Así sobrevive Raquel Sánchez Silva a sus jornadas ‘non stop’ en la MBFWM

Entre desfile y desfile conseguimos abordar a Raquel Sánchez Silva. Estrella indiscutible del front row, no es sencillo pillarla con una agenda tan apretada. Nuestro objetivo: conseguir que nos dé algún consejo para iniciadas en Cibeles. Al fin y al cabo, ella no solo es toda una veterana sobre la moqueta, sino que además se ha convertido en todo un icono de la moda española. Más aún ahora en su calidad de presentadora del reality ‘Maestros de la costura’.

El domingo, sin duda, fue el gran día de desfiles para ella. No solo porque presentaban colecciones dos de sus compañeros de programa (María Escoté y Palomo Spain), sino porque otros grandes amigos contaban con ella en la primera fila de sus shows. Cuatro cambios en un día para los que, según nos ha confesado Raquel, consigue llegar “con muchísima ayuda”.

La pasarela se traslada a su casa

Y aquí llega nuestra primera incógnita. ¿Confías en lo que te proponen los diseñadores o participas en las elecciones? La respuesta nos la da con claridad meridiana “Suelo elegirlo yo”, sentencia. “Vamos, incluso si tengo tiempo me pruebo varias opciones. Aunque depende. Hay diseñadores que lo tienen clarísmo y quieren que lleve algo en particular y solo te mandan un cambio, y de pronto hay otros que te mandan tres” y ahí la elección se complica un poco más.

Raquel tiene buen ojo y siempre acierta, eso sí, eso no quita que su casa se convierta en un pequeño caos durante esta semana clave y los días previos. “Normalmente hago una selección previa y luego mi casa se convierte en una especie de backstage horrible lleno de perchas, de bolsas de zapatos…", confiesa. “Al final, aunque la gente desde fuera piense lo genial que es, no es más que un trabajo”.

“De alguna manera la pasarela se traslada a tu casa y todo sale muy bien con mucha ayuda”. Y no nos extraña que la necesite. Solo el domingo se cambió cuatro veces y en todos llevó outfits firmados por el diseñador que desfilaba. Por este orden: Agatha Ruiz de la Prada, María Escoté, Pedro del Hierro y como fin de fiesta, Palomo Spain.

Una jornada maratoniana que arrancaba con el primer desfile en Ifema a las 11:30 h y que terminaba con el último en el Museo de Ciencias Naturales pasadas las 22:30 h de la noche. ¿Y dónde se cambia? ¿Cómo gestiona tanto cambio de vestuario?

“Pues ahora mismo aquí. Me vengo con una bolsa enorme llena de ropa mía, ropa prestada, zapatos, bolsos y voy entrando y saliendo del backstage”, nos cuenta y solo de pensarlo parece agotarse. “Allí me cambio rodeada de modelos que me miran como pensando: ¿y esta señora que se cambia tanto quién es?” (risas).

Al final, para Raquel todo forma parte de su nuevo papel como “embajadora de la moda española” dentro de sus labores como presentadora de ‘Maestros de la costura’. “Creo que lo tengo que hacer como parte de una coherencia con el programa. No podemos estar defendiendo la moda española y luego no hacer un gesto de este tipo”, asegura.

Todo por la industria

“La moda me ha gustado siempre mucho y la española me encanta. Nunca hasta ahora he podido vivirla tan desde dentro y para bien o para mal”. Y es que su intensa actividad gracias al reality de TVE le ha llevado a conocer los entresijos de una industria para la que reivindica más ayudas y apoyo.

“Por un lado piensas que qué bonito mirar por esa ventana, pero por otro lado te encuentras con el shock de las malas condiciones en las que trabaja esta industria, sin muchos apoyos, sin casi ayudas…”, explica y continúa: “Yo también hago esto porque quiero pensar que podemos cambiarlo. Tenemos una industria de moda en España que nada tiene que envidiar a otras, pero todavía no tiene el abrazo del público español que tanto necesita.

¿Su deseo? “Ojalá todo el mundo se dé cuenta de que lo que tenemos en nuestro país es igual o mejor de lo que consumimos fuera”.

En cuanto si la veremos desfilar durante estos días, la respuesta ha sido negativa. Aunque ya la hemos visto sobre la pasarela en otras ocasiones, en esta edición, aunque no le importaría nada, tal y como nos ha confesado, verá los toros desde la barrera.