La boda (y los 3 looks) de la diseñadora Kat Kralik Johnson en los viñedos de Napa
Al aire libre, rodeados de viñedos y en un entorno idílico, te contamos todo sobre el 'sí, quiero' de esta empresaria nupcial y cómo eran sus tres outfits
En una boda, cada detalle, por grande o pequeño que sea, cuenta para completar una estampa nupcial idílica. Empezando por escoger el lugar, fijar una fecha y hora, pasando por la importante tarea de encontrar los looks adecuados, hasta la decoración. ¿La clave? Que los novios sean fieles a sí mismos y vean cómo sus sueños se convierten en realidad. No hay más secretos para el éxito final de un enlace.
La diseñadora de moda y empresaria nupcial Kat Kralik Johnson cumplió con esa regla de oro. Se casó el otoño pasado con su prometido, Michael Johnson, un entrenador de grandes atletas, y su boda en los viñedos de Napa es un espectáculo. Por el entorno, la puesta en escena y los tres looks que lució la novia. Un enlace que no tiene desperdicio alguno y que puede servirte como fuente de inspiración. Adelante.
Kat Kralik Johnson es la fundadora de One & Only Bridal, una empresa creada en 2016 y dedicada al mundo de las bodas, que pone el foco de atención en el look de la novia. Cansada de ver cómo en las tiendas y marcas los vestidos eran prácticamente iguales, la estadounidense decidió dar un nuevo enfoque al armario nupcial femenino con propuestas para todos los gustos y a precios muy competitivos.
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Como no podía ser de otra forma, para su enlace, ella misma y siempre, ayudada y asesora por su equipo de expertos, diseñó sus tres outfits. Dos vestidos y un mono, pero antes de detallarte cómo eran, te contamos dónde pronunció el 'sí, quiero' la empresaria.
En pleno corazón de Napa, California. Conocida mundialmente por sus viñedos, Kat y Michael escogieron celebrar sus nupcias en los jardines del restaurante Brix. A su ardedor, kilómetros de tierras vitivinícolas como el entorno de ensueño para festejar su amor. A media tarde y con el sol cayendo a sus espaldas, las fotografías son el reflejo de una preciosa boda cuidada al extremo.
Pocos invitados, montaje floral a base de panícula y rosas blancas, guirnaldas de luces, velas, elementos rústicos, lámparas colgantes, detalles en negro y de fondo, campo, árboles, naturaleza, tierras aradas y montañas.
Tratándose de un enlace de moda, el 'dress code' estaba marcado y bien definido. Ellos, tanto los asistentes como el novio, con el clásico esmoquin. Variedad de color entre las invitadas con una pauta común: de largo. Un séquito de damas de honor ataviadas con diferentes 'slip dress' en tonos nude y portando un pequeño ramillete a juego con el de la novia, cerraron el desfile.
Turno para hablar de los tres looks de Kat Kralik Johnson. El primero, el que lució en la ceremonia civil, un vestido de corte sirena con los hombros descubiertos, mangas caídas, cuerpo drapeado y debajo, una especie de corsé semitransparente con las ballenas a la vista. De ahí, la falda recta y ajustada hasta desembocar en una cola. Sorpresa en la espalda decorada con un lazo lateral. Para este atuendo, melena recogida en un moño y como joyas, unos pendientes largos de pedrería.
Segundo estilismo y también un vestido, pero con un cambio radical de estilo. Silueta princesa y acabado joya, un traje de fiesta recubierto de pedrería y strass para abrir el baile y deslumbrar en la pista con su ya marido. La parte superior del diseño, de tirantes finos, ceñida como un corpiño y espalda al descubierto. En el epicentro, un minicinturón con hebilla cuadrada. Para concluir, una sobrefalda de tul para recrear una imagen de fantasía.
Para su tercer y último outfit, Kat colgó los vestidos para enfundarse en un mono.
De nuevo, una silueta ajustada. Tejido de crepé, flores en 3D por todo el corte, manga larga semitransparente, escotazo en la espalda, cinturón de raso y pantalón campana.
Su pelo suelto con ondas naturales y unas sandalias metalizadas pusieron el broche de oro a su tercer look de novia. Una opción cómoda y estilosa para moverse con soltura durante la fiesta.
En una boda, cada detalle, por grande o pequeño que sea, cuenta para completar una estampa nupcial idílica. Empezando por escoger el lugar, fijar una fecha y hora, pasando por la importante tarea de encontrar los looks adecuados, hasta la decoración. ¿La clave? Que los novios sean fieles a sí mismos y vean cómo sus sueños se convierten en realidad. No hay más secretos para el éxito final de un enlace.