Así es la mansión que revela el pasado y la fortuna del exasesor ucraniano, Andriy Portnov, asesinado en Pozuelo de Alarcón

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El asesinato de Andriy Portnov, exfuncionario ucraniano y figura cercana al expresidente Viktor Yanukóvich, sacudió a la comunidad internacional no solo por su brutalidad, sino por los ecos geopolíticos que lo rodean. El crimen, cometido a plena luz del día frente a un colegio de élite en Madrid, destapó una red de intereses, propiedades y estrategias financieras que ahora centran el foco de atención.

En abril de 2024, una transferencia patrimonial reveló un posible escondite: una lujosa mansión de 1.000 m² a orillas del río Dniéper, en la exclusiva localidad ucraniana de Kozyn. Aunque la finca había sido adquirida por Portnov en 2020, solo recientemente fue registrada a nombre de sus hijos menores mediante un poder notarial emitido desde Madrid.

Según el medio Radiosvoboda, la finca figura oficialmente con un valor de 405.000 euros, incluyendo la casa y las 0,65 hectáreas de terreno. No obstante, en 2016, cuando era propiedad de una sociedad offshore registrada en las Islas Vírgenes Británicas, el valor estimado ascendía a los 2,5 millones de euros. Esta discrepancia refuerza las sospechas sobre un posible intento de evasión o encubrimiento de patrimonio.

El acuerdo de donación, firmado por la esposa rusa de Portnov en representación de los menores, dividió el inmueble en partes iguales para los cuatro hijos del exfuncionario. Aparentemente, el cambio de titularidad buscaba proteger la propiedad de posibles embargos internacionales.

Portnov, de 52 años, fue asesinado el pasado miércoles frente al Colegio Americano de Pozuelo de Alarcón, uno de los centros educativos más prestigiosos de la capital española. Aunque las autoridades aún no han cerrado la investigación, todo apunta a un posible ajuste de cuentas. Sin embargo, lo que parecía un homicidio aislado tomó otra dimensión al conocerse el pasado político del fallecido y sus vínculos con el Kremlin, el conflicto del Donbás y la anexión de Crimea.

La sucesión de la propiedad fue la pista que permitió confirmar la residencia de Portnov en España. El poder notarial tramitado en Boadilla del Monte expuso su conexión directa con el territorio español, algo que hasta entonces no se había podido comprobar de forma oficial.