Andrea Coello de Portugal: de heredera de Mariquita Pérez a Carmen Martínez-Bordiú

Andrea Coello de Portugal recibe a Vanitatis en una impresionante casa en pleno corazón del barrio de Salamanca en Madrid que comparte con su madre, Marita Coello de Portugal, sus hermanos y su abuelo, un general de Caballería Coello de Portugal. Está a punto de cumplir 30 años y desde 2015 es dueña de Catalina Coello de Portugal, una marca de sofisticados bolsos realizados en exótica piel de pez que exporta desde distintas partes del mundo. ¿Pero no se llamaba Andrea?, se preguntarán. “Odio ser el centro de atención”, remarca. Sus clientas abarcan todas las edades, entre ellas Carmen Martínez-Bordiú, su nuera Margarita Vargas y la madre de esta, Leonor Santaella , una verdadera forofa de la marca. También actrices como Elena Furiase o Elena Rivera y emprendedoras como las hermanas Corsini.

Es sobrina lejana de Leonor Coello de Portugal, la dama de la nobleza que creó las populares muñecas Mariquita Pérez en los años 40, y pariente también de Fray Coello de Portugal, uno de los arquitectos católicos más importantes del siglo XX. Además, su tío materno y padrino, Antonio Coello de Portugal, es autor de espectaculares esculturas en bronce que decoran las estanterías de miembros de la realeza como los reyes eméritos don Juan Carlos y doña Sofía, el fallecido rey Hussein de Jordania o el príncipe Carlos de Inglaterra, entre otros. “En casa todos somos emprendedores, incluidos mi padre y mi madre. He recibido mucho apoyo de mi familia pero no mucha ayuda, han preferido que aprendiera sola y que me equivocara si me tenía que equivocar. Ahora lo agradezco”, reconoce sin tapujos.

Andrea estudió en el Colegio Alemán de Madrid antes de irse interna dos años al colegio suizo John F. Kennedy. “Fueron los dos años más felices de mi vida, esquiaba todos los días y a muchos de mis amigos les conocí allí”, recuerda. Al regresar a Madrid lo hizo a un pequeño colegio, el St. Anne´s School, del que conserva un recuerdo inmejorable y a su actual grupo de amigas. Tuvo dudas de si estudiar Veterinaria por la pasión que siente hacia los animales o Diseño de Moda, finalmente se decantó por la segunda y se marchó a estudiar a la prestigiosa Escuela Parsons de París, complementando la carrera con Bellas Artes.

Su paso por Moschino

“Fueron años duros, de mucho trabajo, esfuerzo y exigencia. Empezamos doscientos alumnos y solo nos graduamos ocho”. Una experiencia que le sirvió para comenzar a trabajar como diseñadora en Moschino en Milán, diseñando la primera línea de la marca tan solo una semana después de acabar la carrera. Allí conoció todas las entrañas de una de las primeras casas de alta costura del mundo, pero también descubrió otra serie de facetas del mundo de la moda que no le agradaron tanto. Regresó a España y tras trabajar en un showroom vendiendo primeras marcas internacionales a tiendas de toda España, decidió emprender.

Su proyecto de fin de carrera debía estar inspirado en sí misma y como buena Piscis siempre había sentido predilección por el mar, los peces y su colorido. Descubrió la piel de pez, con la que a base de coloridos retales diseñó una chaqueta. Y fue la pasión por esa exótica piel de pez la que en 2015 la llevó a convertirse en diseñadora de bolsos. Para ello utiliza pieles de salmón y perca que trae desde Islandia y Noruega, y el pirarucú exportado desde Brasil.

“Lo primero que hace la gente es oler los bolsos. Por supuesto no huelen a pez”, cuenta riendo. “Son pieles caras porque se necesita unir varios peces para hacer un bolso, pero se venden muy bien porque creo que son muy distintos a lo que existe en el mercado. Sobre todo por el colorido que meto en las colecciones. Son bolsos que se pueden usar a diario. La piel no es delicada, se puede mojar y es tan flexible que apenas se estropea”, aclara mientras se prueba una chaqueta hecha con retales de sus colecciones.

A Andrea le gusta trufar esta entrevista de anécdotas. Un día recibió una llamada explicándole que una princesa saudí se había enamorado de sus bolsos y que quería verlos en persona. Organizó una venta en Abu Dabi​ donde recopiló además ofertas para comercializar sus bolsos. Ahora planea organizar una venta en Miami donde considera que sus bolsos pueden alcanzar un enorme éxito y continuar vendiendo también carteras y tarjeteros realizados con las mismas pieles y que resultan más asequibles para sus clientes.