Hablamos con Romancera: "Nuestras novias tienen una sensibilidad especial por la moda"
Tamara Vázquez, fundadora y directora de la marca nupcial, nos desvela todos los secretos que hay detrás del éxito de sus vestidos de novia
La historia de Romancera arrancó, por curioso que parezca, con el vestido de novia de su fundadora. Tamara Vázquez, ajena por aquel entonces a este mundillo, pensó que quién mejor que ella y sus ideas para materializar de una pieza el look nupcial que tantas veces había idealizado. "Me enamoré del proceso, investigando tejidos, realizando el diseño y trabajando mano a mano con el que ahora es mi equipo. Así surgió Romancera", relata la creadora. Su boda, en 2017, fue, por tanto, el principio de una andadura empresarial de éxito.
A su atelier, en pleno centro de Madrid, concretamente ubicado en la Plaza de la Independencia, acuden "novias que tienen una sensibilidad especial por la moda, aprecian y saben diferenciar el trabajo artesanal y la calidad, y quieren llevar un vestido interesante y trabajado, pero estar absolutamente espectaculares". No hay dos iguales y a pesar de eso, todos los trajes nupciales que salen del taller de la firma se diferencian del resto por un rasgo común: una belleza colosal.
"Nuestro objetivo es encontrar la atmósfera del vestido perfecto, es casi una sensación. Para nosotras el diseño es un elemento diferenciador. Hay cosas que deben hacerse como toda la vida y otras como nunca se habían hecho. Queremos aunar tendencia y tradición buscando un clasicismo moderno, un vintage real y actual", detalla Tamara Vázquez.
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Capitaneado por la diseñadora, su equipo de confección y ella, invierten una media de 160 horas en cada modelo, eso, sin contar el tiempo extra en bordar o integrar elementos artesanales para ensalzar el traje. "Hacemos muy poquitos vestidos al año. Si queremos hacer las cosas como nos gusta a nosotras, no podemos hacer más novias por la energía emocional y el tiempo que invertimos en cada vestido". Este es, sin duda, uno de los secretos tras la marca, una de esas nuevas casa de moda nupcial que son parada obligada para novias diferentes y rompedoras.
Fusión de acabados, tejidos opuestos en un mismo vestido, detalles singulares, aplicaciones con mucha personalidad y un patrón único. "Parte del cuerpo de cada novia, por eso funciona. No trabajamos con patrones bases, es una costura a medida con mayúsculas, cuestión sin duda por la que el resultado es tan exclusivo". No pretenden, ni Tamara, ni sus novias, traspasar la barrera digital y alcanzar el calificativo de virales. Insistimos, no es su objetivo, pero, a pesar de ello, los vestidos de Romancera, lo logran de forma natural. Es una consecuencia directa que une a sus trajes nupciales. "La novia busca arriesgarse a ser ella misma, a ser única".
Juegan y ganan. Sus vestidos son tan atemporales como piezas de vintage, artesanales y siempre sofisticados. "Apostamos desde nuestros inicios por la mezcla de texturas, que nos identifica. Enriquece el diseño y hace que cada vestido sea un reto. La clave está en cómo combinar los diferentes tejidos, la armonía y el equilibrio, lo es todo", confiesa la creadora.
No quita para que Vázquez, consciente de que, sin esa ambición previa, sus diseños se extienden por Instagram como la pólvora, alabe el nuevo papel que las redes sociales han adquirido dentro del sector nupcial. "En particular, Instagram, es el gran escaparate, el lugar al que las novias acuden buscando inspiración. Se ha convertido en una herramienta muy poderosa e influyente en la toma de decisión".
Analizando la industria de la que vive y que es su pasión, la fundadora de Romancera señala que, "el sector está en un gran momento, España sigue siendo un mercado de referencia por calidad y diseño. Tras la pandemia, hay muchas ganas y una vuelta masiva a celebrar en todos los sentidos, hemos entendido que son momentos únicos y no queremos perdérnoslos nunca más".
Las tendencias de moda para 2023 apuntan directas a las mangas como protagonistas, una de las señas de identidad de la firma desde sus inicios. "Desde Romancera apostamos por las mangas trabajadas siempre, ya sea por corte y trabajo de patrón, por texturas o por volúmenes, hay muchas formas de crear mangas únicas y es algo con lo que nos gusta experimentar".
También vestidos con volúmenes, superposiciones que mezclan sedas más ligeras con tejidos estructurados, aplicaciones florales creadas a mano y como accesorio imprescindible, "el velo, vuelve a estar de moda y la tendencia se mantendrá (e irá en aumento) en las bodas del próximo año". En este sentido, huyen de materiales habituales y algo manidos como el tul, y a cambio, proponen velos fabricados con organza. "Pintadas a mano, rústicas, bordadas... Cualquier organza que nos ayude a diferenciarnos y confeccionar un velo único".
"Reivindicamos el oficio de la costura y apostamos por recuperar su lugar en la industria", sentencia Tamara Vázquez. Con vestidos de novia que son joyas para aquellas que tienen el gusto y la confianza en dejar en manos de este equipo creativo, la puesta en marcha y la confección del traje nupcial de sus sueños. "Nuestras novias son muy generosas porque confían al 100% en nuestro trabajo y criterio, siempre abiertas, con curiosidad y deseando que les sorprendas con tu propuesta. También son extremadamente exigentes, una cualidad que compartimos con ellas, siempre buscamos la excelencia".
Cinco años desde su nacimiento y visto lo conseguido hasta el momento, hay y habrá Romancera para rato.
La historia de Romancera arrancó, por curioso que parezca, con el vestido de novia de su fundadora. Tamara Vázquez, ajena por aquel entonces a este mundillo, pensó que quién mejor que ella y sus ideas para materializar de una pieza el look nupcial que tantas veces había idealizado. "Me enamoré del proceso, investigando tejidos, realizando el diseño y trabajando mano a mano con el que ahora es mi equipo. Así surgió Romancera", relata la creadora. Su boda, en 2017, fue, por tanto, el principio de una andadura empresarial de éxito.