Enseña pierna el día de tu boda: las celebs que inspiraron con sus minivestidos

Aunque la mayoría de normas nupciales no se encuentran escritas en ningún documento, sino que son más bien resultado de un proceso de tradición, aún nos cuesta mucho desprendernos de ellas. Por ejemplo, ¿quién se imagina a una novia que no se casa de blanco? o ¿de largo? Los vestidos de princesa se convierten en una inspiración clave desde la niñez para seleccionar el modelo de tu boda. Sin embargo, el paso de los años ha reactualizado estos procesos de imaginación.

Si algo ha demostrado esta temporada de bodas 2022 es que la longitud de una falda no define lo ‘chic’ de un diseño nupcial. Las novias se han rendido ante los minivestidos muchas veces en pro de la comodidad y otras en búsqueda de expresar una personalidad menos formal. Además, el auge de la idea de cambiar de modelo tras la ceremonia ha impulsado esta nueva tendencia entre las mujeres que se animan a dar el ‘sí, quiero’.

Un hecho probado por una de las influencers de moda con más seguidores en nuestro país. Teresa Andrés Gonzalvo lucía como tercer vestido un original dos piezas ceñido de Navascues compuesto por un cuerpo palabra de honor envuelto en tul con mangas desmontables, conformando un falso escote bardot, y una minifalda también envuelta en el mismo tejido.

La socialité Blanca Miró también apostaba por un modelo vintage de Paco Rabanne de inspiración sesentera. El diseño de tirantes anchos y sutil escote pico se encuentra elaborado en un tejido de rejilla con forma geométrica romboidal, que complementó con un pañuelo a juego de inspiración árabe.

Una tendencia a la que también se sumó Mafalda Patricio. La influencer portuguesa cambió su vestido de novia para la fiesta posterior a la celebración con un diseño corto de tirantes con parte superior estilo corsé y falda de volumen, firmado por Inuñez Atelier.

El movimiento ha irrumpido con fuerza en el mundo de las anónimas de la mano de los diseñadores nacionales favoritos de la jet. Jorge Redondo creaba su modelo ‘Marina’ un vestido recto fluido a medida, realizado en crepe y tafetán plisado, con espalda al aire y sobre vestido de organza de seda con gran cuello y lazada.

Sin embargo, los minivestidos no han irrumpido en el terreno nupcial de forma repentina. Ya en el año 2019, Carlota Casiraghi dio el ‘sí, quiero’ con una creación de Anthony Vaccarello para Yves Saint Laurent. Un clásico modelo corto con manga larga y cuello, realizado en encaje, rematado en su parte delantera por tres lazos a juego e inspirado en el diseño que lució su abuela, Grace Kelly, para celebrar su matrimonio civil en 1956.

En una vía más disruptiva encontramos a Sofía Paramio que acudió a la ceremonia eclesiástica con un minivestido de la diseñadora Carmen March. El diseño de ligero escote pico y mangas volante acabadas en espalda efecto cascada contaba con una sobrefalda de un par de metros de cola. Además, la influencer elevó su estilismo con lujosos complementos como unos pendientes de diamantes de Suarez, diseñados por ella, y unos tacones blancos de Manolo Blahnik.

Si damos un paso atrás en el tiempo, la tendencia de los minivestidos nupciales viene marcada por los grandes iconos de estilo clásico. Por ejemplo, la actriz Elizabeth Taylor en su boda con Richard Burton escogió un ligero vestido suelto en clave baby doll, realizado en organza, con cuello camisero y mangas ligeramente abullonadas, rematadas en puño de Irene Sharaff.

Su coetánea Audrey Hepburn también se decantaba por un modelo corto para su segundo matrimonio con el psiquiatra italiano Andrea Dotti. Un diseño rosa palo recto con cuello tortuga y manga larga de Givenchy con pañuelo a juego.

Por último, la extravagante Yoko Ono rompió los códigos del mundo de las novias con un minivestido blanco estilo tenista con calcetines hasta la rodilla, un sombrero para protegerse del sol y unas maxigafas redondas.