Venecia, día 6: los 4 looks que demuestran que Tilda Swinton no es de este mundo
La actriz acudía al festival italiano para presentar la película 'Suspiria' junto a Dakota Johnson. En 48 horas ha demostrado que lo suyo es extraterrestre
Tilda Swinton es, probablemente, una de las presencias más extraordinarias del panorama cinematográfico. No solo es capaz de interpretar papeles que nos quitan el sentido (lo suyo en 'Tenemos que hablar de Kevin' le valió el Premio del Cine Europeo a la mejor actriz europea), sino que ese físico, entre la mecánica artificial y la ufología, es excepcional.
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Mientras público y crítica intentan decidir si la película que ha ido a presentar al Festival de Venecia, 'Suspiria', les gusta o les horroriza, en lo que todo el mundo sí está de acuerdo es en coronar a la actriz inglesa como lo más estiloso (así, en neutro) que se ha visto sobre la alfombra roja de la Mostra italiana.
Fiel a esa presencia andrógina y cósmica, marca de la casa, Tilda, a la que muchos colgaron el sambenito de 'madre atormentada' por culpa de una serie de películas en las que daba vida a ese tipo de personaje ('En lo más profundo', 'Julia', 'Yo soy el amor'...), ha declarado en numerosas ocasiones que para ella “cada alfombra roja es una fiesta. Soy afortunada porque tengo amigos en la moda. Me pongo sus modelos y siento que están a mi lado”.
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Precisamente uno de sus buenos amigos, el diseñador francés nacido en Colombia Haider Ackermann, es el responsable de dos de los looks que Tilda ha lucido en la Mostra, para el photocall y la première de 'Suspiria'. En ambos, la actriz apuesta por colores planos pero intensos. Para el 'total red', la actriz completó con joyas de Delfina Delettrez y unos zapatos dorados con pulsera en el tobillo, de Manolo Blahnik.
Como Tilda no había ido a Venecia solo a hablar de su libro (qué gran momento televisivo el que nos brindó Francisco Umbral), aprovechó su paso por la ciudad de los canales para asistir también al estreno de la película 'At Eternity’s Gate', de Julian Schnabel, y para asistir a una fiesta de la marca Miu Miu. Para la primera, la actriz lució un vestido satinado con estampado de leopardo y satén de seda con mangas guante y zapatos a juego de Schiaparelli Haute Couture. Para la segunda cita, una creación de Prada.
Tilda Swinton es, probablemente, una de las presencias más extraordinarias del panorama cinematográfico. No solo es capaz de interpretar papeles que nos quitan el sentido (lo suyo en 'Tenemos que hablar de Kevin' le valió el Premio del Cine Europeo a la mejor actriz europea), sino que ese físico, entre la mecánica artificial y la ufología, es excepcional.
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