y Luis Miguel Dominguín en una imagen de archivo. (EFE)
Ava Gardner y Luis Miguel Dominguín en una imagen de archivo. (EFE)

También nos cuenta cómo eran algunas de las fiestas que celebraban la actriz y Lola Flores, cómo esta última enseñó a tocar las palmas a Orson Welles y cómo se vivieron ciertas escenas de celos por parte de Dominguín y la propia Ava. “Fue capaz de pedir que no entrase Frank Sinatra una noche en la que Dominguín venía a Chicote y se lio bien gorda en la puerta. Al final, ella cedió, el torero entró y hubo reconciliación en la mesa que ella presidía y que a día de hoy le está dedicada”.

placeholder Ava Gardner junto a Lola Flores. (Gtres)
Ava Gardner junto a Lola Flores. (Gtres)

"No cabe duda de que parte de la historia de Ava Gardner en Madrid tuvo lugar en Chicote y que sus actuales responsables la siguen teniendo muy en cuenta. “Ella es el personaje más importante que ha pasado por el local. Hay 1.000 historias sobre ella”, concluye Gómez. Parte de aquellas veladas en las que Ava Gardner se bebió la noche madrileña desde un local de la Gran Vía serán conocidas por una nueva generación de espectadores que disfrutarán con las juergas, las pasiones y la frenética personalidad de una mujer libre en una época en la que no existía lo políticamente correcto. Ni falta que hacía.

Museo Chicote, años 50. La fauna madrileña se divierte en el mítico local madrileño, situado en una Gran Vía en la que aún resplandecen las luces de neón. Una de las clientas más ruidosas, de las que más viven el éxtasis de la coctelería, es toda una estrella de Hollywood.

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