"En todos los años luchando contra esa Eva que estaba dentro de mí, mi gran preocupación era no dejar de ser yo. No dejarme arrastrar por el patrón de mujer transexual que la sociedad me transmitía. Quería ser mujer, sí; pero no a cualquier precio. Quería serlo sin dejar atrás a mis dos maravillosos hijos, sin dejar atrás mis ambiciones profesionales ni intelectuales, sin renunciar a lo que yo (me llamara como me llamara) quería ser”..
Estas son las palabras de Eva Díaz Oñoro, la directora ejecutiva de Exaccta Soluciones, una start up, con sede en la localidad madrileña de Cantoblanco, en la que trabaja desde hace un año y tiene como clientes a empresas españolas y multinacionales suizas y holandesas. Con ella 'Vanitatis' quiere dar voz en este especial a la sigla más olvidada del colectivo LGBTI: la T de Transexualidad.,
A Eva la rescataron, sin saberlo, sus compañeros de trabajo para hacerle una oferta. En ese momento, eran ajenos a su proceso de reasignación. Nunca les importó que su nuevo directivo ahora no llevara pantalones -como hizo durante 52 años-, sino zapatos de tacón y una cuidada manicura en rojo. "Te contratamos por tu cabeza, no por tu sexo", le dijeron, y pesó en la selección de la que resultó victoriosa su condición de ex-Accenture, ex-Deloitte y ex-KPMG, consultoras de primer nivel. Hasta hoy. Y todo antes de que la Organización Mundial de la Salud sacase de su catálogo de enfermedades la transexualidad, algo que se produjo el pasado 18 de junio. Eso sí, con matices. Se trata de un avance en el camino de la despatologización de la transexualidad, aunque pasa a llamarla "incongruencia de género". Seguimos.
De hombre ejecutivo a mujer directiva
Camisa blanca con escote.
Lencería.
Falda negra.
Salones oscuros.
Perfectamente maquillada y peinada, sin estridencias.
Bisutería discreta y un móvil que no para de sonar con las fotos de sus hijos.
Nada la diferencia de las otras ejecutivas con las que nos cruzamos.
Y el taxi llega a Torre Picasso. Estamos en Azca, el corazón financiero de Madrid. Se respira el pulso frenético del ir y venir de ejecutivos. Eva Díaz siente nostalgia, mientras que clava sus tacones en el asfalto, coloca su pulsera y se da el último toque al pelo. Está en la puerta del edificio sede de Accenture. La sesión fotográfica será en el helipuerto, el espacio más exclusivo del edificio, una pista de aterrizaje que no pisa cualquiera. “En 1998 cruzaba esta puerta como hombre y hoy subo a la planta noble, al piso 31, como mujer. No puedo explicar la emoción”, relata. Explica su buena relación con Gabriel Martín, socio director de Accenture, que también pertenece al colectivo LGBTI y apoya las salidas del armario en la empresa.
La realidad trans
y el trabajo:
los miedos en datos
Las personas trans se sienten más vulnerables en su lugar de trabajo que el resto de personas LGBT. Hay un mayor grado de ocultamiento que en el resto de colectivos (un 25% de ellas está totalmente ‘armarizada’, frente a un 18% de la media LGBT, un 15% de las lesbianas y un 12% de los gays). El 57 % de ellas afirma que la razón principal de no salir del armario en el trabajo es el miedo a que cambie su valoración como profesional (frente a un 34% de la media LGBT, 31% de los gays y 34% de las lesbianas). También tienen más miedo a ser despedidas (29% vs 13% media LGBT, 14% Lesbianas y 11% Gays).
*Estos datos salen del estudio sobre ‘Diversidad e Inclusión LGBT en el contexto laboral español’, dirigido por Óscar Muñoz, experto en investigación de mercados y diversidad (con la colaboración del Grupo de Investigación ‘Antropología, Diversidad y Convivencia’ de la UCM, IPSOS, REDI y asociaciones y colectivos LGBT nacionales)
Eva Díaz es rotunda y combativa: “Tengo ahora mucha más proyección personal y profesional que cuando era hombre”. Se siente con más fuerza que nunca. A su mente analítica ahora, por fin, le acompaña el cuerpo con el que soñaba desde los 7 años. Sin remordimientos y sin moralinas.
Pregunta: ¿Por qué no te convertiste en mujer antes?
Respuesta: Aunque desde los 7 años lo sabía, no estuve realmente preparada hasta hace cinco años, pero no lo hice por mis hijos, a los que adoro. Esperé a que fueran mayores. Me sacrifiqué por ellos. En 2011 estaba ya preparada. No niego que pasé por una época oscura, que estuve dos años trabajando casi sin recursos. Me cambié de ciudad, no por nada. Pesó lo económico. Pasé del centro de Madrid a Algete, donde estoy comodísima y feliz. Mi antiguo networking funcionó y me llamaron sin saber que ahora era una mujer. Era un hombre ejecutivo y ahora soy una mujer directiva.
¿Cuáles eran tus principales miedos?
R: Perder mi familia, a mis hijos, mis afectos. No sabía cómo iba a quedar físicamente, porque yo no estoy operada de nada. Lo que ves es el resultado del cambio. También tenía miedo a dejarme arrastrar por el patrón de mujer transexual que la sociedad me transmitía.
Tenía miedo a perder mi familia, mis hios y mis afectos
¿Te refieres a la prostitución?
R: Por supuesto. Transexual se asocia a prostitución y drag queen.
P: ¿Te sientes representada en los desfiles del Día del Orgullo?
R: En absoluto. Tener un día así es maravilloso, pero el desfile, en mi caso, es estigmatizante. Para mí es decepcionante. Soy una mujer transexual y no quiero salir en ropa interior en una carroza por las calles de mi ciudad. Yo aspiro a tener la vida que tenía, no a salir ultramaquillada y en plan esperpéntico. Esto no me representa ni me ayuda. Le pasa a muchas chicas transexuales.
Crítica con el desfile del Orgullo
Eva ha dejado de tener miedo hace años y no le preocupa mostrar sus opiniones abiertamente. Como la que critica a la alcaldesa Manuela Carmena cuando apoyó la presencia de una drag queen en la cabalgata del Día de Reyes en el barrio de Vallecas. “Este tipo de acciones no nos ayudan nada. Carmena hace este tipo de cosas esperpénticas que hacen daño a la gente que quiere llevar una vida normal. Puedo decir muy alto y muy claro que el entorno ejecutivo en una gran ciudad es el mejor escenario para ser transexual”, sentencia. Y cuenta el caso de amigas que ha conocido por redes sociales que tienen trabajos en otros sectores y las barreras con las que se topan. “Imagínate ser mozo de almacén en provincias. Me siento tan afortunada por todo”.
Puedo decir alto que el entorno ejecutivo en una gran ciudad es el mejor escenario para ser transexual
¿Qué relación tienes con tus hijos?
R: Son dos personas increíbles que adoro. Mi hija ha llevado mejor mi transición a mujer. Me llama papá y este año me felicitó por el Día de la Madre. Está siendo un apoyo muy grande para mí. Mi hijo lo lleva peor, necesita el referente masculino. Cuando quedo con él me visto lo más andrógina posible, pero es complicado. Es una persona muy talentosa y le espera un gran futuro. Les quiero muchísimo a los dos y mi contacto es estrecho con ellos. Como cualquier persona divorciada, me turno para estar con mis hijos.
De frente
A esta mujer, que tiene un tono duro y agresivo cuando habla con sus clientes de trabajo, le gusta ir de frente. Siente la necesidad de explicar que antes era hombre. No quiere sorpresas. Ni silencios. Ni elucubraciones. Prefiere ella acabar cuanto antes con la primera radiografía y por eso surte a todos de datos. Cero morbo. La franqueza primero. Le gusta repetir eso que le dijo su jefe al contratarla: “Yo he fichado a Eva Díaz. El resto me lo cuentas con unas cañas, si es que tienes necesidad”.
Por cierto, Eva Díaz Oñoro participa activamente en Ciudadanos en Algete e irá en las listas de las próximas elecciones. Quiere contar su historia en un libro. Quédense con su cara.
Entrevista: Ana Sánchez Juárez
Fotografía: Olga Moreno
Ayudante de fotografía: Helena Sánchez
Maquillaje y peluquería: Urvan
Diseño: Bolívar Alcocer
Desarrollo: Jorge Massanet