SÍ, QUIERO....

Inspírate en esta boda chic y única con nombres propios

Las bodas han vuelto y queremos mostrarte una muy especial. Una que es un homenaje a todas esas parejas que han decidido cambiar el chip y adaptarse a lo que había, demostrando que al final lo más importante de esta fiesta es el sentimiento. Bienvenidos al día de la boda de Mercedes y Santiago

Texto: Cris Castany
Diseño: Bolívar Alcocer
Fotos: Alejandra Ortiz


Mercedes (30) y Santiago (31) se casaron en plena pandemia… Algo que al resto de los mortales nos parecería imposible, ellos lo hicieron sin miedo. ¿Por qué? Es fácil de entender, ella ha estado en la primera línea en la lucha contra el covid, es médico generalista y, como tal, le tocó el servicio de urgencias de un hospital. Con esa experiencia, la vida cambia y las decisiones se toman de otra manera.

Santi, ingeniero aunque se dedica a la comunicación política, le pidió matrimonio el verano anterior en Santiago de Compostela después de la última etapa del Camino, una decisión tomada después de nueve años de relación, aunque se conocen desde segundo de bachillerato, toda una vida. “¡No me lo esperaba para nada en ese momento, así que me hizo el doble de ilusión! Ambos estábamos deseando casarnos y empezar nuestra vida juntos después de tantos años”, cuenta Mercedes. “Santi me compró un anillo de plástico y me lo dio en ese momento, parece una tontería, pero es algo que guardo en mi joyero con mucho cariño”.

Pudieron celebrar la pedida de mano de la forma tradicional, algo con lo que ella siempre había soñado: “Justo el fin de semana de antes de empezar la pandemia, ¡así que fue doblemente especial! Santi me regaló un anillo precioso, estilo vintage, en oro blanco, que encargó a sus tíos de la joyería Narváez”.

bodas
La novia posando para la fotógrafa Alejandra Ortiz, autora del reportaje gráfico.

Aunque la boda estaba planeada para mayo de 2020 se vieron obligados a retrasarla dada la situación. Para organizarla tuvieron que dejar a un lado muchas de las ideas que tenían: “Yo no tenía un prototipo de boda. Me apetecía una no demasiado grande, en la que estuviese la gente que queríamos de verdad. En ese momento no es tan fácil y todo se te hace un mundo. Además yo, viviendo la situación desde el hospital, era incapaz de ver el lado positivo. Gracias a Dios, tenía a Santi tranquilizándome y haciéndome ver siempre el lado bueno de todo aunque él estuviese igual de disgustado que yo. Además tengo que decir que todos los proveedores que tuvimos fueron maravillosos, apoyándonos y ayudándonos en todos los cambios sin poner ninguna pega. Tuvimos que dejar de lado muchas cosas que nos apetecía hacer, pero a día de hoy te digo que tuvimos la mejor boda que podíamos imaginar, con la gente que más queríamos y celebrando felices que por fin habíamos podido dar el paso y que todos los que queríamos estaban sanos con nosotros. Toda nuestra familia se volcó desde el primer momento, sobre todo al tener que posponer la fecha, nos apoyaron muchísimo y ayudaron para que todo saliese perfecto. Por las restricciones de invitados retransmitimos por streaming la ceremonia para que todos pudiesen acompañarnos de alguna manera. Dada la situación no podemos quejarnos de nada”.

Los detalles y los trajes

“El vestido me lo hizo Sofia Delgado. Sofi es mi prima del alma, hemos crecido juntas, así que no tenía ninguna duda de mi elección. Además, jugaba con la ventaja de que me conoce perfectamente y supo encontrar mi vestido perfecto, incluso cuando yo desesperada no me veía con nada. ¡A la pobre la volví loca! Pero una vez decidido me chifló desde la primera prueba”. Según la diseñadora, el vestido fue de inspiración renacentista, con seda en acabado rústico y gasa para el cuerpo y las mangas. La cola desmontable, para poder quitarla después de la iglesia y estar más cómoda; y el toque final, unos bordados a mano de seda, piedra y organza en el cuerpo que hizo la artista Victoria de Luneville. “Un vestido espectacular con el que me sentía comodísima y que me pondría mil veces más. Además llevé el velo de mi bisabuela, uno antiguo amantillado que quedó perfecto en combinación con las telas del vestido”, añade Mene. “Los zapatos los encontré una semana antes de la boda en Jimmy Choo. Unos stilettos de ante clásicos, pero con un toque moderno que van abiertos por detrás y tienen un tacón muy original. Como joyas llevé mi anillo de pedida y unos pendientes vintage de la joyería Del Páramo que me regalaron mis padres cuando dije que me casaba. Además llevé a modo de diadema, sujetando el velo, la pulsera de pedida de mi abuela, que me hacía especial ilusión. Mi ramo de novia me lo hizo Loreto Aycuens. Fue una mezcla de flores en tonos fresa y verdes. Lo até con una medida de la Virgen del Pilar de la bandera de España que me regaló Santi días antes, junto con dos medallitas de la Virgen que me regaló una de mis mejores amigas”. Para el maquillaje y peluquería, "contamos con Álvaro Talayero, el mejor. Llevé un moño bajo sencillo y un maquillaje supernatural, que para mí era lo más importante. También se encargó del maquillaje y pelo de mi hermana y mi madre, dejándonos a todas perfectas en nuestro estilo. Me colocó la pulsera a modo de diadema y el velo, que no se me movió en toda la ceremonia”. Santiago, su pareja, se inclinó por una opción mítica: “Santi y mi padre se hicieron el chaqué juntos en Oteyza. Mi padre se lo hizo clásico y Santi en gris oscuro con el chaleco a juego. Llevó unos gemelos de oro de su padre y la corbata verde que le regalé yo a los 3 años de novios. Ambos estaban elegantísimos”.

bodas

El vestido inspirado en el Renacimiento es de Sofía Delgado. Llevaba un toque único de seda, piedra y organza bordado a mano en el cuerpo que hizo la maravillosa Victoria de Luneville. El velo amantillado era de su abuela.

El recuerdo

Una de las partes fundamentales de cualquier boda es quién te ayudará a capturar todos esos recuerdos para siempre, pero Mene (como la llaman sus amigos) tuvo clara la elección de la fotógrafa desde el principio, Alejandra Ortiz: “Siempre me han encantado sus fotos, su naturalidad y la luz que utilizan. A Santi no le gustan mucho las fotos y queríamos a alguien que supiese sacar las mejores incluso no posadas y así fue, consiguió  un meterial que plasma perfectamente nuestra felicidad de ese día. Para el vídeo contamos con Mr. Magú, que no solo es excepcional como persona, sino que nos hizo sentirnos supercómodos delante de la cámara, haciéndose parte de la boda con su simpatía y cariño, y sacó un vídeo espectacular que vemos sin parar”.

bodas
A sus madres les regalaron un ramo de hortensias a cada una,
mientras bailaban  'Ain't no mountain high enough'.

El lugar y el catering

“Tuvimos dudas, pero finamente era más fácil para todos hacerlo en Madrid. No teníamos claro dónde celebrarlo, pero en cuanto conocimos Tenadas supimos que no queríamos buscar más, no solo por lo bonita que es, sino también por el trato que recibimos por parte de Jaime y Ana (sus propietarios) desde el primer momento y ¡lo bien que se come con el catering de La Blonda! Fue un gran acierto que repetiríamos sin duda con los ojos cerrados”.

bodas
La Blonda se encargó de decorar las mesas con centros de flores en colores otoñales.

Ceremonia religiosa

Se casaron en la misma iglesia en la que habían contraído matrimonio los padres de Mercedes: “A la una del mediodía en la iglesia de la Inmaculada y San Pedro Claver (ICADE). Me hacía especial ilusión. Además, nos dieron todo tipo de facilidades para hacer la ceremonia a nuestro gusto, que para nosotros era superimportante. De la decoración floral se encargó Loreto Aycuens, prima de Santi. Hizo unas copas de hortensias, mi flor preferida, en tonos fresas y verdes, que le dieron una luz preciosa a la iglesia. Como paje llevé a mi prima pequeña de 9 años. Llevó un vestido blanco con lazada de lino rústico en la cintura de Marta Ussía. Para el coro contamos con el grupo Alborada, para mí fue muy especial la entrada con mi padre con el 'Canon en re mayor', de Johann Pachelbel. Cuando era pequeña veía la película 'El padre de la novia' con él y siempre me decía ‘tú tienes que entrar conmigo con esta canción’, y no podía elegir otra”.

bodas

Los novios y los padrinos. La madrina llevó un vestido azul petróleo de la colección 'Victoria' de Vicky Martín Berrocal
y lo acompañó de la clásica mantilla negra.

Evento

De la decoración floral de la finca “se encargó Lucía Navas, de El Taller de Lucía. Enseguida captó lo que me apetecía, es una maravilla como trabaja. Decoró los techos del salón con unas estructuras colgantes de verdes y colores otoñales que quedaron espectaculares. Los centros de mesa altos y bajos, con el brezo como material principal. Los meseros los pintó mi hermana María con temas relacionados con nuestra vida: el campo, nuestros viajes, nuestras aficiones… y ¡quedaron ideales! Todo el mundo se los quería llevar. De todo lo demás se encargaron el equipazo de La Blonda, que son los mejores wedding planners, con una decoración estilo rústico con colores otoñales”. Sorprendieron a sus invitados con un menú ligero: “De primer plato tomamos tartar de tomate, aguacate y salmón con galleta de parmesano y salmorejo. De segundo, roast beef con puré de boniato que estaba de escándalo. Y de postre, la tarta árabe de La Blonda, que es la más rica que he tomado nunca. Después de la comida le regalé el ramo a mi hermana mientras sonaba nuestra canción favorita, ‘Stand by me’. Al ser solo dos, tenemos una relación muy cercana, no podemos estar la una sin la otra, así que para que fuese más especial decidí no dividir el ramo y dárselo solo a ella”.

bodas
El ramo de novia era de Loreto Aycuens en tonos fresa y verde, 
atado con una medida de la Virgen del Pilar de la bandera de España.

En cuanto a la música, “por las restricciones no podíamos tener discoteca, aun así contamos con Bosco Andrada, que se desvivió para que disfrutásemos en todo momento y nos puso temazos para bailar desde nuestro sitio. Entramos en el comedor dándolo todo con la versión remix de ‘Sweet Caroline’ y nos lo pasamos pipa. Son bodas distintas pero igualmente muy especiales y divertidas. Además tuvimos la suerte de contar en el cocktail con el grupo La Repera, con la banda de Jaime Terrón, que cantaron temazos durante hora y media, ¡fue una pena no poder bailar! Hicieron un sorteo en su Instagram durante la pandemia para médicos que se fuesen a casar y tuve la gran suerte de que me tocase. Son unos artistas”. Hubo pocos bailes pero muy especiales: “No fue un vals como tal, la verdad que improvisamos, pero nos reímos muchísimo. Fue con mi padre, con la canción de Michael Bublé ‘Save the last dance for me’, que ya solo con el título dice el porqué de la elección de esa canción, y después salió Santi con su madre. Después bailamos Santi y yo, con la canción de Andrea Bocelli ‘Con te partirò', que usaba Santi para ligar conmigo cuando todavía éramos amigos, ja, ja, ja. Disfrutamos muchísimo de ese momento con todo el mundo dándolo todo”.

bodas
De viaje de novios se fueron en el último momento a Dubái y a Maldivas.

Prepararon una sorpresa para sus familiares y amigos, querían que les quedara un recuerdo para siempre: “Para mis testigos y personas importantes encargué unas acuarelas de fotos especiales de cada uno de ellos a Alicia Reynolds que quedaron ideales. Me apetecía tener un detalle diferente que pudiesen guardar para siempre. A nuestras madres les dimos un ramo de hortensias a cada una. La verdad es que improvisamos la mayoría, pero eso es lo mejor, que salió natural y como nos apetecía en ese momento. No pudimos hacer el viaje de novios que teníamos planeado a África, pero en el último momento pudimos organizarlo para irnos al desierto de Dubái y a Maldivas, y lo pasamos fenomenal. Fuimos unos suertudos de poder hacerlo a pesar de las circunstancias”.