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Viajamos al atelier en Bruselas de Thierry Boutemy, el florista que ideó el ramo de novia de Marta Ortega
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ENTREVISTA

Viajamos al atelier en Bruselas de Thierry Boutemy, el florista que ideó el ramo de novia de Marta Ortega

Es uno de los floristas más famosos del mundo, pero a pesar de su éxito, Boutemy sigue fiel a la esencia de su profesión y de lo que le apasiona, las flores y la naturaleza

Foto: En el atelier en Bruselas de Thierry Boutemy. (Cortesía/Itxas Casas)
En el atelier en Bruselas de Thierry Boutemy. (Cortesía/Itxas Casas)

Como si de un jardín secreto se tratara, tras una sencilla puerta enmarcada por un frondoso entramado de plantas y flores, nos encontramos en Bruselas con el atelier de uno de los floristas más famosos del mundo, Thierry Boutemy.

Este francés originario de Normandía y afincado en la capital belga desde hace más de veinte años, fue el responsable del ramo de flores de la novia protagonista de la boda más mediática del año 2018, la que unió a Marta Ortega, entonces heredera del imperio Inditex, con Carlos Torretta. Una creación específicamente elaborada para el exquisito look diseñado por Pierpaolo Piccioli para la actual presidenta del gigante de la moda española.

Su atelier, reflejo de su filosofía

El atelier de Thierry es el mejor escaparate de su forma de entender la profesión. Solo hay que echar un vistazo a los bouquets recién elaborados que nos encontramos esperando a su afortunado destinatario, reposando delicadamente sobre el gran mostrador de madera que preside el espacio. Discretos, naturales, pero ricos en una variedad armoniosa de coloridas especies silvestres.

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placeholder En el atelier en Bruselas de Thierry Boutemy. (Cortesía/Itxas Casas)
En el atelier en Bruselas de Thierry Boutemy. (Cortesía/Itxas Casas)

Marie-Antoinette marcó su reconocimiento mundial

No es extraño que la directora norteamericana Sofia Coppola eligiera a Boutemy para encargarse de los arreglos florales de su conocida película 'Marie Antoinette' (2006). Sus sublimes bouquets barrocos reflejaron en el cine el profundo amor por la horticultura y la floricultura de la famosa reina de trágico final, algo que la austriaca materializó con la creación de su particular santuario, sus jardines privados en el palacio de Versalles, un lugar mágico que ha ido recobrando poco a poco el esplendor de la época.

Esta película marcó el inicio de la fama internacional de Boutemy y le permitió iniciar nuevos proyectos para firmas de lujo como Chanel o Gucci, participar en eventos para instituciones artísticas y museos de todo el mundo o realizar colaboraciones con exclusivos hoteles, en los que ha ido imprimiendo su particular buen gusto. Thierry Boutemy recibe a Vanitatis y nos habla de su profesión, del trabajo que realizó para Marta Ortega y de su compromiso con la naturaleza.

placeholder En el atelier en Bruselas de Thierry Boutemy. (Cortesía/Itxas Casas)
En el atelier en Bruselas de Thierry Boutemy. (Cortesía/Itxas Casas)

La profesión de florista es totalmente vocacional, usted estudió horticultura en Normandía (Francia), ¿cómo surgió esta pasión por el arte floral?

Así es, yo crecí en el campo, teníamos un jardín y muy pronto desarrollé una curiosidad por la naturaleza y por las flores. Estudie también arqueología y todo lo que tenía que ver con la temporalidad o la intemporalidad del tiempo, del lugar en donde uno vive o pasa. Y efectivamente, estudié horticultura también. Aunque nunca me gustaron mucho los estudios, ya que las escuelas no iban con mi espíritu y desarrollé mi propio nivel y pasión.

Cuando uno entra en su atelier de Bruselas, lo primero que sorprende es el ambiente sosegado y la paz que se respira en el espacio. ¿Cómo ha logrado crear ese ambiente relajado en medio de una calle tan comercial y bulliciosa como es la rue Vanderkindere?

La tienda está concebida como un lugar de reflexión, de conexión con la tierra, todo el local está cubierto de tierra, que es realmente la base de nuestra vida y de la cultura del Norte. Intento trabajar con los colores y los materiales relacionados con esa parte del país. En este sentido, después de buscar entre muchos tipos de flores, desde hace tiempo he decidido elegir siempre flores que han sido bien cultivadas, especies que vienen de explotaciones que son respetuosas con la naturaleza, y eso también se refleja y ha desarrollado el ambiente que se respira en la tienda de Bruselas.

placeholder En el atelier en Bruselas de Thierry Boutemy. (Cortesía/Itxas Casas)
En el atelier en Bruselas de Thierry Boutemy. (Cortesía/Itxas Casas)

En relación con esta cuestión, mantener su vínculo con la naturaleza es una de sus señas de identidad, así como su defensa de las pequeñas explotaciones de flores. ¿Qué hace usted para distanciarse de la industrialización en la producción de las flores?

Después de 27 años que acaba de hacer mi tienda, si tengo que decir algo sobre mi trabajo es de que soy florista, pero no hago exactamente el trabajo de florista. He desarrollado una vocación, como usted ha dicho, tengo una pasión. Cuándo yo comencé mi trabajo hace 31 años no existía el compromiso que ahora se ha ido desarrollando. Trato de trabajar lo más respetuosamente posible desde el inicio. Es una cuestión redundante, pero no hay una respuesta clara sobre cuál es el futuro de la profesión.

Usted se ha convertido en uno de los grandes maestros floristas, desde sus colaboraciones en el cine, como la realizada con Sofia Coppola, hasta eventos destacados, como su trabajo para la boda de Marta Ortega. ¿Cómo se lleva ese enorme éxito? ¿Cómo selecciona los encargos que recibe?

Yo jamás imaginé o busqué ese éxito, es algo que ocurrió súbitamente. Pero me ha ayudado a desarrollar una confianza, una seguridad, también a ser espontáneo, la experiencia me ha dado la confianza para saber qué debo hacer.

placeholder Marta Ortega, el día de su boda. (EFE/Peter Lindbergh)
Marta Ortega, el día de su boda. (EFE/Peter Lindbergh)

Volviendo al ramo de novia que creó para la boda de Marta Ortega, una de las cosas que llaman la atención de él es que más que un arreglo floral clásico, era un ramo vegetal. ¿En qué se inspiró para crearlo?

Me inspiré fundamentalmente en la naturaleza. Fue muy agradable trabajar para la familia Ortega, por su conexión con la naturaleza, su compromiso con la recuperación de la vegetación típica de Galicia. Se trató de un bouquet, como usted ha dicho, con mucha vegetación originaria de la zona. He de decir que fue un proyecto que me encantó hacer, ya que funcionó perfectamente bien con mi propio espíritu.

En alguna ocasión ha comentado que las personas que trabajan en su taller tienen libertad creadora para confeccionar los arreglos florales. Háblenos más de ello.

Soy muy respetuoso y creo que todos pueden realizar un bouquet. Es difícil, quizás para las personas que vienen de hacer cosas floristas, digamos, más cuadriculadas. Pero los floristas han cambiado mucho en los últimos años, antes se hacían bouquets más abundantes y alargados. Yo lo que digo es: "Mirar cómo es la flor y cuál es el mejor equilibrio para saber qué es lo más natural posible". Cuándo se realiza un arreglo hay que imaginar cómo estaría en el jardín, cómo se encontraría en la naturaleza rodeado de flores, para que al verlo nos pueda contar la historia.

placeholder En el atelier en Bruselas de Thierry Boutemy. (Cortesía/Itxas Casas)
En el atelier en Bruselas de Thierry Boutemy. (Cortesía/Itxas Casas)

Eso está relacionado con otra cuestión que queríamos hacerle. Otro aspecto destacable en su atelier de Bruselas es el del tipo de flores que uno va a encontrar. Frente a flores clásicas, tipo rosas, nos esperan variedades más originales e incluso flores silvestres como las que podemos encontrar en el bosque.

Así es, vamos a descubrir flores como las que podemos encontrar en Normandía, las especies que hay en el campo, las que hay en la vida, en la naturaleza, flores que jamás se encuentran en las floristerías. Sin embargo, hay que admitir que se hace cada vez más difícil encontrar este tipo de flores porque todo se ha convertido en algo cada vez más industrial y no es fácil cultivarlas. Es mucho más sencillo, evidentemente, encontrar rosas u otras flores más típicas de floristería. Esto nos vuelve a llevar a la cuestión de si la profesión de florista tradicional va a poder seguir como la conocemos hasta ahora con el tema de la ecología y la producción responsable de flores.

Pero es una lucha complicada, es una industria muy fuerte a nivel mundial.

Efectivamente, es una lucha complicada, ya desde mis primeros tiempos, cuando empecé a trabajar. Pero hay que decir que las flores no son, digamos objetivamente, una cosa esencial, por tanto, sí es posible evitar hacer cualquier cosa negativa contra la vegetación, contra la naturaleza, ya que no es estrictamente necesario recurrir a ese tipo de industrialización agresiva, sería algo que habría que plantearse.

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En el atelier en Bruselas de Thierry Boutemy. (Cortesía/Itxas Casas)

Por último, no queríamos dejar de preguntarle cuál es su flor favorita.

Yo elegiría la Iris germanica L (conocido como lirio azul). Esta mañana he recogido unas que había cultivado en mi jardín. Este iris es magnífico, su color... Es precioso.

Como si de un jardín secreto se tratara, tras una sencilla puerta enmarcada por un frondoso entramado de plantas y flores, nos encontramos en Bruselas con el atelier de uno de los floristas más famosos del mundo, Thierry Boutemy.

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