Bodas con encanto. Nerea y Rubén

Bodas con encanto

Nerea y Rubén

Una boda en el norte, un anillo de pedida único, una novia diferente y una estampa nupcial de cuento. Descubre la historia de Nerea y Rubén

Texto Paula Mata
Fotos Manu Díaz
Formato
Emma Esser | Luis Rodríguez

Dicen que una buena joya es una inversión para toda la vida. Una pieza que te acompañará siempre y que pasará de generación en generación plagada de recuerdos. Ese es el verdadero valor añadido de una joya: los sentimientos que es capaz de despertarte al verla. Como la historia de amor de Nerea y Rubén.

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u vida transcurre entre diamantes y gemas naturales, entre pendientes, colgantes y anillos. Además de pareja, ambos son los socios y fundadores de Mumit, una casa de joyería joven y fresca nacida en 2018 que ha sabido ligar de la forma más exquisita el saber hacer joyero con la innovación. Penélope Cruz, Amaia Salamanca, Toni Acosta o Leticia Dolera son algunas de nuestras famosas que han portado sus joyas para pisar la alfombra roja.

Nerea y Rubén se conocieron hace siete años y el verano pasado unieron sus vidas para siempre en una gran boda. Una relación que, como hemos avanzado, traspasa la barrera de lo personal. Nerea Lozano es la directora adjunta, y Rubén Domínguez, el CEO de Mumit, la firma de joyas que ellos crearon de la nada y que hoy es todo un referente en nuestro país. Trabajan codo con codo y les une la misma pasión: emocionar a través de sus exquisitos diseños.

Montaje de imágenes del anillo
Nerea y Rubén dándose un abrazo

Gracias a su célebre línea de anillos de compromiso han sellado el amor de muchas parejas, y ellos no iban a ser menos. Para su pedida de mano, Rubén ideó, junto a los joyeros artesanos de la marca, un solitario en oro blanco de 18 quilates y diamantes naturales de una pureza elevada. Exclusiva y singular, una pieza creada con mimo y cuidado que impactó a Nerea en aquel momento que él le propuso matrimonio. Ella aceptó y, desde ese instante, comenzó la carrera para montar la boda perfecta.

Los novios trabajan juntos y les une la misma pasión: emocionar a través de las joyas

Gallegos de nacimiento, no tuvieron dudas en escoger el lugar para celebrar su enlace. El hotel Eurostars Monasterio San Clodio, en Ourense, fue el enclave elegido para reunir a sus familiares y amigos, y junto a ellos festejar su amor. Se trata de un monasterio cisterciense del siglo XII ubicado en pleno corazón del Ribeiro, donde se llevó a cabo tanto la ceremonia religiosa como la fiesta posterior.

Banquete de bodas

Para crear el vestido más importante de su vida, Nerea confió en Clara Brea y su taller nupcial emplazado en Madrid, expertos en diseñar trajes de alta costura a medida para novias.

Rubén diseñó el anillo de pedida: un solitario en oro blanco con diamantes

Confeccionado en un tejido de georgette de seda blanco, gracias al material, Clara Brea consiguió dar vida a un vestido romántico con mucho movimiento. ¿Sus señas de identidad? Silueta vaporosa, escote en forma de 'V', costura fruncida en los hombros, mangas 'marie' semitransparentes, cuerpo plisado, corte en la cintura, sobrefalda de gasa de donde nacía la cola y abertura en la espalda con detalle de lazada.

Novia posando con su mascota
Pendientes de la novia
Bolsa con complementos de la novia

Diseñado a partir de unas ideas de la novia, un par de bocetos sobre el papel después y Clara Brea acertó de pleno. Cómoda, estilosa y muy femenina, el vestido casaba a la perfección con la personalidad de Nerea y al tiempo, le otorgaba una imagen elegante y sofisticada. Una novia diferente que, además de prestar atención y tiempo a cada detalle del vestido, sumo más estilo con los complementos y las joyas. Lo mires por donde lo mires, su look nupcial no tiene desperdicio alguno.

La novia lució un romántico vestido a medida de Clara Brea

Para los accesorios, Nerea escogió unas sandalias de piel metalizada con plataforma y un pequeño tocado con plumas decorando su coleta. Mención especial para su ramo de novia: un original y sencillo ramillete compuesto por cuatro lirios tipo cala de Xulián Floristería, a cargo también de la decoración floral del enlace.

Nerea enseñando sus pendientes

Al solitario que Rubén le regaló, Nerea añadió tres joyas más: unos pendientes y un anillo, diseño propio, y otro anillo más obsequio de sus padres. Para ello, la directora de Mumit se inspiró en las hojas del olivo, su árbol favorito. ¿El resultado? Unos pendientes trepadores y un anillo a juego realizados en oro blanco.

Sus padres le regalaron el detalle azul que toda novia debe llevar. En este caso, un anillo con un zafiro azul central y corona de diamantes, muy al estilo del icónico anillo de compromiso de Kate Middleton.

Nerea creó sus pendientes inspirándose en las hojas del olivo

Los novios posando con su mascota

La ceremonia religiosa tuvo lugar en la parroquia de San Clodio, situada en el interior del hotel. Una vez finalizada, los novios cruzaron el arco cisterciense y los invitados les recibieron entre vítores, felicitaciones y una lluvia de pétalos de rosa. En el suelo y a ambos lados de la puerta de la parroquia, varias composiciones florales en verde y granate con diferentes texturas.

Claves 'deco': guirnaldas de luces, candelabros y flores en tonos empolvados

Al atardecer, dio comienzo el banquete en el claustro del monasterio. Allí se dispusieron las mesas y las sillas de forja dorada para ubicar a los familiares y amigos de los novios. De la decoración exterior destacan las guirnaldas de luces, los candelabros de estética barroca y los centros de mesa con flores y plumas en tonos empolvados.

Nerea y Rubén saliendo juntos de la mano de la iglesia

Una boda de cuento inmortalizada por Manu Díaz, un fotógrafo gallego especialista en capturar momentos especiales.

Como recuerdo de este gran día, Rubén y Nerea sorprendieron a las invitadas con una joya de Mumit, un regalo para toda la vida, como su historia de amor.