El segundo gran regalo que reciben los Alba Palazuelo antes de su boda

El sábado 6 de octubre, el madrileño palacio de Liria abrirá sus puertas a los cientos de invitados privilegiados que sean testigos de la unión entre Sofía Palazuelo y el hijo del duque de Alba, Fernando Fitz-James Stuart. Un escenario -que se alquila para eventos desde 2012 a través de la Fundación Casa de Alba- a la altura del acontecimiento al que, por cortesía y protocolo, podría incluso asistir la infanta Elena con alguno de sus hijos.

Ya se sabía que el duque de Alba ha sido el primero en entregar su regalo de bodas a su hijo primogénito y heredero. El que fuera duque de Huéscar, Carlos Fitz-James, ha legado a la pareja uno de los cuadros favoritos de Cayetana de Alba, 'Busto de mujer con sombrero de cerezas', pintado por Renoir en 1880. Sin embargo, hay un regalo más: la casa donde vivirán de recién casados.

Sin piscina ni pista de tenis

El piso que ha regalado el primogénito de los Alba a su hijo no está en una de las urbanizaciones de lujo de la capital con piscina e instalaciones deportivas. Se encuentra casi adyacente al palacio de la boda, donde los novios se jurarán amor eterno en la capilla del palacio ante Ignacio Jiménez Sánchez Dalp, confesor de la duquesa de Alba.

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Se trata de un edificio de ladrillo de la calle duque de Liria. La pareja ocupará uno de los bajos de casi 250 metros de este inmueble de seis plantas que adquirió el duque por donación de su madre, doña Cayetana, junto con otras 270 propiedades más. Muchas de ellas, como es este caso, en las inmediaciones del palacio de Liria. Los que no sabemos es si unirán los dos bajos o se decantarán por uno solo.

Contrariamente a lo que se pensaba, este emblemático inmueble de ladrillo visto no pertenece a Inversiones Princesa SA, cuyo presidente es Cayetano Martínez de Irujo y donde están presentes todos los hermanos. Esta sociedad en 2013 superará los 18 millones en activos.