Boda en Islandia: 5 razones espectaculares para el destino de moda

Hay bodas de todo tipo, desde las más pequeñas y sencillas, hasta esas que parecen de cuento de hadas. Estos conceptos, que parecen contrarios, se pueden unificar si queremos tener una boda destino o ‘destination wedding’ y escogemos Islandia para celebrarlo. Un lugar de ensueño, con parajes casi mágicos y con una fuerza sorprendente gracias a sus espectaculares vistas y rincones naturales. ¿Quién no querría celebrar una boda en el paraíso?

Antes de hacer las maletas y coger el vestido de novia para subirse a un avión que aterrice allí, hay que tener en cuenta varias cosas, la primera de ellas es la organización. Conviene tener presentes los requisitos y documentos que hay que cumplimentar antes de poder celebrar una boda en Islandia, sobre todo si queremos que esta tenga validez al regresar. Otra es el tiempo, bastante cambiante, por lo que suele ser necesario tener un plan B, como sucede con las bodas de primavera o de otoño en España, cuando no tienes claro si acabará lloviendo o el tiempo será estable.

Para este tipo de celebraciones, que se organizan a distancia, lo mejor es contar con la ayuda de profesionales, de wedding planner que puedan hacer que cumplir todos los requisitos sea más sencillo, sobre todo si es alguien que trabaje organizando este tipo de bodas en concreto o que tenga acuerdos con alguien de la zona, para facilitar la contratación del cáterin, la música o las flores que necesitaremos para que todo sea perfecto. Una vez que tenemos esto claro, solo queda escoger el rincón en el que celebrar el día más importante de nuestras vidas.

En la cascada Seljalandsfoss

La naturaleza nunca deja de encogernos el corazón con su grandiosidad, sobre todo cuando tenemos la oportunidad de ver algunas de sus maravillas en directo, como la espectacular cascada Seljalandsfoss, un salto de 65 metros altura, una de las más impresionantes del país. Un paisaje que deja sin aliento a quien lo ve y que pueden convertirse en un lugar mágico para jurarse amor eterno, dejando para el recuerdo unas fotografías impresionantes.

Lo serán mucho más de lo que parece a simple vista porque no solo se puede disfrutar de la imagen que nos deja el salto, también se puede pasar a través de la cortina de agua, por un sendero seguro, pero un tanto resbaladizo. Las parejas que escojan este enclave tienen que asegurarse de llevar el calzado adecuado, así como de tener a mano un buen impermeable, pues la cascada salpica agua a varios metros de distancia.

En la playa de arena negra de Reynisfjara

Una boda en la playa siempre es agradable y divertida, si además es de arena negra como la de Reynisfjara, la poderosa imagen que nos regala es mucho mayor. Sobre este fondo negro, ligeramente agresivo, destaca mucho más el blanco del vestido de la novia, pero también el amor de la pareja, que es capaz de hacer frente a todos los elementos. También merece la pena acercarse a Hálsanef, unas columnas hexagonales basálticas que se levantan junto al acantilado. Un paisaje agreste que hace que el romance parezca mayor.

En el glaciar Langjökull

Islandia es famosa por sus paisajes, algunos de ellos agradables y clásicos, incluso cuenta con pueblitos con casitas de colores y pequeñas iglesias donde se pueden celebrar enlaces más tradicionales. Sin embargo, si lo que quieres es aventura, nada mejor que una boda Langjökull, donde se encuentra la cueva de hielo más grande del mundo. Este glaciar regala una experiencia única, sensaciones irrepetibles y un enclave que los novios siempre recordarán, así como todos sus invitados.

En el Parque Nacional de Thingvellir

A unos 45 kilómetros de Reykiavik se encuentra uno de los lugares históricos más importantes de Islandia, el valle de Thingvellir, donde se encuentra la fisura de Silfra, el lugar en el que se separan las placas tectónicas de Norteamérica y Eurasia. Esta es una de las paradas más importantes del Círculo Dorado, allí se fundó el primer parlamento del mundo y también donde nació la República de Islandia. Sus paisajes, su fauna y su flora son impresionantes y también encontramos allí una de las primeras iglesias de Islandia. Para los amantes del séptimo arte, Thingvellir fue uno de los escenarios escogidos para la cuarta temporada de ‘Juego de Tronos’.

En el mágico Blue Lagoon

Quienes quieran casarse a los pies de un lago, nada mejor que seleccionar el Blue Lagoon, una de las atracciones más populares de Islandia a causa de sus cálidas aguas opacas, de un increíble color azul que contrasta con el resto del paisaje, negros campos de lava cubiertos de musgo verde. Los novios pueden disfrutar de la experiencia completa, pues alrededor del lago encontramos restaurantes y hoteles donde celebrar el resto del evento. Unas vistas preciosas que convertirán su boda en una experiencia única.

Una boda en Islandia puede no ser sencilla de organizar, pero no hay duda de que sus increíbles rincones y paisajes convertirán la experiencia en una cita que recordarán para siempre. Eso sí, conviene escoger muy bien la fecha para evitar tener que compartirla con los turistas que también han sido atraídos por la belleza del lugar.