La boda ‘diplomática’ de Alejandro y Almudena en Galicia

Almudena y Alejandro

Una boda ‘diplomática’ en Galicia: un porsche, una estrella michelín y uniformes

Alejandro preparándose para la boda
Almudena y Alejandro abrazándose en la entrada de la iglesia
Bandeja con zamburiñas y navajas
Montaje de imágenes de la boda

Una boda ‘diplomática’ en Galicia: un porsche, una estrella michelín y uniformes

Texto Patricia Izquierdo
Foto Ohlalalaia
Formato Marina G. Ortega · Emma Esser · L. Rodríguez

Almudena ha sido una de las protagonistas más divertidas e ilusionadas de esta temporada y no podíamos dejar de repasar las fotos de este enlace tan ‘diplomático’ colmado de detalles de lo más originales.

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iempre había soñado con el día de mi boda, pero no de una forma particular, para mí lo más importante era encontrar esa persona con la que crear una familia y pasármelo fenomenal ese día. ¡Fui total e increíblemente feliz!”. Almudena ha sido una de las protagonistas más divertidas e ilusionadas de esta temporada de bodas que ya en pleno verano está tocando a su fin. No obstante, no podíamos dejar de repasar las fotos de este enlace tan ‘diplomático’ colmado de detalles de lo más originales.

La novia condujo ella misma el coche desde la iglesia hasta el imponente pazo en el que Pepe Solla (1 estrella Michelin) hizo las delicias de los asistentes con su catering; cantó un coro compuesto por familiares y amigos, y para entrar en el cóctel sonó a todo volumen uno de los temas principales de ‘El Rey León’.

Tras la ceremonia, fue la novia quien condujo el Porsche de su cuñado de camino al Pazo
Tras la ceremonia, fue la novia quien condujo el Porsche de su cuñado de camino al Pazo.

Todo ello, por supuesto, teniendo muy presente la profesión del novio, Alejandro (Alex para sus más allegados). Diplomático, caminó hacia el altar con su uniforme de gala como también lo hicieron todos sus compañeros de profesión invitados a un enlace en el que participaron 250 personas.

“Alex iba con el uniforme del Cuerpo Diplomático, pero para él fue una ocasión especial porque no solo fue con el uniforme, sino que llevó el uniforme que fue de su abuelo. Su padre, que también es diplomático, también fue con el uniforme y varios compañeros de carrera”.

Así nos han narrado Almudena Visiers (25 años) y Alejandro Robles (31) su boda en primera persona.

Almudena y Alejando frente al altar

Una ceremonia de lo más emotiva

Se conocieron en la boda de uno de los primos de Alejandro. “Me encantó porque pocas veces se ve a un chico que le guste bailar, pero aparte de bailar no pasó nada más. Volví a saber de él cuatro meses después porque su prima me dijo que le había pedido mi número. Y desde entonces estamos juntos. Llevamos juntos tres años”. Y de una boda, como dice el refrán, salió otra boda.

“Nos casamos a las 13 horas en la parroquia de Santa Eulalia en Villagarcía de Arosa. Bueno, mejor dicho, a las 13:45, porque llegué 45 minutos tarde (risas)”, relata la novia. Eso sí, no por su culpa. “Nos encontramos un mercadillo en mitad de la calle principal que llevaba a la iglesia. La iglesia donde lo celebramos fue la de Santa Eulalia en Villagarcía de Arosa, a 10 minutos andando del pazo. Nos casó un sacerdote y amigo de Alex de su infancia y juventud, con el que ha compartido muchas vivencias. Celebró la boda más bonita y cercana que pude imaginar. Siempre le estaré agradecida”, continúa.

“A la salida de la iglesia hubo doble sorpresa: nos hicieron la presentación de espadas compañeros y el padre de Alex”

“La iglesia la decoramos sencilla, ya que para nosotros lo importante era lo que estaba pasando allí. Elegimos unos verdes, con flores de cera burdeos y unas rosas pequeñas blancas”. En cuanto al coro, también fue de lo más familiar, formado por amigos y familia. “A mi entrada cantaron el tema de ‘La misión’ de Ennio Morricone. Y durante la misa, cantaron canciones que Alex y yo elegimos para alabar y celebrar con alegría ese día. Estamos infinitamente agradecidos”.

Un sentimiento que se traslada, según nos cuentan, a cada minuto del que fue su gran día. “A la salida de la iglesia hubo doble sorpresa: nos hicieron la presentación de espadas compañeros y el padre de Alex. Y Alex me iba a llevar en el coche de su hermano Santi al pazo. Y ¡me dio las llaves al salir! Me hizo mucha ilusión porque lo habíamos hablado varias veces antes de la boda, porque a mí me encanta conducir, y más esa preciosidad de coche. Así que conduje feliz el Porsche del hermano de Alex hasta el pazo”, asegura divertida.

Montaje de imágenes de la ceremonia
Una de las grandes sorpresas se la llevaron a la salida de la iglesia
Una de las grandes sorpresas se la llevaron a la salida de la iglesia.

El vestido

Para su gran día, la novia eligió a Valenzuela. “Las elegí porque mi hermana se lo hizo allí hace dos años, y el trato y la cercanía era algo que no me dieron en otros sitios donde fui a preguntar. La verdad es que tenía muchos vestidos en la cabeza, pero quería algo de dos piezas, elegante para la ceremonia y fiestero para después. Así que me hicieron un chaleco con cola de gasa y mangas con puños de encaje y una base de tirantes, sencilla pero cómoda y, sobre todo, creo que todo definía mucho mi estilo. Después de la comida, me quité la chaqueta con la cola, para el baile”.

En cuanto a los zapatos, “los compré en Didom, los elegí de color beis para poder utilizarlos en más ocasiones. Aunque no sea nada fan de los tacones, estuve muy cómoda todo el día”, detalla.

“La verdad es que tenía muchos vestidos en la cabeza, pero quería algo de dos piezas, elegante para la ceremonia y fiestero para después”
“La verdad es que tenía muchos vestidos en la cabeza, pero quería algo de dos piezas, elegante para la ceremonia y fiestero para después”

“Llevé los pendientes de mi abuela y mi anillo de pedida. Y un segundo pendiente de un brillante que es el que le regalé a mi hermana por su boda. También llevé un tocado de pedrería que diseñé, me lo hicieron las chicas de Asis & Gross”.

Del maquillaje y el peinado se encargaron las chicas de Rochas. Además, también maquillaron y peinaron a las madres de los novios y a la hermana de Almudena. “Todas iban espectaculares”.

Complemento de la novia
Vestido de la novia
Pendientes de la novia

Una boda clara desde el principio

“No te voy a engañar, creo que a veces nos liamos con las bodas. Alex me lo pidió ocho meses antes de la boda. El primer mes cerramos iglesia, pazo, catering y modista para mi vestido. Y después de eso llegaron un par de cosas más tres meses antes de la boda y el resto al final. Creo que es fácil complicarse, para nosotros lo más importante era la celebración del matrimonio y luego que todo el mundo estuviera como en casa y se lo pasara bien”. Dicho y hecho.

La química entre ambos fue innegable durante toda la jornada
La química entre ambos fue innegable durante toda la jornada.
“Creo que es fácil complicarse, para nosotros lo más importante era la celebración del matrimonio”

Lo primero que hicieron nada más prometerse fue buscar un pazo en Galicia, donde tenían más que claro que querían darse el ‘sí, quiero’. “Mis padres y mis hermanos han vivido en Cangas de Morrazo y tenemos una casa donde pasamos todos los veranos desde que nací. Además, la familia paterna de Alex es de Lugo y tienen una casa en Foz que era de su tía Ana, y es un sitio especial para él también. Así pues, buscamos un pazo que estuviera preparado para que ese día lloviera, ya que nos casábamos en abril”.

Las dos familias están muy vinculadas a Galicia
Las dos familias están muy vinculadas a Galicia.

El pazo El Castriño, en Villagarcía de Arosa, les enamoró. “Al salir de ahí, le dije a Alex que ese era el sitio donde lo quería celebrar, y él me dijo que haría todo lo que pudiera para que así fuera. Al lado del pazo había una parroquia muy bonita, la de Santa Eulalia, nos fuimos a hablar con el párroco, don José, y muy amablemente nos reservó el día 23 de abril para que pudiésemos celebrarla ahí”, y todo lo demás fue rodado.

“Llevé los pendientes de mi abuela y mi anillo de pedida. Y un segundo pendiente de un brillante que es el que le regalé a mi hermana por su boda”
Montaje de imágenes de los novios
Salón comedor del restaurante

“Nuestras fotógrafas fueron del grupo Ohlalalaia. ¡Una pasada! Me las recomendó mi hermana, queríamos a alguien que supiese retratar y respetar bien el momento de la iglesia. Además, al ver sus fotos nos encantó. Así que nos las llevamos de Madrid a Galicia. Y el trato fue inmejorable”.

Un día en el que ambos fueron “increíblemente felices”.